El arduo trabajo de Salmones Austral para validar científicamente sus metas climáticas

La empresa generó un plan de disminución de emisiones de gases de efecto invernadero al año 2033, alineado con el acuerdo de Paris, y confirmado técnicamente por SBTi.
En un hito para la industria acuícola, Salmones Austral se convirtió en la primera empresa del sector salmonicultor en América Latina y en Chile en tener metas de reducción de emisiones validadas por la iniciativa internacional Science Based Targets (SBTi). Este reconocimiento posiciona a la compañía dentro del selecto grupo de organizaciones a nivel global que han alineado su estrategia de descarbonización con la ciencia climática.
Justamente, en entrevista con Salmonexpert, Claudio Melgarejo, gerente de Administración y Finanzas en la productora, detalla el arduo trabajo realizado para alcanzar este logro.
¿Cómo lograron ser la primera empresa salmonicultora en América Latina con metas climáticas validadas por Science Based Targets?
La compañía decidió abordar su proceso de adaptación al cambio climático desarrollando una estrategia basada en la ciencia, con los más altos estándares internacionales. Establecimos nuestra línea base el año 2022, y generamos un plan de disminución de emisiones de gases de efecto invernadero al año 2033, alineado con el acuerdo de Paris y validado por SBTi.
Este camino no lo recorrimos solos, entendemos que este tiene que ser un esfuerzo de la industria, en nuestro caso, los proveedores y en particular los de alimento juegan un rol fundamental en la disminución de emisiones. Por ello realizamos un trabajo con ellos – Biomar y Skretting – para alcanzar nuestra trayectoria de disminución, por ejemplo.
Ha sido un trabajo bastante extenso y que ha involucrado a todas las áreas de Salmones Austral.
¿Qué implica este importante paso con SBTi?
Ser la primera compañía salmonicultora nacional y a nivel latinoamericano con metas de disminución de emisiones validadas por SBTi es un orgullo y ejemplo para el resto de la industria. Esto nos permite estar a la altura de las compañías con metas de adaptación más ambiciosas a nivel global.
¿Cuáles son sus metas climáticas específicas?
Nuestro plan de disminución al 2033 implica reducir el alcance 1 y 2 en 54, 6% y el 32%, 5 en alcance 3. Para las emisiones asociadas al uso de suelo (FLAG) en 39,4% al 2033 con base en 2022.
¿Esas ambiciones son suficientes o quedan aspectos por avanzar?
Este es un proceso continuo y también depende de nuevas tecnologías e innovaciones, por lo tanto, estamos siendo muy proactivos en capturar nuevas iniciativas.
Este proceso se fundamenta en la innovación. A medida que pasa el tiempo, nuestro equipo y las nuevas tecnologías nos brindaran soluciones adecuadas a los desafíos climático que enfrentemos.
¿Qué desafíos restan todavía respecto a impulsar la sostenibilidad de la industria chilena del salmón?
Ojalá muchas más compañías y proveedores se puedan sumar a estas iniciativas, entendemos que el esfuerzo conjunto contribuye al objetivo final. Tenemos que pensar en la industria chilena más que en objetivos individuales.
¿Qué regulaciones faltan en el sector salmonicultor nacional que empujarían una mayor sostenibilidad?
La sostenibilidad es multifactorial, implica el relacionamiento comunitario, aspectos financieros y ambientales, como también de gobernanza de las diferentes organizaciones. En el caso particular de la disminución de emisiones, hemos avanzado, pero al ser Chile uno de los países que más sufrirá los impactos del cambio climático, todos los esfuerzos son necesarios.