
Sustentabilidad y factores de deformidad en salmónidos
La visión de Takle sobre la producción sustentable de salmones a nivel global, es que ésta significa “producción de salmones normales”, afirmando que “si tienes una gran cantidad de deformidades en tu producción puedes estar seguro de que no posees peces robustos”.
En Chile, las deformidades en salmónidos constituyen un problema continuo (marcado por problemas graves de salud) y en Noruega, los problemas más serios en esta área (presentes hasta el año 2005) están aumentando nuevamente.
El paradigma del investigador de Nofima, es que “la principal razón de la ocurrencia de deformidades está determinada por la intensidad de la producción, determinada a su vez por altas tasas de crecimiento y altas temperaturas, entre otros factores”.
“Una pregunta recurrente en la industria salmonicultora es cuánto se pueden aumentar las tasas de crecimiento” sostiene Takle, expresando que “las enfermedades y malformaciones, crecimiento, crecimiento/rendimiento y salud son factores que están directamente relacionados e interactúan en relación con sus niveles”.
El investigador establece que existe falta de conocimiento en base a los efectos específicos de la calidad del agua en el cultivo de salmones, que constituye un factor importante y debe conocerse en profundidad.
En lo que se refiere a detalles de la investigación, recalcó que en la incubación de ovas de salmón Atlántico no deben superarse los 8 °C, ya que pueden surgir una serie de problemas graves, incurriendo en un alto porcentaje de deformidad, siendo el período previo a la ova-ojo el más sensible a las temperaturas.
20 tipos distintos de deformidades se encontraron en esta subespecie, como la anquilosis, donde dos o más cuerpos vertebrales se fusionan, lo cual puede afectar gravemente al pez y al producto, a menudo causada por temperaturas elevadas en el desarrollo temprano. En cuanto al rango de temperatura para salmones Atlánticos juveniles, debería mantenerse en 12 °C idealmente y no superar los 14 °C.
Algunas herramientas utilizadas para el estudio de las deformidades en esta investigación fueron; la radiogafía (desde los 2gr), análisis mineral (desde eclosión), PCR (reacción en cadena de la polimerasa) en tiempo real, hibridación in situ e inmunohistoquímica.
Alimento y fotomanipulación
“El contenido mineral no sólo debe observarse en el alimento de los peces, sino en los peces”, afirma Takle, quien plantea que aún existe un factor impredecible en el suministro de fósforo en la dieta de los salmones.
Por otro lado, la deficiencia de fósforo, que sí es conocida, se vuelve peor si se combina con deficiencia de zinc. Deformidades de mandíbula no se presentan en peces con un suministro apropiado de fósforo, lo cual es inversamente proporcional en ausencia del mineral, y aumenta levemente si también hay carencias de zinc.
En cuanto a la fotomanipulación, los datos de la exposición concluyen que una de las consecuencias de la producción de smolts con luz artificial, es la presencia de vértebras más angostas y una cantidad más baja de minerales, como calcio y fósforo.
Algunas de las conclusiones apuntan a que las deformidades tienen una etiología compleja y que no existen factores aislados, la temperatura debe ser controlada (en ovas y juveniles) y los minerales inciden de manera importante en el desarrollo de los huesos (las vitaminas también son importantes, pero sobre éstas existen menos estudios).
La calidad del agua es un factor complejo, que necesita ser más estudiado, sobretodo en sistemas de recirculación.
No se debe vacunar a salmones Atlánticos en esmoltificación en ciclos de luz continua y se necesita una evaluación crítica de los diversos tipos de vacunas.
Desafíos chilenos
Según el investigador noruego, dentro de los desafíos para nuestro país se encuentran:
- Identificar y establecer protocolos óptimos sobre el enfriamiento de ovas, sus características y consecuencias.
- Identificar las consecuencias que genera el traslado de peces en las diversas etapas de desarrollo, ya que constituye un factor de riesgo que puede causarles deformidad.
- La producción en etapas tempranas también presenta el riesgo de que aparezcan deformidades. Se debe especificar protocolos para las distintas temporadas, personalizados para cada compañía, lo cual implicaría una mejora significativa en los resultados.
- No se dispone de suficiente información sobre el efecto del tratamiento farmacéutico en los peces, pero los informes indican presencia de riesgo.
Harald Takle concluyó su presentación con las siguientes palabras: “Hay dos cosas que deben recordar: los problemas de deformidad no se resuelven con diagnósticos y las deformidades son equivalentes a una salud pobre en los peces”.