Salmón chileno cultivado: un atleta de alto rendimiento

Foto: DSM.

Chile: El experto Esteban Parada analiza la evolución de las dietas para salmónidos, la incorporación de ingredientes vegetales, los criterios de sustentabilidad de la alimentación y las nuevas tecnologías.

Hace 20 años, la dieta de los salmones y truchas estaba compuesta en un 80% por harinas y aceites de pescado, es decir, proteínas y lípidos de origen marino. Sin embargo, actualmente se basa fundamentalmente en proteínas y lípidos de origen vegetal, como también de ciertos subproductos de origen animal, lo que ha reducido los componentes en base a pescado, disminuyendo así la dependencia de la pesca extractiva.

“Creo que muchos coincidimos que los cambios referidos a la alimentación de peces han sido fundamentales para lograr valores que bordean el 1 en Factor de Conversión de Alimento (FCR) en salmones. Se deben destacar las dietas de alta energía y las dietas de alto desempeño como nuevas estrategias en la entrega del alimento”. Así lo destaca Esteban Parada, profesional con dilatada experiencia en nutrición de salmónidos, quien actualmente es el gerente Técnico de Quivet.

Según el profesional, la evolución de las dietas extruidas hacia las dietas de alta energía fue un camino dificultoso, donde al inicio la incorporación de alta cantidades de lípidos terminó en alimentos con gran exudación de aceite quedando fuera de las especificaciones requeridas.

“Cambios en la formulación, mejora en la expansión de los pellets y uso de sellantes han llevado a tener dietas de alta potencia nutricional para las distintas especies, entregando los nutrientes necesarios en mayor concentración. Un segundo punto en la mejora de las conversiones han sido las nuevas tecnologías y estrategias de alimentación que han logrado una mayor eficacia en la entrega del alimento a todos los peces, con una menor pérdida de pellets que impacten al medio acuático o sus fondos, logrando una saciedad más pareja en las jaulas alimentadas. Igualmente, un mejor equipamiento, con más capacidad y de alta tecnología en los centros de cultivo ha permitido alimentar todas las jaulas de la mejor forma, incluso de manera remota, por personal altamente especializado”, comenta Parada.

Lea la entrevista completa aquí (Páginas 34 y 35)