Patagonic RAS 2018. Foto: Loreto Appel, Salmonexpert.

Beneficios del RAS y proyecciones de este sistema de cultivo en Chile

Chile: El analista económico Jan Petter Lindsetmo y el director de Producción Agua Dulce de Grieg Seafoods, Frode Mathisen, concordaron que nuestro país no debería apostar por desarrollar todo el ciclo productivo del salmón en tierra, sino más bien, enfocarse en la inversión en sistemas de cultivo offshore.

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Durante el seminario Patagonic RAS de Biomar, realizado el pasado jueves en Puerto Varas, el especialista financiero del DNB Bank, Jan Petter Lindsetmo, se refirió a las perspectivas mundiales de la acuicultura en la industria del salmón.

En su charla, Lindsetmo recalcó que el salmón es la especie acuícola más valorizada a nivel mundial, con una alta demanda, generando divisas por US$ 17 mil millones.

A juicio del analista financiero, las ventajas de cultivar salmones en tierra son diversas. “Se reduce el tiempo de cultivo en el mar, hay menos exposición a piojos y patógenos, lo que mejora la bioseguridad de los peces. Además, se evita la exposición a Floraciones de Algas Nocivas (FAN). Cultivarlos en tierra, mejora la calidad del smolt y desciende la mortalidad en la primera etapa”, argumentó, agregando que existe una evidente mejora en la eficiencia de las vacunas y una considerable reducción en el uso de antibióticos en agua de mar.

Según Lindsetmo, en Noruega se ha realizado una inversión de US$ 800 millones en instalaciones RAS. “Sin embargo, solo el 35% de las pisciculturas son RAS, aunque la tendencia muestra que desde el 2013 convertirse a RAS ha crecido”, comentó.

Jan Petter Lindsetmo, especialista financiero del DNB Bank. Foto: Loreto Appel.

Para el profesional, en Noruega los sistemas RAS si pueden competir con el cultivo en mar, ya que la normativa apoya la producción de salmón en tierra, ya que las concesiones marítimas son costosas.

“El costo de la industria noruega es muy alto en agua de mar, ya que se invierte mucho en tratamientos contra el piojo del salmón. En este sentido, durante el 2017, Chile y Noruega presentaron costos similares asociados a la producción, y se prevé que el 2018 sea igual”, explicó.

Lindsetmo recalcó que para saber si el cultivo en tierra es competitivo, se necesitarían dos a tres años de desarrollo, además de ser capaces de producir las toneladas demandadas por los mercados. “Considero que las oportunidades de Chile no están en el cultivo en tierra, sino que en el cultivo off-shore”, puntualizó.

Calidad del agua

Por su parte, Frode Mathisen, director de Producción Agua Dulce de Grieg Seafoods, expresó que en Noruega, la tendencia es a producir postsmolts -o smolts más grandes-, los cuales el 99% proviene de sistemas RAS. Sin embargo, acusó inconvenientes, como el alto costo de implementar estos sistemas.

“El objetivo de cultivar smolts más grandes es la sustentabilidad y por ende, se obtienen más ingresos, porque los costos, particularmente de salud, disminuyen”, argumentó.

Frode Mathisen, director de Producción Agua Dulce de Grieg Seafoods. Foto: Loreto Appel.

A su juicio, la robustez del smolt es esencial para disminuir la mortalidad. “Se reduce el tiempo de cultivo en el mar. Pero ¿cuánto es lo óptimo que se puede reducir? En mi experiencia, con smolts cultivados hasta las 300 grs. se puede reducir en 6 meses el periodo de cultivo en el mar”, explicó.

Según comentó, cuando nació esta idea de smolts más grandes en el 2007, el objetivo principal era aumentar la producción, “pero ahora, el objetivo es tener buenos periodos de descanso de los centros de mar, evitando cualquier complejidad en la bioseguridad y así poder aumentar los centros que trabajan con post smolts. La utilización de post smolts debe hacerse de manera adecuada y de todas maneras, el costo debe tomarse en cuenta. La idea es encontrar el balance justo, el punto intermedio, pues los productores encuentran llamativo todos los riesgos que se evitan con los sistemas RAS, pero no quieren invertir tanto”, explicó Mathisen.

Como experiencia, Mathisen contó que Grieg Seafood posee dos centros de agua dulce con sistema RAS. “Al implementar RAS debe hacerse lo más simple posible. Lo esencial está en el control de la calidad del agua, incrementar la salinidad de a poco, mantener la temperatura siempre baja, entre 13º y 14º C y luz las 24 horas, sin invierno”, recalcó.

A su parecer, Chile tiene pocas proyecciones de desarrollar el cultivo en tierra. “No hay espacio para cultivar el ciclo completo del salmón en tierra. Si adoptar los sistemas RAS sería muy positivo, pero lo que más se debe aprovechar en Chile es la extensa costa y apostar por sistemas offshore”, concluyó.