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Subsecretario Galilea afirmó que no se deben relajar normas sanitarias

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Karla Faúndez

Según la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), las medidas de control buscan extremar las medidas de seguridad para evitar el escenario de vulnerabilidad que mostró el gremio entre el 2007 y 2010, cuando la propagación del virus ISA provocó el desplome del sector con pérdidas de unos US$ 5 mil millones y el recorte de unos 15 mil puestos de trabajo, informó Diario de Aysén.

“El cambio normativo realizado en estos cuatro años junto a la industria, permite tener tranquilidad desde el punto sanitario y ambiental, de que no van a ocurrir crisis profundas cono las que se tuvieron en el 2007 con el ISA. Nosotros visualizamos que al menos en los próximos años 2014 y 2015, deberían establecerse los volúmenes de producción en torno a las 700 mil toneladas. De éstas, poco más de 350 mil se producen en Aysén”, dijo Pablo Galilea.

“En los aumentos de costos, ocurridos principalmente este último año, inciden una disminución de los índices de productividad originados en un aumento de la mortandad; la disminución del peso de cosecha y a que se está cosechando en un período de meses mayor al óptimo. Todas situaciones que hacen incrementar los costos y en los que la industria debe tratar de optimizar sus procedimientos”, agregó.

Entre las mayores exigencias sanitarias impuestas por la autoridad, se encuentra el nuevo reglamento de densidades publicado este mes, y que estipula un eventual disminución en el número de peces del proceso de siembra tras evaluar el correcto desempeño sanitario de las concesiones en el período de cultivo anterior. La resolución fija un rango entre 17kg/m³ para salmón Atlántico y 12kg/m³ para trucha arcoíris y salmón coho. La medida busca disminuir el hacinamiento en las jaulas que se considera propicio para el brote de enfermedades por el mayor estrés al que se somete a los peces.

A esto se agrega, según representantes de la industria, una estricta norma sanitaria que incrementa hasta seis veces los costos necesarios para producir un kilo de salmón en Chile en relación a Noruega, principal productor mundial.

Galilea defiende el reglamento vigente y sostiene que su progresivo perfeccionamiento ha permitido recuperar la industria: “Obviamente que (estas medidas) restan competitividad, pero tú no puedes relajar la norma sanitaria con el objeto de hacerlas más competitivas, porque en definitiva si el Estado relaja la fiscalización y la normativa en temas como remedio, vacunas, control del cáligus, simplemente podemos volver a caer en la peor de las crisis que la industria ha enfrentado, como fue la del ISA”.

“La competitividad no se puede buscar por la vía de la relajación de las normas, sino que la competitividad debe buscarla la industria por la mayor eficiencia en su producción. Entre lo que se cuenta no entusiasmarse por volúmenes de producción mayores a lo aconsejable en biomasa, de peces en el agua, porque eso es lo que en definitiva hace aumentar los costos sanitarios”, finalizó el subsecretario.