Fortalecer la inmunidad de mucosas: clave en la prevención de la tenacibaculosis

Desarrollar dietas funcionales o suplementos que fortalezcan la barrera mucosa de los peces y estimulen su inmunidad local podría ayudar a prevenir la infección por T. dicentrarchi.
En una reciente publicación, científicos chilenos descubrieron que Tenacibaculum dicentrarchi no solo logra adherirse a la superficie del pez, formar biofilms, y evadir la respuesta inmune del mucus, sino que también provoca un desplazamiento significativo de la microbiota normal de la piel, generando disbiosis y favoreciendo condiciones para el desarrollo de la tenacibaculosis.
Utilizando herramientas de secuenciación de alto rendimiento y análisis estadístico como SIMPER, los investigadores identificaron qué grupos bacterianos -a nivel de ASVs (Variantes de Secuencia de Amplicones)- fueron responsables de aproximadamente el 52-58% de las diferencias en la comunidad microbiana entre peces sanos y peces infectados.
“Como muchos patógenos, Tenacibaculum, cuando encuentra condiciones para proliferar en su hospedero (por ejemplo, en situaciones de estrés, heridas en la piel, problemas del sistema inmune, entre otros) supera en abundancia al resto de los microorganismos que son parte de la comunidad como “microbiota normal” o también llamada disbiosis y eso conlleva a problemas de salud y brote de la enfermedad”, explicaron a Salmonexpert el Dr. Ruben Avendaño, investigador de la Universidad Andrés Bello, del Centro de Investigación Marina Quintay (Cimarq) y del Centro Incar, y el Dr. Héctor Levipan, investigador de la Universidad de Playa Ancha, ambos parte de los autores del estudio.
Así, los diez filos bacterianos más abundantes, ordenados de mayor a menor presencia, fueron: Proteobacteria, Bacteroidota, Campylobacterota, Cyanobacteria, Bdellovibrionota, Patescibacteria, Chloroflexi, Verrucomicrobiota, Myxococcota y Desulfobacterota. "En cuanto a los géneros predominantes, la mayoría pertenecía al filo Proteobacteria, con la excepción del patógeno de peces T. dicentrarchi (filo Bacteroidota), cuya presencia fue particularmente alta a las 2 horas post infección (hpi), disminuyendo considerablemente hacia los 21 días post infección (dpi)", agregaron los científicos.
Además, los resultados confirmarían la capacidad de este patógeno de colonizar y multiplicarse rápidamente en peces sanos, sin importar las barreras mucosas de los peces sanos.
Frente a esto, los autores recomendaron desarrollar dietas funcionales o suplementos que fortalezcan la barrera mucosa de los peces y estimulen su inmunidad local, previniendo así la colonización de T. dicentrarchi.
De la misma forma, recalcaron que en un aspecto normativo, en la actualidad las infecciones bacterianas se siguen considerando como provocadas por un único microorganismo, pero en la mayoría de las ocasiones bacterias como Piscirickettsia salmonis o Renibacterium salmoninarum, provocan una inmunosupresión en los peces que llevaría a que la tenacibaculosis apareciera con mayor fuerza, especialmente en ciertas estaciones del año.
“En este sentido, es muy relevante comenzar a visibilizar en la clasificación de mortalidades las coinfecciones entre dos o más bacterias, incluso distintas variedades de una única especie. Cada semana en la literatura se evidencian más casos de coinfecciones, incluso entre distintos microorganismos como bacterias y parásitos o virus y parásitos o virus y bacterias, lo que debemos ir considerando en pos de abrirnos a buscar soluciones más amplias que solo el tratamiento o prevención de un microorganismo particular, siendo el primer paso reconocer en la clasificación de mortalidad cuando hay más de un microorganismos”, destacaron los científicos.