Foto referencial mejillones de cultivo: Foto Archivo Salmonexpert.

Estudio destaca bajo impacto de salmón de cultivo frente a otras proteínas animales

Estados Unidos: En la investigación, se afirma también que comer mejillones de cultivo puede ser una opción más ecológica que convertirse en vegano.

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El salmón de cultivo también tuvo un buen desempeño en el estudio donde se examinaron 148 fuentes de producción de alimentos de origen animal (ASF) provenientes de la ganadería, la acuicultura y la pesca, tomándose en cuenta los impactos ambientales como el uso de energía, emisiones de gases de efecto invernadero, liberación de nutrientes y compuestos acidificantes

Los investigadores también examinaron la demanda de agua dulce, el uso de pesticidas y el uso de antibióticos.

Los métodos de producción que tuvieron menor impacto fueron la pesca de pequeños peces pelágicos y la acuicultura de moluscos, mientras que por el contrario, los métodos de producción de mayor impacto fueron la producción de carne y la acuicultura del bagre, en este último caso debido a la gran cantidad de energía requerida por las bombas de recirculación.

Diferencias de hasta 100 veces

"Los métodos utilizados en el estudio fueron sólidos y los resultados se alinearon con los hallazgos de otros estudios", dijo Richard Waite, un experto en alimentos del World Resources Institute, que no participó en la investigación. Sin embargo, este estudio no tuvo en cuenta la cantidad de tierra que requieren los diferentes animales, explicó Waite en el sitio web medioambiental estadounidense Grist.

Waite estuvo de acuerdo con una de las principales conclusiones del estudio, que es simplemente difícil vencer al cultivo de productos de mariscos en el mar. "No se usa tierra, no se usa agua dulce, no se usa fertilizante, de hecho, se limpia el agua circundante", expresó.

Añadiendo que, “los cultivos de mariscos generalmente se encuentran en aguas costeras, donde hay mucho espacio. Considerando estos factores juntos, pareciera que es más ecológico obtener calorías de los mejillones que de las verduras”.

"Una verdadera sorpresa para mí fue ver cuán bajo fue el impacto del cultivo de salmón", expuso a Grist uno de los autores del estudio, Ray Hilborn. "He trabajado mucho con los pescadores de Alaska y básicamente odian la salmonicultura, pero al parecer no es tan mala".

Los autores señalan que hay diferencias de hasta 100 veces en los impactos entre productos específicos y, en algunos casos, para el mismo producto, dependiendo del método de producción que se utilice.

También advierten que muchos métodos de producción no han sido evaluados, lo que limita su análisis al rango de trabajos que se han publicado.

"Las restricciones reglamentarias sobre los métodos de producción de ASF, así como la orientación al consumidor, deberían considerar el impacto ambiental relativo de estos sistemas, ya que, actualmente, parece haber poca relación entre las restricciones regulatorias y el impacto en la mayoría de los países desarrollados", agregaron.

Revise el abstract del estudio aquí