Preocupación por menor producción de smolts
Christian Pérez Un análisis de la industria del hatchery durante el período 1988-2010 muestra que el volumen de producción se quintuplicó, junto con una reducción del 50% en los costos y precios de los smolts. En el mismo período, el número de hatcheries cayó significativamente, con un sólido aumento en el volumen de producción por hatchery. La baja en los costos sería el reflejo de notables avances tecnológicos y fuerte crecimiento productivo. Hilde Ness Sandvold, de la Universidad de Stavanger, es una becaria doctoral bajo el programa Havbruk del Consejo para la Investigación de Noruega y ha centrado su estudio en el crecimiento de la innovación y la productividad en la producción de los hatcheries noruegos. Sus resultados muestran que los desarrollos del sector son preocupantes desde el año 2006. La innovación reduce los costos “Desde 1988 al 2005, la productividad aumentó rápidamente y los productores noruegos de smolts ayudaron a fortalecer la competitividad de toda la industria salmonicultora noruega” explicó Sandvold. “Sin embargo, desde el 2006 al 2010 la productividad cayó, tendencia que ha continuado después del 2010”. Menores productividades implican que es más alto el costo por smolt necesario para mantener el volumen de producción. Esto significa smolts más caros y costos más altos para los consumidores de pescado, situaciones que debilitarían la competitividad. La investigadora apunta a las innovaciones en ovas, alimentos, vacunas y tecnología (no menos al control de la iluminación) como los principales factores que guiaron el fuerte crecimiento de la productividad hasta el 2006. “Estos avances condujeron a una producción de smolts durante todo el año, a mayor flexibilidad para las elaboradoras de productos del mar y a una producción ambientalmente más amigable” afirmó Sandvold. “Cuantificamos el impacto económico de varias innovaciones, estimando el impacto que generaron en la productividad de la industria con el tiempo”. “Es caro innovar” expresó Sandvold, “no obstante, en el largo plazo las innovaciones pagan. La tendencia negativa observada a partir del 2006 indica que la industria del hatchery tiene dificultades para mantener el mismo ritmo de innovación que ostentaba antes. Esto plantea un enorme desafío para la industria salmonicultora en general”. La científica planea mirar de cerca las causas en la reducción de la productividad de la industria del hatchery.