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Ecoprial: la planta de tratamiento de residuos estratégica para la industria del salmón

Desde Osorno, la provincia más al norte de la región de Los Lagos, la empresa Ecoprial lidera una transformación ambiental mediante tecnología de digestión anaeróbica, convirtiéndose en un aliado clave de la industria acuícola y en un referente de economía circular para todo el país.
En el sur de Chile, donde la industria del salmón es líder indiscutible de la economía regional, una empresa ha logrado transformar los residuos industriales no peligrosos en una oportunidad de desarrollo sostenible. Ecoprial, mediante una moderna planta de digestión anaeróbica, convierte desechos orgánicos industriales en energía y fertilizante natural, incluyendo a la salmonicultura en un modelo de economía circular que genera valor ambiental, social y energético.
Hasta 2009, la agroindustria regional, incluida la acuicultura, sólo contaba con vertederos municipales para la disposición de sus residuos, los que en ese momento ya se encontraban colapsados. En ese contexto nació esta empresa, con el objetivo de entregar una alternativa ambiental necesaria para los sectores productivos de las regiones de Los Lagos y Los Ríos.
Modelo de Economía Circular
Pero fue hace dos años cuando Ecoprial decidió dar un giro definitivo hacia la sustentabilidad, construyendo una moderna planta de digestión anaeróbica que recibe y procesa residuos orgánicos industriales, principalmente del sector acuícola, para transformarlos en energía y fertilizante natural.
Este cambio no sólo fue en términos tecnológicos sino también estratégicos, pues la empresa fue adquirida en marzo de 2023 por Almar Water Services Latam, filial chilena de la compañía internacional Almar Water Solutions, reconocida ampliamente por su compromiso ambiental.
Desde entonces, Ecoprial ha fortalecido su operación bajo estándares internacionales de sustentabilidad y economía circular. Actualmente, el 60 por ciento de los residuos que recibe la planta proviene de la industria acuícola, en particular de plantas procesadoras de salmón.
Esos residuos, que antes eran destinados a rellenos sanitarios, hoy alimentan un sistema biotecnológico de digestión anaeróbica que genera biogás y un abono rico en nutrientes para la agricultura como lo es el digestato. “Con esta tecnología no solo reducimos el volumen de residuos, sino que generamos valor con productos útiles para otros sectores como la agricultura. Este es un ejemplo de lo beneficiosa que es la economía circular para la gestión de residuos industriales”, explica Andrés Duarte, gerente general de Ecoprial.
Una empresa sólida y confiable
Un factor importante que destaca a Ecoprial en relación con otras plantas de tratamiento de residuos de la zona, es su operación estable, sin interrupciones, fiscalizaciones que destacan la nula percepción de malos olores, sin presencia de insectos, ni fauna atraída por residuos, ni procesos de sanción en curso de parte de los organismos fiscalizadores. Su funcionamiento continuo y cumplimiento normativo la han posicionado como un referente confiable dentro del mercado productivo local.
Hoy día, Ecoprial está absorbiendo gran parte de la demanda de residuos industriales, debido a las contingencias que han sufrido otros centros de disposición de residuos de la región, con un número creciente de clientes de diversos rubros que confían en este modelo de gestión responsable. Esta alta demanda ha impulsado un crecimiento sostenido de la planta, por lo que, a fines de marzo de 2025, la empresa ingresó una nueva Declaración de Impacto Ambiental (DIA), para aumentar su capacidad de recepción de residuos desde 50.000 a 80.000 m3/año, y así satisfacer la creciente demanda de sus clientes.
Digestión Anaeróbica
Por su parte, el jefe de Operaciones de Ecoprial, Luis Ahumada, explica que la planta de digestión anaeróbica opera con una tecnología biológica ampliamente conocida y validada tanto en Chile como a nivel internacional, proceso en el que las bacterias degradan la materia orgánica en ausencia de oxígeno. Además, subraya que “la principal innovación de nuestra planta radica en su capacidad de codigestión, es decir, en su facultad de tratar simultáneamente distintos tipos de residuos orgánicos, provenientes de industrias como la láctea, pesquera, cárnica, sanitaria y otras”.
Con relación al proceso, describe que “los residuos pasan por una primera etapa de pretratamiento, donde son triturados, mezclados, homogeneizados y pasteurizados a 72°C, con el fin de garantizar la inocuidad del producto final. Luego, el material tratado es enviado a la digestión anaeróbica en cuatro reactores cubiertos en su parte superior por una doble membrana plástica hermética que permite almacenar el biogás generado durante el proceso”.
Asimismo, detalla que “aproximadamente en 60 días, los residuos orgánicos son transformados completamente. Por una parte, se produce biogás con un 70 por ciento de metano, utilizado como fuente de energía térmica en una caldera de agua caliente y, próximamente, también como fuente de energía eléctrica, y por el otro, se obtiene el digestato, un producto con alto valor agronómico que cumple la norma chilena NCh3375/2015. Si bien en Chile aún no es tan conocido, su aplicación es masiva en otros países como Alemania y Países Bajos. El biogás excedente, cuando no se utiliza, se quema en una antorcha para evitar emisiones directas”.
Alianza virtuosa con la salmonicultura
Este modelo no sólo genera beneficios ambientales, sino que también apoya a las empresas salmonicultoras en sus objetivos de sostenibilidad, particularmente en el cumplimiento de metas asociadas al modelo “Zero Waste to Landfill” (cero residuos a vertedero), y a reducir su huella de carbono. El biogás producido permite aminorar también la dependencia energética de fuentes fósiles, y el fertilizante generado se reintroduce en la agricultura local, cerrando así el ciclo productivo.
“El residuo del salmón que antes era un problema hoy es un recurso. Esta alianza virtuosa entre la acuicultura y la gestión ambiental demuestra que es posible un modelo de producción sostenible, más limpio, rentable y sobre todo con impacto positivo en la comunidad”, agrega Duarte.
Diálogo activo con la comunidad
Uno de los pilares de la nueva administración de Ecoprial ha sido su política de relacionamiento comunitario, con un enfoque territorial centrado en el área de influencia, como Curaco y Pucoihue. Desde hace más de cuatro años, la empresa realiza de manera periódica y trazable Consejos Consultivos, espacios donde las organizaciones sociales son informados sobre el quehacer de la planta, sus operaciones y los proyectos futuros. Con la llegada de Almar Water Servicios Latam, la gestión comunitaria ha dado un paso adelante, incrementándose las inversiones y fortaleciendo las comunicaciones con las comunidades locales, asimismo, se ha puesto en marcha una política de “puertas abiertas”, que ha contribuido de forma positiva a estrechar la relación entre la empresa y su entorno.

“Hoy podemos decir con certeza que los vecinos y las autoridades conocen la realidad de la planta de Ecoprial, sus proyectos de mejora y sus planes a futuro”, afirma Andrés Duarte. Así lo confirma la presidenta de la comunidad mapuche Antukuyen, del sector de Pucoihue, Fresia Vidal Yefi, quien señaló que “Valoramos el compromiso de la nueva administración. En nuestro sector no tenemos agua potable ni pozos, y el agua que nos entrega el municipio no alcanza. Por eso, el aporte que hace Ecoprial cada semana con agua es vital para cubrir nuestras necesidades básicas. Es un gesto que habla de respeto y responsabilidad social”.
Plan de gestión de olores
Por otra parte, también la empresa ejecutó un plan de mitigación de malos olores, que bordea los 300 millones de pesos de inversión, y que consistió en un encapsulamiento en base a un galpón de recepción y la instalación de un sistema de captación, conducción y tratamiento de olores mediante de un biofiltro que, a través de un proceso biológico, aspira y luego elimina los compuestos contaminantes con el fin de evitar su emanación al aire, y que también contempló el cierre completo del galpón de recepción de residuos industriales.
Cabe destacar que, una de las fortalezas que tiene una planta de digestión anaeróbica, como la construida por Ecoprial, en comparación con otras instalaciones de tratamiento de residuos orgánicos, como el compostaje, es que no generan gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global del planeta. De hecho, la planta está completamente cubierta, el biogás que genera es almacenado, no se libera a la atmósfera, los olores que generan los residuos que llegan a la planta, son captados dentro de un galpón hermético, y son eliminados en el sistema de tratamiento de olores.
“Dentro de nuestro Plan, hemos implementado una serie de medidas que han significado una importante inversión, como la puesta en marcha de un biofiltro, el cierre completo del galpón de recepción, el refuerzo de la faja arbórea con plantación de árboles nativos y el resellado de algunas celdas”, puntualizó el gerente general, Andrés Duarte, remarcando finalmente que “en nuestra planta no hay residuos expuestos al aire y ni siquiera un pájaro, ni animales buscando comida”.
Futuro regenerativo
La experiencia de Ecoprial demuestra que es posible transformar desafíos ambientales complejos en oportunidades reales de desarrollo sostenible. Su modelo de digestión anaeróbica, alineado con los principios de economía circular, no sólo entrega una solución eficiente y limpia para la gestión de residuos acuícolas e industriales, sino que también impulsa el uso de energías renovables y fertilizantes naturales, cerrando ciclos productivos que antes iban a parar a vertederos.
Con tecnología de punta, gestión responsable y un relacionamiento comunitario activo, esta empresa se consolida como un ejemplo tangible de cómo la innovación y la sustentabilidad pueden ir de la mano para construir un futuro más limpio, equitativo y regenerativo para todos.