Hongos en la dieta: una nueva vía para fortalecer la salud intestinal de salmones
Científicos descubrieron que las harinas de tallos de tres hongos actúan como prebióticos naturales, favoreciendo una microbiota más saludable, en truchas arcoíris juveniles.
La microbiota intestinal de los peces desempeña un papel crucial en la condición y salud del huésped, exhibiendo funciones específicas de la región influenciadas por los componentes dietéticos.
En los últimos años, las harinas derivadas de hongos han surgido como nuevos ingredientes para alimentos acuícolas debido a su valor nutricional, bajo costo, amplia disponibilidad y contribución a la valorización de desechos, especialmente en el caso de especies saprofitas, que contribuyen al reciclaje natural de nutrientes. Los productos derivados de hongos tienen un potencial prebiótico bien establecido en mamíferos, pero su rol específico en peces todavía no está del todo dilucidado.
Basados en un estudio previo, que informó que altos niveles de inclusión (30%) harinas de tallos de hongos (Agaricus bisporus (AB), Lentinula edodes (LE), y Pleurotus ostreatus (PO)) no comprometieron el crecimiento, la eficiencia alimenticia, la función digestiva y el valor nutricional en truchas arcoíris juveniles, científicos de España y Países Bajos ahora evaluaron los efectos específicos en la microbiota intestinal.
Para ello, probaron dietas experimentales que contenían 30% de harinas de tallos de hongos durante 42 días en truchas arcoíris de 120,1 ± 0,4 g.
En sus resultados, los investigadores encontraron que la harina de hongos no afectaron la integridad de la mucosa intestinal mientras que indujeron un cambio sutil específico de la región en las comunidades microbianas intestinales.
“Específicamente, el índice de Shannon disminuyó en los ciegos pilóricos (CP), intestino anterior (AI) e intestino posterior (PI) de los peces alimentados con la dieta AB, mientras que la riqueza observada y la diversidad filogenética de Faith mostraron una reducción en las regiones AI y PI de los peces alimentados con la dieta LE”, detallaron los autores.
De la misma forma, la dieta AB promovió un aumento en la abundancia de bacterias potencialmente beneficiosas, como Mycoplasma en el CP y AI, Legionella exclusivamente en AI y Weissella en PI. Por el contrario, la dieta PO aumentó la abundancia de Paenibacillus en el CP, mientras que la dieta LE no alteró notablemente las abundancias a nivel de género.
“Los patrones específicos de la región sugirieron que los cambios microbianos en el CP estaban relacionados con la digestión y el metabolismo de nutrientes, mientras que los cambios en AI pueden reflejar la colonización transitoria por bacterias derivadas de la dieta vinculadas a la especialización de nicho. La microbiota de PI se conservó comparativamente y se asoció con la fermentación de carbohidratos”, agregaron los científicos.
Finalmente, los expertos concluyeron que estos hallazgos brindan información sobre los efectos específicos de cada región de los ingredientes dietéticos circulares “y resaltan el uso potencial de las harinas de tallos de hongos como ingredientes funcionales debido a su efecto prebiótico, ya que modulan beneficiosamente la microbiota intestinal y favorecen la salud intestinal de la trucha arcoíris”.
Lea el estudio completo titulado “Mushroom stem-based diets elicit region-specific shifts in rainbow trout gut microbiota”, aquí.