Subsecretario de Pesca: “dónde se hacen las relocalizaciones es una pregunta sin respuesta”

El grupo de senadores sesionó este miércoles en el Congreso. El Subsecretario Julio Salas respondió a un parlamentario asegurando el gobierno “no es anti salmonero”.

Chile: Julio Salas afirmó que el Gobierno no es anti salmonero y que, por el contrario, entiende que Chile “es la décima potencia pesquera mundial, la octava potencia acuícola y el segundo productor de salmones”.

Julio Salas fue convocado este miércoles a la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado donde le pidieron explicar la posición del Gobierno frente a la salmonicultura, en la semana que se rechazó la propuesta del Ejecutivo sobre concesiones en áreas protegidas.

El objetivo de la reunión era, originalmente, analizar la propuesta del gobierno para prohibir las concesiones en áreas protegidas que se tramitó como indicación en el proyecto de ley que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y que finalmente se rechazó el lunes.

Pero con el Subsecretario ya convocado, la Comisión de Intereses Marítimos del Senado igualmente se reunió para analizar el actual escenario de la industria salmonicultora e inquirir sobre las intenciones del gobierno y los temas que pretende regular en la anunciada ley de acuicultura. En ese punto el senador por Aysén, David Sandoval (UDI), abrió el debate asegurando que “el gobierno es anti salmonero”.

El subsecretario Julio Salas inició su intervención reconociendo que el debate en los últimos días se dio en un ambiente crispado, en el que se extremaron posiciones y se generó desconfianza, por lo que instó a tener una conversación de fondo sobre el desarrollo de la acuicultura.

Aseguró que el Gobierno no es anti salmonero y que, por el contrario, entiende que Chile “es la décima potencia pesquera mundial, la octava potencia acuícola y el segundo productor de salmones”.

En su análisis dijo además que en el país “no vemos con total claridad la importancia de la industria pesquera y acuícola cuando la comparamos con otros sectores. Hay una mirada que deja en segundo plano al sector pesquero y acuícola y este gobierno está convencido de que hay que revertirla. Hay países que desarrollan la actividad pesquera y acuícola con orgullo, ser acuicultor en Noruega o Japón es motivo de orgullo y algo ocurre en Chile que hace que tengamos esta sensación de la salmonicultura como amenaza, y tenemos que preguntarnos cuáles son los factores que generan esa situación”.

Buscar nuevos espacios

El subsecretario planteó que el problema con la salmonicultura es el espacio que ocupa, con una “presencia muy significativa de concesiones en fiordos que han sido objeto de una crítica creciente de ambientalistas por sus efectos en los fondos marinos”.

En ese sentido, planteó que una estrategia de desarrollo para el sector debería apuntar a ocupar otros espacios como el cultivo en aguas de alta energía. “Sería ideal que tuviéramos una gran demanda de acuicultura experimental en espacios distintos”.

“No estamos en condiciones de sacrificar actividades económicas tan sustantivas, no podemos tener una lógica de aplastar nuestra segunda industria exportadora, pero tampoco podemos tener una situación en la que al cabo de unos años tengamos una confrontación frontal entre objetos de protección y por eso la solución va por el lado de la innovación, las nuevas tecnologías y necesitamos conversarlo con la industria”, dijo el subsecretario de Pesca y Acuicultura ante los senadores.

Proyecto de ley

En julio, el Gobierno se propone iniciar el diálogo con los actores involucrados para reunir puntos de vista que aporten a la redacción de un proyecto de ley de acuicultura que se presentaría a trámite legislativo el primer semestre del próximo año.

En este punto, el subsecretario Salas opinó que el primer desafío a enfrentar en esa conversación es definir qué espacios se destinarán para desarrollar la industria porque “dónde se hacen las relocalizaciones es hoy una pregunta sin respuesta, cómo generar nuevas áreas AAA es una pregunta sin respuesta, los procesos para áreas AAA y concesiones hoy son un verdadero laberinto, son procesos donde intervienen ministerios, gobiernos regionales, que pueden durar años”.

Planteó además que, pese al rechazo de la norma que prohibía las concesiones en áreas protegidas, las que están actualmente en esas zonas se verán igualmente impedidas a buscar otras ubicaciones por las crecientes exigencias medioambientales de los mercados internacionales.

“Dónde y cómo se relocalizan es hoy un problema de simplificación de los trámites y de planificación de los gobiernos regionales, porque no puede llegar el nivel central por si y ante si a tomar una decisión de planificación territorial en vez de las regiones que deben decidir dónde quieren que se desarrolle la acuicultura”, apuntó el subsecretario Salas.