Ex ejecutivos de la salmonicultura se suman a reconocida consultora

Abogados Rubén Henríquez y Joaquín Vial.

Chile: Se trata de los abogados Rubén Henríquez y Joaquín Vial, quienes fueron parte de empresas como Australis Seafoods, y que ahora se sumaron a Insight Process Management.

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Dos ex ejecutivos de Australis Seafoods, los abogados Rubén Henríquez y Joaquín Vial, ahora están tomando un nuevo rol en una reconocida consultora que trabaja con la industria salmonicultora.

En entrevista con Salmonexpert, Henríquez manifestó que desde el rol anterior de ambos “veníamos trabajando en un modelo de gestión junto con la consultora Insight Process Management (Insight PM), a la cual nos incorporamos este mes de manera formal. Esta asociación nace ante la creciente necesidad de las empresas de contar con herramientas eficientes que logren dar respuesta a los requerimientos de gobernanza, riesgo y cumplimiento de una manera integral”.

Los estándares cada vez más elevados en materias tales como responsabilidad penal de las personas jurídicas (reciente ley de delitos económicos y atentados contra el medio ambiente), libre competencia o requerimientos de buenas prácticas de gobierno corporativo, sumado a la regulación ambiental y sectorial específica de cada área, “hacen indispensable incorporar el cumplimiento dentro de la estructura de negocio. La acumulación de políticas y procedimientos carentes de una aplicación y control real se ha convertido en una debilidad para las estructuras organizacionales, exponiendo su responsabilidad incluso más que no contar con ellos”, indicó el ejecutivo.

Así las cosas, la propuesta tiene la virtud de combinar experiencia y conocimientos en cumplimiento normativo en temas regulatorios, penales y corporativos, con el desarrollo de herramientas que permitan integrar estos controles en la gestión de los distintos procesos de manera eficiente al desarrollo del negocio. “No es coincidencia el que sus socios fundadores sean, por un lado, el abogado Marco Mercado, destacado académico en materia penal, con experiencia en el Ministerio Público y la Fiscalía Nacional Económica, quien fue el encargado del diseño estratégico e implementación del área de cumplimiento en una de las empresas con mayor madurez corporativa como Falabella y, por el otro, Gerardo Riquelme, ingeniero civil electrónico con una amplia trayectoria en multinacionales como Microsoft, quien ha acompañado a múltiples empresas en la transformación digital e integración de sistemas en la gestión de sus procesos”, detalló Henríquez.

¿Cómo busca trabajar este proyecto junto a la industria salmonicultora? El abogado comentó que la nueva Ley de Delitos Económicos junto con las nuevas figuras de delitos ambientales, “constituyen un tremendo desafío, pero a la vez la oportunidad de demostrar que se están haciendo las cosas de manera correcta. Esta modificación viene aparejada de un importante cambio de foco, en el que el escrutinio recae principalmente en los cargos directivos, ejecutivos y tomadores de decisiones, por lo que contar con estructuras robustas de gobernanza y herramientas ágiles que permitan una correcta toma de decisiones es indispensable”.

“Otro tema que no se escucha mucho, es el de aseguramiento de la cadena de valor que requiere el mismo nivel de cumplimiento. Todos aquellos terceros con quienes las empresas se relacionan y gestionan temas e intereses a nombre de ellas, deben estar bajo una atenta supervisión. Nuestro foco es brindar a las empresas las herramientas que permitan este control sin desconocer la necesidad de agilidad del quehacer cotidiano”, señaló el ex ejecutivo de Australis Seafoods.

Acá, de acuerdo con Rubén Henríquez, “tendremos un escenario de riesgo de responsabilidad personal más intensa para los ejecutivos y paralelamente, estarán las sanciones para las empresas. Esto, en nuestro concepto, abre un escenario en que la única manera de abordar estos más de 200 delitos (más los que ya se sancionaban) es desde la mirada del negocio. No sólo porque es la forma más eficiente de poder gestionarlos, sino que el modelo tradicional de ir riesgo por riesgo y norma por norma, no escala. No hay recursos, tiempo ni capacidad para hacerlo. En resumen, enfrentamos un cambio de paradigma, en que pasamos de la papelería a la necesidad de mostrar y ser efectivos en lo que hacemos y cómo lo hacemos”.