
Acuicultura necesita crecer en un 15% anual para evitar colapso de las pesquerías
Economistas, biólogos pesqueros y biólogos evolutivos de la Universidad de Kiel, de the Geomar Helmholtz Centre for Ocean Research Kiel, y de la Universidad de Helsinki (Finlandia), trabajaron en un proyecto interdisciplinario que calculó cómo la pesca y la acuicultura se desarrollarán en las próximas décadas respecto de los peces más populares: lubina, salmón, bacalao y atún. Estos cuatro peces se encuentran entre las especies más populares en los mercados de Norteamérica y Europa. El salmón y lubina provienen mayormente de la acuicultora, mientras que el bacalao y el atún provienen de las pesquerías, según informó AquaHoy.
El estudio trató de responder a la pregunta de ¿cómo las poblaciones de peces silvestres se desarrollarán hasta el año 2048? Los autores tomaron en cuenta que no sólo los factores biológicos influyen, sino que también el desarrollo económico afecta a las pesquerías. Los científicos simularon progresos técnicos particulares en la pesca, el incremento de la demanda mundial por pescado y el crecimiento en el abastecimiento de la acuicultora. Además, el estudio examinó la inter-relación de estos factores en varios escenarios con limitada eficacia de la regulación sobre las pesquerías.
“Una proyección realista del futuro desarrollo de las poblaciones de peces de importancia económica sólo puede ser alcanzado si, en adición a los factores biológicos, tenemos en cuenta las fuerzas económicas. El resultado nos sorprendió, debido a que el desarrollo económico tiene una mayor influencia sobre las poblaciones de peces de lo que esperamos”, manifestó el profesor Martin Quaas, del Instituto de Economía de la Universidad de Kiel.
El incremento de la producción acuícola puede aliviar las poblaciones de peces silvestres; sin embargo, este efecto positivo probablemente será superado por una mayor demanda y el progreso tecnológico en la industria pesquera, incrementando de esta forma la presión pesquera sobre las poblaciones silvestres. Bajo las actuales condiciones, la producción acuícola tendría que aumentar entre 15 y 24% para mantener las reservas, una cantidad poco realista desde el punto de vista de los científicos. A ellos se suma el problema de que los peces procedentes de la acuicultura son frecuentemente alimentados con pescado silvestre.
“Aun si establecemos tasas muy optimistas y el aumento de la proteína vegetal en las dietas, la presión sobre las pesquerías y las poblaciones de peces podría incrementarse enormemente y probablemente cause su colapso”, dijo el co-autor del estudio Thorste Reusch del Geomar Helmholtz Centre for Ocean Research Kiel.
Revise el estudio completo (sólo disponible en inglés).
http://onlinelibrary.wiley.com/doi/10.1111/gcb.13060/abstract