Gobierno da a conocer líneas de trabajo para establecer nueva Ley de Acuicultura

Chile: Desde Subpesca afirman que harán un análisis de la normativa actual, viendo si es la que necesita la salmonicultura o si se le debe hacer ajustes, pensando en una visión de mediano y largo plazo.

Diferentes actores del área pública y privada, así como también representantes de la academia, los trabajadores, gremios y pesca artesanal se reunieron ayer en la primera versión de “Diálogos sobre el futuro: la salmonicultura del siglo XXI”, iniciativa organizada por la Fundación Región y Futuro.

En la primera mesa de discusión “Regulación y externalidades de la industria del salmón” expuso el jefe de la división de Acuicultura de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, Benjamín Eyzaguirre, quien destacó que, al asumir su cargo, y luego de reuniones con todos los actores relevantes de la industria, manifestó que la salmonicultura tenía un impacto significativo en las regiones del sur austral de Chile.

“Las externalidades de la salmonicultura requieren ser abordadas a través de una normativa que nos permita proyectar el sector a mediano y largo plazo, es decir, que en los próximos 50 años tengamos una industria como la que actualmente tenemos, pero mejor, y que no termine decreciendo en el desarrollo de nuestro país”, expuso la autoridad.

Según el profesional, la eutroficación de los fondos marinos, el uso de antibióticos y antiparasitarios y los escapes de peces no son solo de esta industria en este país. “Las problemáticas, en otros países productores de salmón son las mismas, las formas de abordarlas son similares, en algunos casos distintas y las discusiones al respecto tienen un enfoque parecido. Así, en este mundo globalizado, el intercambio de experiencias nos permite tener diferentes visiones sobre hacia dónde queremos enfocar la regulación en la salmonicultura”.

En cuanto a las externalidades negativas, Eyzaguirre enfatizó en que se debe analizar la regulación vigente que permite abordar estas externalidades, sin restringir el desarrollo de la actividad.

“Hace unas semanas, el subsecretario de Pesca y Acuicultura planteó que es momento de crear una Ley General de Acuicultura. Normalmente, tanto los reglamentos como las resoluciones acompañantes citan a la Ley General de Pesca y Acuicultura. Por tanto, si se modifica la Ley de Pesca y se crea una Ley de Acuicultura, se genera un efecto dominó. ¿Se modificará el RAMA, el RESA, el reglamento de Concesiones? Es una discusión que se debe tener y tenemos que plantearla lo más abiertamente posible. Además, es muy importante aclarar si esta nueva Ley será o no una hoja en blanco”, expresó el representante de la Subpesca.

Benjamín Eyzaguirre, en la mesa de discusión "Regulación y externalidades de la industria del salmón".

Diálogos

A juicio de Eyzaguirre, las prioridades postuladas para la creación de esta Ley se basan en tres grandes líneas de trabajo que le permitirá a la Subsecretaría abordar las exigencias tanto del ejecutivo, como de la industria y la sociedad. “Vamos a actualizar, de manera participativa, una estrategia del desarrollo de la acuicultura, es decir, generar espacios de conversación, diálogo y reflexión con la industria, empresas de servicios, trabajadores, comunidades, actores políticos, ONG’s y la academia, para poder definir qué es lo que entendemos y qué es lo que nos gustaría, en una visión de futuro, para el desarrollo de la actividad”.

De acuerdo con lo planteado por el jefe de la división de Acuicultura, a la fecha, la normativa ha sido muy reactiva al desarrollo de ciertas actividades productivas y finalmente se regula en base a una actividad que ya se desarrolló. “La salmonicultura no es una excepción. La normativa comenzó con la Ley de Pesca en 1991 y los inicios de la industria salmonicultura fueron en la década del 80”.

“Cuando hayamos desarrollado los diálogos y un cierto enfoque en común, haremos un análisis de la normativa actual, viendo si es la que necesitamos o se le debe hacer ajustes, pensando en una visión de mediano y largo plazo”, puntualizó Eyzaguirre, quien agregó que la tercera línea de trabajo, parte desde un mandato presidencial respecto al desarrollo de la acuicultura en áreas protegidas del Estado.

La pesca y la acuicultura, según el profesional, tienen dinámicas distintas, una distribución geográfica distinta, por lo tanto, hay discusiones que deben darse por separado. “Como Gobierno, la idea es comenzar este mes con las primeras conversaciones y enunciados. Luego, en los primeros meses de 2023 generar un diseño de implementación y en el mes de abril del próximo año podamos comenzar a desarrollar los diálogos territoriales con el sector público, privado, instituciones territoriales, regionales, comunales, con la industria, asociaciones, empresas de servicios, trabajadores, ONG’s, científicos y comunidades”.

“Estamos abiertos a todo tipo de aporte, de líneas de trabajo, de formas de abordar esta nueva Ley. Queremos que sea una co-construcción. La Ley de Acuicultura tiene por objetivo, a nivel legislativo, separarla de la Ley de Pesca, porque necesitamos que se tramite de manera separada. Por otra parte, en el caso de la salmonicultura que es el segundo sector exportador de Chile debe tener una normativa específica, con una mirada clara de proyección de desarrollo. Ya demás, una Ley de Acuicultura nos permitirá impulsar el desarrollo de otras acuiculturas como la mitilicultura, las algas y la acuicultura de pequeña escala, que tienen un aspecto territorial importante”, argumentó Eyzaguirre.

El profesional recalcó que la idea es consensuar una idea de desarrollo, tomando todo lo que existe actualmente dentro de la Ley de Pesca y Acuicultura, calzarlos en la proyección que se tiene y construir lo que falta. “Es así como en abril se estaría ingresando el proyecto de Ley de Pesca e inmediatamente empezaríamos con los diálogos del sector acuícola, para ingresar a tramitación el proyecto de Ley de Acuicultura en el último trimestre de 2023”, puntualizó el jefe de la división de Acuicultura de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.