Opinión Editorial

¡Cuidemos al salmón! Un producto que aporta crecimiento y oportunidades a la gente

Proyecto de reconstrucción de la población Camilo Henríquez de Castro.

Chile: Según los datos observados en un estudio, la salmonicultura ha sido el principal motor del crecimiento económico del sur del país en los últimos 30 años, impulsando a miles de familias.

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Sin duda, la salmonicultura es una industria que en Chile, con sus casi 7.000 millones de dólares en exportaciones, es un gran motor para la economía nacional. Eso lo sabemos, sobre todo, quienes somos parte de las regiones en el sur del país, y que integramos esta larga cadena de valor.

Son muchas voces las que, de manera preocupante, quieren terminar con la salmonicultura en Chile, principalmente en las ONG ambientalistas y a través de proyectos de ley, así como también, algunos políticos que miran con recelo la operación de las concesiones en áreas protegidas, pese a que otra parte de ellos cree que es posible que dichos centros trabajen en esos lugares con estándares sustentables.

Gracias al aumento en las fiscalizaciones efectuadas a la industria del salmón, se ha logrado mejorar los estándares productivos y por consecuencia, las cifras económicas, que son la mejor muestra de cómo impacta positivamente en el desarrollo nacional.

Según los datos observados en el estudio “Aporte Económico y Social de la Salmonicultura en Chile y su Contribución al Desarrollo del Sur Austral”, elaborado por el economista y académico de la Universidad de Chile, Raphael Bergoeing, la salmonicultura ha sido el principal motor del crecimiento económico del sur del país en los últimos 30 años.

Esto, se concluye al revisar las estadísticas económicas de las regiones de Los Lagos y Aysén entre los años 1996 y 2019, y de Magallanes durante el período 2013-2019. Al revisar estos datos, se concluye que la salmonicultura es el sector que más aportó al aumento del Producto Interno Bruto Regional (PIBR) durante los períodos indicados.

De hecho, en 2019, la industria del salmón era el principal sector productivo de Aysén (34,6% del PIBR) y el segundo en Los Lagos (14,2% del PIBR). En Magallanes, el año 2019 era el sexto sector productivo (7,8% del PIBR), después de tan solo 6 años de su introducción a escala comercial.

En esta misma línea, el estudio concluye que el valor agregado del sector salmonicultor, incluyendo proveedores directos e indirectos, alcanza un total de US$5.282 millones, lo que representa un 2,1% del PIB nacional, lo que convierte a la salmonicultura en el sector de recursos naturales no cobre que más ha contribuido al crecimiento del país entre 1996 y 2019.

Ante la evidencia, es claro que la industria debe continuar operando focalizada en materias ambientales y sanitarias, por eso es clave su acercamiento con la ciencia. Sin embargo tenemos que ser enfáticos en que destruir a un sector tan relevante para la economía de miles de familias chilenas, no es la solución. Al contrario, es urgente cuidar a este rubro, que es de joven data y promete continuar impulsando el país.