Aceite de Camelina podría sustituir al aceite de pescado

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Christian Pérez La ingesta de aceites de pescado omega-3, específicamente de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga (omega-3 LC PUFA, por sus siglas en inglés), a través del consumo de pescados como el salmón y la caballa, se ha relacionado con mejoras de la salud cardiovascular y el desarrollo cognitivo. Los peces, como los humanos, bioacumulan los aceites omega-3 de pescado a través del consumo de otros organismos en la cadena alimentaria marina o, en los peces de cultivo, a través de la harina de pescado y aceite de pescado en su dieta. Actualmente, existe una brecha entre la oferta y la demanda de aceites de pescado y nuevas fuentes son necesarias para la industria acuícola y para el consumo humano directo. En un proyecto de investigación entre la Universidad de Stirling y el instituto Rothamsted Research, un equipo de científicos desarrolló plantas genéticamente modificadas (GM) que pueden producir hasta un 20% de ácido eicosapentaenoico (EPA, por sus siglas en inglés), uno de los dos ácidos grasos omega-3 LC PUFA que confieren beneficios a la salud. Los aceites extraídos de plantas cultivadas en invernadero fueron utilizados como un reemplazo para el aceite de pescado marino en alimento para salmón Atlántico. Los resultados del estudio demostraron que el rendimiento de crecimiento, eficiencia de alimentación, salud de los peces y calidad nutricional para el consumidor humano no se vieron afectados cuando el aceite de pescado fue sustituido en la dieta con aceite de plantas GM. El estudio será publicado hoy en la revista Scientific Reports. En el presente estudio, se utilizaron cinco genes de microalgas y hongos para modificar plantas de Camelina (Camelina sativa) con el propósito de generar una fuente renovable terrestre y sustentable de ácidos grasos omega-3 de aceites de pescado. El aceite extraído de estos cultivos se utilizó para probar su efectiva incorporación en alimento para peces y su aplicabilidad en salmón Atlántico. La Dra. Mónica Betancor, quien llevó a cabo los experimentos en la Universidad de Stirling, comentó al respecto que “con este trabajo hemos tenido la oportunidad de probar el potencial de esta nueva fuente de EPA, para sustituir el aceite de pescado en el alimento para peces. Se utilizaron tres dietas, una que contenía el aceite de pescado estándar que se utiliza habitualmente en la industria elaboradora de alimentos para peces; una con aceite de Camelina de plantas que no habían sido modificadas genéticamente; y otra con aceite derivado de plantas diseñadas para producir 20% de EPA en sus semillas. Cada dieta fue probada en tres grupos distintos de salmón Atlántico durante siete semanas”. “Al final del experimento, se examinaron los peces alimentados con cada una de las diferentes dietas y encontramos que el aceite derivado de las plantas modificadas genéticamente puede sustituir con eficacia el aceite de pescado en la alimentación del salmón. Esto es muy significativo, ya que el aceite de pescado es un recurso finito y limitado, muy caro y la creciente demanda de la industria salmonicultora no será satisfecha en el futuro. Así que realmente necesitamos desarrollar alternativas eficaces como ésta”, concluyó la investigadora. A su vez, el profesor Johnathan Napier, quien lidera el programa de investigación para Camelina GM en Rothamsted Research, dijo que “es muy emocionante ver los resultados de este estudio. Para nosotros, el desarrollo de plantas Camelina modificadas ha sido un proyecto fascinante. Los hallazgos de este estudio son muy alentadores, ya que siempre hemos trabajado para proporcionar una fuente sustentable de los aceites omega-3 de pescado y nuestros resultados confirman que hemos dado un paso más en esa dirección”. El profesor Douglas Tocher, quien dirige el estudio de alimentación para salmones en la Universidad de Stirling, comentó que “hay una escasez fundamental de omega-3 para satisfacer las necesidades dietéticas recomendadas para los seres humanos, y los peces son nuestra principal fuente dietética. El desarrollo de estos nuevos aceites vegetales, adaptados a las necesidades humanas, representan una forma sustentable de cultivar peces con altos niveles de aceites omega-3 de pescado que mantienen su alto valor nutricional para el consumidor humano, preservando las poblaciones de peces silvestres”. En tanto, la profesora Christine Williams, de la Universidad de Reading, quien es especialista en el impacto de las grasas de la dieta sobre la salud humana y no participó del presente estudio, comentó que “los ácidos grasos de cadena larga omega-3 son componentes esenciales en el desarrollo del cerebro y juegan un papel vital en el mantenimiento de la salud del corazón. No obstante, son producidos en cantidades muy pequeñas en el organismo y necesitan ser suministrados en la dieta. Aunque los peces son la fuente dietética más rica de estos ácidos grasos, se ha generado inquietud respecto de sus bajos niveles en los peces de cultivo. En los últimos años, el cultivo de peces ha necesitado usar una mezcla de aceites de pescado y aceites vegetales en sus dietas, debido a la falta de disponibilidad y aumento en los costos de los aceites de pescado. Este estudio mostró que esta nueva fuente GM de ácidos grasos de cadena larga omega-3 es capaz de reemplazar a los aceites de pescado. Esto permitirá que los peces de cultivo -la principal fuente de pescado en el Reino Unido- mantengan sus niveles de estos ácidos grasos esenciales necesarios para la salud humana”. Foto: Rothamsted Research.