El recuento de hembras no grávidas de Caligus podría ser clave en su control

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Hembras ovígeras (izquierda) y machos de Caligus rogercresseyi.

La Dra. Sandra Bravo explica las implicancias de dejar fuera del recuento oficial a las hembras no grávidas de Caligus, destacando la necesidad de ajustar regulaciones para evaluación precisa de cargas parasitarias.

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Recientemente, un estudio liderado por la Dra. Sandra Bravo planteó la posible problemática que supone la legislación sanitaria actual al dejar fuera del recuento oficial de hembras ovígeras (HO) a las hembras no grávidas.

En la investigación, y bajo condiciones de laboratorio, los autores concluyeron que las hembras son más resistentes al tratamiento antiparasitario que los machos, y que el porcentaje de hembras no grávidas en el total de hembras fluctuó entre 11,2 y 51,7%.

Lo anterior, les permitió concluir que ignorar la abundancia de hembras no grávidas en el monitoreo de Caligus rogercresseyi genera una subestimación de la abundancia real de hembras totales en los peces, una subestimación de la tasa de fecundidad, y una subestimación de la dimensión real de la situación epidemiológica del piojo de mar.

En conversación con Salmonexpert, la Dra. Bravo explica en detalle las implicancias de estos resultados y cuáles podrían ser las posibles modificaciones a la normativa para evitar una subestimación de las cargas parasitarias.

¿Cuáles son las principales diferencias morfológicas, fisiológicas y genéticas (resistencia por ejemplo) entre hembras grávidas y no grávidas?

La única diferencia entre hembras grávidas y no grávidas, es que las hembras grávidas presentan dos sacos ovígeros. Importante destacar que las hembras, una vez que alcanzan la etapa adulta, son inmediatamente copuladas por un macho. Durante la copulación, el macho introduce un par de espermatóforos en su complejo genital, bloqueando los ductos copulatorios de la hembra, de tal forma prevenir nuevos apareamientos.

De acuerdo a la información generada en condiciones de laboratorio, a temperatura de 10ºC las hembras de C. rogercresseyi pueden vivir hasta 100 días y producir 11 generaciones de sacos ovígeros en 78 días, con una frecuencia de 4 días en invierno y 6 días en verano. Por lo tanto, el que las hembras muestreadas tengan sacos ovígeros o no, dependerá del momento del muestreo. Pero, también las hembras pueden perder los sacos por el manejo impartido en la captura de los peces sometidos a muestreo.

Dra. Sandra Bravo.

¿Dónde se realizaron los muestreos de ejemplares de Caligus para el estudio?

Los muestreos fueron realizados en centros de cultivos localizados en la Región de Los Lagos. Lo relevante fue cuantificar la proporción de hembras y machos sobre el pez, posterior a un tratamiento farmacológico, y también la proporción de hembras no grávidas que son clasificadas como adultos móviles. La estructura poblacional de los ejemplares adultos en este estudio, es independiente del barrio y de la zona geográfica en la cual están ubicados los centros de engorda de salmones, ya que no se incluyeron centros de cultivos con salinidad reducida, variable que afecta la abundancia de piojos en el pez.

La ventaja de diferenciar entre machos y hembras de Caligus (con sacos y sin sacos), le permitirá a la autoridad y también a los productores de salmón, conocer la real dimensión de la situación epidemiológica del piojo de mar en Chile

Dra. Sandra Bravo.

En base a los resultados obtenidos, ¿la normativa debería hacer la distinción entre las hembras grávidas y no grávidas?

Ese fue el objetivo del estudio, dimensionar el porcentaje de hembras no grávidas que se cuantifican dentro de la categoría “adultos móviles”. En países del hemisferio norte, los piojos adultos son clasificados en solo dos categorías, machos y hembras, no se hace distinción entre hembras con saco y hembras sin saco, ya que en Lepeophtheirus salmonis, al igual que en C. rogercresseyi, los sacos ovígeros son generados con una frecuencia que es dependiente de la temperatura del agua. En el caso de Caligus produce alrededor de 50 huevos por saco ovígero, en tanto que L. salmonis produce alrededor de 500 huevos por saco ovígero.

¿Cómo pueden ser implementados los resultados en la realidad productiva?

En Chile, la actual normativa señala que los monitoreos de abundancia de Caligus deben ser realizados por un muestreador certificado, que haya realizado un curso de al menos 2 horas teóricas y 2,5 horas practicas, dictado por un relator autorizado por Sernapesca, de acuerdo a los Términos Técnicos de Referencia establecidos en la resolución exenta Nº1276 del 30 de julio de 2010, con la finalidad de que los muestreadores sean capaces de identificar los distintos estadios de desarrollo de Caligus en el pez. 

Por lo tanto, estos muestreadores certificados no debieran tener problemas en distinguir entre un macho y una hembra de Caligus sin sacos ovígeros. La ventaja de diferenciar entre machos y hembras de Caligus (con sacos y sin sacos), le permitirá a la autoridad y también a los productores de salmón, conocer la real dimensión de la situación epidemiológica del piojo de mar en Chile, considerando además el desarrollo de resistencia de estos parásitos a los tratamientos farmacológicos, siendo las hembras principalmente quienes transmiten los genes de resistencia a la progenie.