Equipo a cargo de la investigación. Imagen: i-mar.

Fiordo Puyuahuapi: Solicitan profundizar investigación sobre tolerancia de especies ante hipoxia

Chile: Una reciente publicación científica del Centro i-mar de la Universidad de Los Lagos y colaboradores, destaca el impacto de la hipoxia en la migración del plancton y la importancia de la turbulencia en la producción biológica del fiordo Puyuhuapi y canal Jacaf.

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El oxígeno disuelto (OD) es el gas disuelto más importante en el océano ya que sostiene la vida marina y garantiza la salud de los ecosistemas.

La mayoría de los océanos del mundo están oxigenados, pero hay algunas regiones de bajo contenido de OD, denominadas “zonas hipóxicas”, y si sus concentraciones de OD son iguales o cercanas a 0 ml/L, se las conoce como "zonas muertas".

Los impusldores de la publicación “Turbulence and hypoxia contribute to dense biological scattering layers in a Patagonian fjord system”, explicaron que estudios anteriores a la fecha liderados por el investigador Nelson Silva de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y colaboradores, permitieron detectar condiciones de hipoxia en cuatro regiones de la Patagonia (Fiordo Puyuhuapi, Canal Jacaf, Fiordo Aysén y el Golfo de Almirante Montt).

“En cada una de estas regiones las zonas con falta de OD se encuentran principalmente en la cabeza de los fiordos y por debajo de los 100 m de profundidad”, detallaron.

“Se sabe que la hipoxia tiene un impacto significativo en la distribución y el desarrollo del plancton, por lo tanto, en la salud del ecosistema en su conjunto. Algunas especies pueden tolerar el agua hipóxica, por ejemplo, las especies más pequeñas, los eufáusidos y las medusas pueden vivir en menos del 30% de saturación de oxígeno y OD de 2,3 mg/L. Otros taxones, como algunos copépodos y peces, pueden ser más sensibles a la hipoxia y tienen preferencia por saturaciones de oxígeno de 50-100% y concentraciones de OD de 3.7-7.4 ml/L”, explicaron los autores del estudio.

Estudio

El trabajo científico fue realizado por un grupo de investigadores nacionales e internacionales, liderados por el Dr. Iván Pérez-Santos, investigador y profesor del Centro i-mar, de la Universidad de los Lagos y además investigador asociado del Centro Copas Sur-Austral de la Universidad de Concepción.

Entre los resultados principales de esta investigación se señaló que las condiciones de hipoxia registradas en el fiordo Puyuhuapi a partir de los 100 metros de profundidad y hasta el fondo (300 m) actuaron como una barrera física para la migración y distribución del zooplancton.

“La mayoría de los organismos se observaron en las aguas más oxigenadas (0-100 m), aunque una menor parte de ellos pudo sobrevivir en la hipoxia, según mostraron los datos acústicos. Sin embargo, se necesitan nuevas investigaciones para confirmar que especies pueden tolerar la hipoxia en esta agua”, detallaron los investigadores.

En los muestreos acústico nocturnos de la imagen superior e inferior, el color negro es el fondo del mar; el color blanco muestra que no se detectaron especies; y la escala de colores muestra presencia o detección de diferentes especies de zooplancton detectados con muestreo acústico usando ecosondas cientificas.

Por otro lado, explicaron, “se observó una alta concentración de especies de zooplancton en la zona del umbral del canal Jacaf, debido a la alta turbulencia que se genera como consecuencia de la interacción entre el cambio abrupto de la topografía y las fuertes corrientes de marea”.

Para los autores del estudio, la acumulación elevada de especies de macrozooplancton alrededor de los umbrales puede imponer una modificación significativa en la cantidad y la calidad del carbono exportado a aguas más profundas en zonas particulares de los fiordos de la Patagonia.

Eventos de ventilación

El año pasado, el grupo de investigadores publicó un articulo en la revista LAJAR donde se muestran resultados de mediciones continuas en la zona profunda de Puyuhuapi.

“Como era de esperar a 120 metros de profundidad se registro la condición de hipoxia, pero en un momento del año el oxígeno se incremento, lo que llamamos nosotros eventos de ventilación. Durante el 2016 en la ejecución del proyecto FIPA 2015-07, también observamos el mismo fenómeno. Entonces parece que todos los años llegan al fiordo Puyuhuapi aguas oceánicas ricas en oxígeno que están ayudando que este lugar no se convierta en una zona muerta”, detalló el Dr. Pérez-Santos.

“Los estudios futuros sobre la cuantificación del flujo de carbono en los fiordos deberían incorporar regiones del umbral para probar esta hipótesis, a fin de mejorar las evaluaciones de la bomba biológica de los océanos en el contexto del cambio climático”, recomendaron los investigadores.

Acuicultura

Las investigaciones sobre este tema en el fiordo Puyuhuapi datan de 1995 con los cruceros CIMAR. De acuerdo con el Dr. Pérez-Santos, ya en ese momento se detectaron valores bajos de oxígeno disuelto en la zona profunda del fiordo por debajo de los 100 metros de profundidad.

“Para ese entonces, ya estaban instalados varios centros de cultivo de salmón en este lugar y hasta la fecha esta actividad se ha incrementado tanto en Puyuhuapi como en Jacaf. Como esta condición se reporta en la parte profunda, no estaría contribuyendo directamente con la mortalidad de salmones en este sector. Sin embargo, esta actividad sí aporta grandes cantidades de materia orgánica al sistema, y en el proceso de degradación de este material, se utiliza el oxígeno disuelto, por lo tanto disminuye su concentración”, explicó.

En la actualidad se están realizando investigaciones por parte del CIEP (Centro de investigación en Ecosistemas de la Patagonia/Coyhaique), el Centro Copas Sur-Austral y el Centro i-mar, para cuantificar cuanto de la disminución del OD tiene que ver con factores naturales y cuanto es debido a actividades antrópicas, como la salmonicultura.