DVS: “No es adecuada la recuperación natural de sedimentos del salmón”
Chile: El socio de la empresa nacional, Raimundo Vives, y su gerente general, Sergio Martínez, afirman a Salmonexpert que quienes reciben del Estado una concesión acuícola tienen que retribuir haciéndose responsables del impacto ambiental.
La empresa DVS Tecnología fue invitada a presentar su solución para la recuperación de los sedimentos contaminados bajo las balsas productoras de salmones a la sesión de la Comisión de Pesca y Acuicultura del día 19 de diciembre pasado, a la cual asistieron uno de los socios y representante legal, Raimundo Vives, y el gerente general, Sergio Martínez.
En entrevista con Salmonexpert, Vives afirma que el legislador tiene razón al identificar la situación actual respecto al grado de impacto y contaminación de los fondos marinos en las concesiones destinadas a la acuicultura “como un problema serio que no sólo afecta al fondo marino, sino que al medio ambiente en general y, eventualmente, podría llegar a comprometer la subsistencia en el tiempo de los mismos usuarios de centros salmonicultores y miticultores”.
Los problemas del proyecto
Lo que sí, a juicio del ejecutivo, la Comisión de Pesca y Acuicultura de la Cámara de Diputados, “con la mejor de las intenciones, comete un error severo, que es plantear la remoción de los sedimentos como una solución al problema. No sólo no resuelve la situación, sino que puede eventualmente gatillar problemas aún mayores”.
Entre los problemas biológicos y/o medioambientales, durante la remoción de sedimentos, “existe un elevado riesgo de producir la resuspensión en la columna de agua de los sedimentos contaminados que se pretenden extraer, diseminando parte de los contaminantes (antibióticos, sulfuros, fósforo, nitrógeno, etc.), agentes patógenos y otros elementos potencialmente riesgosos como quistes de A. catenella (agente de marea roja)”, indica el socio de DVS Tecnología.
Además, “hay que pensar que el volumen de sedimento que habría que remover del fondo de cada centro de cultivo acuícola puede llegar a ser de tal magnitud, que sea en la práctica inviable su remoción como solución”, admite Vives, agregando que trasladar este material a tierra “no constituye una solución, pues sólo se cambia el domicilio del contaminante y duplicado su efecto nocivo al sumar otro impacto al que inicialmente se realizó en el mar”.
“Los 6,85 millones de metros cúbicos eventuales que se generarían con la remoción de sedimentos acuícolas representan el equivalente a 455.000 cargas de camión al año (15 mt3/camión, suponiendo que todo se trata en tierra) o 1.250 camiones diarios transitando por carreteras hacia los puntos de tratamiento del residuo respectivo”, ilustra el ejecutivo.
Obligación de la industria
El representante legal de DVS Tecnología cree que la solución real está por el lado de la mitigación. “Tal como a las Industrias en tierra se les exige instalar filtros o plantas de tratamiento para la emisión de gases al aire y aguas residuales de proceso, lo mismo debe exigirse en el sector acuícola. Quienes reciben del Estado una concesión tienen que retribuir haciéndose responsables del impacto ambiental que su actividad inevitablemente produce”.
Ligado a lo anterior, Martínez, por su parte, revela que la industria del salmón de Chile tiene como procedimiento normal para la recuperación de los sedimentos contaminados del fondo bajo las balsas esperar a que se recuperen en forma natural. “Nosotros creemos que esto no es adecuado porque cuando las concesiones tienen sus parámetros ambientales con la condición anaeróbica, es que están con alto grado de contaminación”.
“Nuestro planteamiento al problema de una concesión con sedimentos anaeróbicos es realizar procesos de Servicios de Recuperación de Fondos en forma regular, cada 2 o 3 temporadas de producción de salmones, para mantener una condición aeróbica. Esto resulta mejor para el medio ambiente marino circundante y también para la producción de peces”, expresa el ejecutivo.
El gerente general de DVS Tecnología cuenta que la compañía utiliza un equipo con propulsor hidráulico y una manga desde los 3 metros de profundidad hasta cerca del fondo marino, que desplaza grandes masas de agua en la columna.
Este Servicio de Recuperación de Fondos irriga una gran cantidad de agua de mar superficial con oxígeno disuelto y con bacterias, vegetales microscópicos y microorganismos vivos que colonizan el sedimento que está en el fondo, bajo las balsas de salmones. Así se logra oxidar y degradar la materia orgánica que se deposita por la producción de peces y se redime lo contaminado.
