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Kingfisher evalúa con interés invertir en tecnología Hydrolicer en Chile en alianza con Altamar

Annie Dai, subgerente general de Kingfisher Marine Services; Carlos Piderit, Director de Altamar; Patricio Bram, Socio de Altamar; Bryan Wang, director ejecutivo de Kingfisher Marine Services; Raúl Cancino, representante de Kingfisher Chile; Walter Piderit, Director de Altamar; y Tomás Piderit, Asesor Financiero y Desarrollo de Altamar.

Ejecutivos de la firma china visitaron la zona sur del país y se reunieron con Altamar para conocer el potencial del sistema de tratamiento no químico contra el Caligus.

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La semana pasada, ejecutivos de la empresa china Kingfisher Marine Services estuvieron en la zona sur de Chile, donde sostuvieron reuniones clave con representantes de Naviera Altamar, con el propósito de conocer en terreno el funcionamiento del sistema Hydrolicer, una tecnología noruega que permite eliminar el caligus del salmón mediante un proceso libre de productos químicos. La visita responde al creciente interés de la firma asiática por ingresar al mercado chileno de la salmonicultura, con una propuesta basada en soluciones más limpias y sostenibles.

En conversación con Salmonexpert, Bryan Wang, director ejecutivo de Kingfisher Marine Services, comentó que el conocimiento previo de la industria chilena era más bien general, vinculado principalmente a los volúmenes de exportación de salmón hacia China. Sin embargo, el viaje a la región y la inspección directa del sistema Hydrolicer les permitió profundizar en la realidad local. “Chile exporta mucho salmón a China, así que estamos familiarizados con esta industria. Pero esta vez fui un poco más allá: visité un centro de cultivo y también inspeccioné el proyecto. Ahora tengo un mejor conocimiento de la industria del salmón en Chile”, comentó el ejecutivo.

Wang destacó la importancia estratégica del vínculo comercial entre ambos países, y señaló que Kingfisher está en proceso para desarrollar relaciones de colaboración con Altamar, aportando tanto capacidades técnicas como comerciales desde una perspectiva marítima. “China es un socio muy relevante para Chile como consumidor de salmón. En Kingfisher estamos muy interesados en investigar más profundamente esta industria, y también en cooperar conjuntamente con Altamar a potenciales clientes aquí, ofreciendo nuestros servicios técnicos marinos. Estamos contentos de incorporarnos a esta industria”, sostuvo.

Tecnología

El ejecutivo manifestó una valoración muy positiva del equipo Hydrolicer, subrayando que se trata de una tecnología que no recurre a productos químicos, lo cual representa una ventaja significativa en términos de bienestar animal y sustentabilidad. “El Hydrolicer es un equipo muy bueno para tratar el Caligus en el salmón. Pude subirme a bordo de la embarcación e inspeccioné el equipo completo. Es un equipo profesional, muy beneficioso para la industria, para limpiar el salmón y tratar este parásito sin causar daño al pez”.

En cuanto al modelo de cooperación, Wang explicó que Altamar ya adquirió el equipo Hydrolicer y se encuentra preparando un proyecto piloto para demostrar su eficacia. En esta etapa inicial, Kingfisher entregará apoyo financiero a través de un préstamo especial. “Este primer paso es fundamental para demostrar que el equipo funciona muy bien. Más adelante, creemos que sería muy beneficioso personalizar el diseño de embarcaciones específicamente para este tipo de equipos. En ese sentido, China tiene una gran capacidad para ofrecer diseños calificados, construir embarcaciones y brindar asistencia técnica marina”.

Consultado sobre la posibilidad de construir estas embarcaciones en Chile, Wang indicó que la decisión dependerá de múltiples factores, como los costos y los plazos de entrega. Si bien reconoció que China posee una ventaja comparativa debido a su gran infraestructura —más de 2 mil astilleros en todo el país—, no descartó la opción local. “Queremos valorar a nuestro cliente. Una vez que este proyecto sea exitoso, podremos profundizar la conversación sobre el diseño, la construcción y la integración del equipo. Considerando todas las perspectivas, podremos tener una imagen más clara, ya sea en China o en Chile”.

Respecto a una eventual asociación a largo plazo con Altamar, Wang fue enfático en señalar que esta posibilidad está en evaluación, pero que dependerá de los resultados del piloto. “Como dice un dicho chino, un viaje de mil millas comienza con un solo paso. Si este proyecto resulta exitoso, quizás se necesiten alrededor de cien equipos Hydrolicer para reemplazar métodos químicos y ofrecer a la industria una solución más ecológica y sustentable. Hay un gran potencial de mercado”, señaló el ejecutivo, agregando que Chile presenta un terreno fértil para introducir esta innovación, a diferencia de países como Noruega, donde la tecnología ya está ampliamente implementada.

Sobre esta misma línea, Walter Piderit, director de Naviera Altamar, destacó que Chile se encuentra en una etapa donde es posible implementar mejoras significativas en los procesos de limpieza del salmón. “Nosotros ahora estamos dando el primer paso en este negocio del Hydrolicer y creemos que se pueden abrir muchas oportunidades. La industria tiene espacios para crecer y lo que estamos haciendo es juntar nuestra experiencia naviera de muchos años con la tecnología que trae Kingfisher, más limpia, más eficiente y con alto componente de automatización e inteligencia artificial”.

Piderit adelantó que esperan realizar las pruebas oficiales del sistema en noviembre de este año, en colaboración con un productor de salmón. Además, recalcó que el equipo Hydrolicer permite capturar y eliminar físicamente el parásito, sin retornarlo al mar, lo que representa una mejora significativa respecto a los sistemas actuales. “En Noruega ya hay 150 unidades operando. Aquí hay un mercado potencial muchísimo más grande. La resistencia a los tratamientos químicos ha aumentado, y esta tecnología representa una respuesta concreta y más responsable. Por eso creemos que ahora es el momento de avanzar”.