Fiscalización por escape de peces en centro Caicura de Salmones Blumar. Foto: Sernapesca.

“Debe existir una institución que monitoree escapes de salmón continuamente”

Chile: El director de Invasal, Daniel Gómez, considera insuficiente y sin asidero biológico la exigencia por parte de la autoridad de un 10% de recaptura ante una fuga de peces.

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Durante la semana pasada, el Centro de investigación Interdisciplinario para la Acuicultura Sustentable en Chile (Incar) y la Misión del Núcleo Milenio de Salmónidos Invasores lanzaron un nuevo Policy Brief que pretende entregar conocimiento general sobre escapes de peces en Chile, además de contribuir a la generación de procedimientos formales por parte de la institucionalidad pública, en relación con las medidas de contingencia que se deben realizar frente a un escape de salmones.

El material contempla una elaboración de antecedentes, seguida por una propuesta de monitoreo y seguimiento, como también el desarrollo de metodologías que pueden facilitar la interpretación de información recolectada en el proceso de recaptura.

Los investigadores a cargo proponen una serie de metodologías que pueden facilitar la interpretación de información recolectada en el proceso de recaptura, tales como: proyección de sobrevivencia de los individuos escapados; análisis del contenido estomacal; análisis de la dieta mediante la técnica de isótopos estables; análisis genéticos para determinar origen de los individuos; y uso obligatorio de marcadores en todos los peces de cultivo.

“Para que las recapturas y el seguimiento de los escapes sean eficientes y para minimizar el posible daño ambiental es esencial que exista una buena coordinación público y privada. Es necesario que existan normas y procedimientos conocidos y aprobados por el Estado para llevar a cabo las capturas, procesar los individuos capturados, recopilar, analizar la información y posteriormente generar informes sobre potenciales impactos y medidas de mitigación”, se establece en el documento.

Daniel Gómez, director de Invasal.

Institucionalidad

En conversación con Salmonexpert, Daniel Gómez, director de Invasal, realizó un diagnóstico sobre los últimos acontecimientos, detectando mejoras en los tiempos de respuesta ante la contingencia por parte del sector público y privado.

“Veo que la coordinación entre la autoridad, sociedad y empresas está mejorando. La velocidad de respuesta ante escapes de peces ha ido mejorando, en base al aprendizaje y adaptación”, explica.

Los representantes de la iniciativa Invasal, se preparan para lanzar prontamente un informe luego del escape de Mowi ocurrido en 2018, desde donde adelantan algunas conclusiones, como la importancia de marcar a los peces de cultivo y el potencial rol de los lobos en la remoción de salmones escapados.

El director de Invasal hace hincapié en la necesaria creación de un organismo estatal cuya única actividad sea el monitoreo continuo de recapturas y fiscalización de medidas de seguridad para prevenir escapes.

“Actualmente, no hay una política de recuperación de escapes. Básicamente la responsabilidad recae en la empresa, en coordinación con la autoridad. No hay una institución dentro del Estado que esté a cargo de monitorear de manera permanente y hacerse cargo de la medición de efectos cuando ocurren estos eventos. Esto requiere financiamiento continuo para un programa proactivo especializado en escapes de peces”, expresa.

Porcentaje mínimo de recuperación

De acuerdo con lo establecido en la Ley de Pesca y Acuicultura, se presume que existe daño ambiental si el titular del centro no recaptura como mínimo el 10% de los ejemplares en el plazo de 30  días contado desde el evento, prorrogables por una vez en los mismos términos.

Consultado sobre el establecimiento de este porcentaje, Gómez estima que es insuficiente y no tiene un asidero biológico: “Esto se realizó sin considerar a varios cuerpos de conocimiento que ahora sí son importantes de reconocer, como la biología de invasiones que establece que entre más se propaga un especie exótica en el ambiente, más probabilidades hay que una especie se pueda asilvestrar y naturalizar en un sistema, que es el caso del salmón Atlántico”.

El experto concluye que la exigencia de un 10% es insuficiente: “Hay que tomar acuerdos respecto de qué debemos exigir ante estos escapes y qué porcentaje es aceptable. Es parte de una discusión que debemos tener como sociedad, donde hay muchas voces que aportar, no sólo  desde la ciencia, sino que también de otros usuarios del borde costero”.