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El riguroso estándar de Nova Austral para no afectar la biodiversidad en Parque Nacional Alberto D’Agostini

Centro de cultivo de Nova Austral.

La salmonicultora dice que en sus reportes, identifican actividades, aspectos peligrosos e impactos potenciales que pueden afectar el medio ambiente o las especies presentes.

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Recientemente, Nova Austral dio a conocer su Reporte de Sostenibilidad 2024, donde muestra entre otras cosas, sus acciones para no afectar la biodiversidad en el Parque Nacional Alberto D’Agostini.

Lo anterior, dado que una porción significativa de sus centros de cultivo opera dentro de los límites de este importante parque nacional, uno de los más extensos de Chile, que protege ecosistemas marinos y terrestres de gran relevancia.

Específicamente, la salmonicultora cuenta con concesiones en Isla Capitán Aracena y en el área del Canal Cockburn que se encuentran dentro de esta área protegida, lo que representa un 0,007% del total del parque.

• 15 concesiones marítimas están en Isla Capitán Aracena.

• 4 concesiones marítimas en el área Canal Cockburn.

Operar en estas relevantes zonas, aclaran, “nos impone un estándar de gestión ambiental particularmente riguroso y nos obliga a un diálogo y colaboración permanentes con las autoridades y comunidades para asegurar la compatibilidad de nuestras actividades con los objetivos de conservación”.

Debido a esto, “realizamos informes de biodiversidad de manera periódica para cada uno de los centros de cultivo operativos, usando como guía el Aquaculture Stewardship Council (ASC). Esta entidad tiene la misión de brindar estándares medioambientales que logren minimizar o eliminar los impactos sociales y ambientales de la acuicultura, permitiendo que la industria sea sostenible”.

Los informes de biodiversidad son elaborados con el apoyo de terceros para cada unidad productiva (piscicultura y centros de cultivo). Tienen como objetivo caracterizar y evaluar el entorno directo y los impactos sobre los ecosistemas adyacentes de nuestros centros de producción. Estos ecosistemas se clasifican en su categoría de conservación, según la Ley de Caza N° 19.473, Reglamento de Clasificación de Especies (RCE) D.S. No. 10/2023 y los criterios de la IUCN (Red List of Threatened Species). Además, monitorean para identificar la posible interacción de nuestras operaciones con otras Áreas de Alto Valor para la Conservación (AAVC), como sitios de importancia para aves y mamíferos marinos.

Como parte de sus estudios, puntualizan en la empresa, “identificamos las actividades, aspectos peligrosos e impactos potenciales que pueden afectar el medio ambiente o las especies presentes en los ambientes circundantes”. Entre potenciales impactos identificados sobre la biodiversidad se tiene:

• Actividades cotidianas como arrojo de residuos al medio acuático y marino, que podrían generar una contaminación,

• En alimentación, prácticas inadecuadas del personal, podrían llevar a la eventual agresión de a fauna silvestre.

• Sobre limpieza de playas, podría generarse pérdida de alimento, contaminando el medio acuático y/o marino.

• Recepción/entrega de suministros, desechos, entre otros, podría generar basuras y desechos en la costa, derrame de hidrocarburos al medio acuático y/o marino, contaminando la zona.

• Contingencias como escape de peces, mortalidad masiva, enmalle accidental de aves y mamíferos, derrame o falla de ensilaje, podría generar diferentes daños.

Con los estudios de biodiversidad, su departamento Técnico establece un programa de sensibilización con frecuencia anual dirigido a todo el personal de las instalaciones. Además, a los riesgos hacia la naturaleza y la biodiversidad también se les brinda seguimiento a través de sus matrices ambientales; un primer control es ejercido por parte del departamento Técnico, y un segundo es responsabilidad del departamento Legal y Compliance.

Adicionalmente, existen infografías, en todos los centros de producción de Nova Austral, sobre aquellas especies identificadas en estos estudios de biodiversidad de las zonas. En estas infografías se indica especialmente el estado de conservación de cada especie. “Nuestro compromiso con la biodiversidad de Magallanes es firme. Continuaremos monitoreando nuestros impactos, implementando las mejores prácticas disponibles y buscando oportunidades de colaboración para contribuir a la conservación de este extraordinario patrimonio natural”.