Hendrix Genetics proyecta la evolución genética de la salmonicultura chilena
La empresa trabaja en cómo abordar los desafíos emergentes que enfrentan los productores, cada vez más recurrentes, ligados a bajos niveles de oxígeno, cuadros branquiales o blooms, entre otros.
En un escenario donde la genética se ha convertido en un eje estratégico para elevar productividad, robustez sanitaria y sostenibilidad en la salmonicultura, el intercambio técnico entre especialistas y productores adquiere un valor determinante. Por ello, Hendrix Genetics Chile participará como auspiciador Gold en Salmonexpert Seminars “Salmón del Atlántico: innovación para un mar de oportunidades”, instancia en la que la compañía presentará avances en programas de selección que buscan anticiparse a los desafíos ambientales y sanitarios emergentes, consolidando una visión de largo plazo para el mejoramiento del salmón del Atlántico.
Desde la perspectiva de Rodrigo Torrijo, gerente general de Hendrix Genetics Chile, la participación en este encuentro responde a la relevancia global del Atlántico como especie y a la necesidad de compartir conocimiento desde múltiples disciplinas. En sus palabras, “el salmón atlántico sigue siendo la especie más producida en Chile y en el mundo con distancia, por lo tanto, es relevante para nosotros una instancia donde, desde diferentes disciplinas, podemos compartir los últimos desarrollos en el cultivo de esta especie”. Para el ejecutivo, la colaboración técnica en espacios como este es fundamental para sostener la competitividad futura del sector.
Además, Torrijo destacó que la genética es un componente que exige planificación rigurosa, inversión y una visión integrada del ecosistema productivo. Señaló que “los desarrollos genéticos implican una fuerte inversión en I+D y son por definición de largo plazo, por lo que es un elemento clave incorporar en su diseño la visión de todos los actores relevantes de la industria. No nos podemos dar el lujo de invertir en prioridades equivocadas”. En este sentido, la articulación con productores, proveedores y especialistas permite orientar los programas de mejora hacia los rasgos de mayor impacto económico y sanitario.
Oferta genética
Respecto de los avances recientes, el ejecutivo explicó que Hendrix Genetics Chile ha fortalecido su oferta genética en crecimiento y resistencia a patologías prioritarias como SRS y BKD, pero que el foco actual también se centra en los efectos del entorno, cada vez más determinantes para el desempeño productivo. Afirmó que “actualmente estamos trabajando en cómo abordar los desafíos emergentes que enfrentan los productores, ligados a desafíos medioambientales cada vez más recurrentes, como bajos niveles de oxígeno, cuadros branquiales o blooms, lo que nos lleva a entender de mejor forma otros fenotipos que reflejen una mejor capacidad de los peces para mantener su desempeño bajo estas desafiantes condiciones. Nuestro desarrollo Envirotron es parte de este esfuerzo. Este enfoque permite generar herramientas genéticas más robustas y ajustadas a la realidad operacional del país”.
Asimismo, Torrijo indicó que los programas de selección han demostrado ser determinantes en la productividad de múltiples especies y que su éxito depende de una colaboración estrecha con los productores. Explicó que “la genética en general ha jugado un rol clave en el aumento de la productividad de diversas especies animales, y la salmonicultura no es la excepción; por eso el trabajo se tiene que hacer de forma colaborativa con los clientes, los productores de salmón, quienes participan en definir las prioridades a la hora de invertir en objetivos de largo plazo”. Este modelo cooperativo permite orientar la inversión genética hacia mejoras que realmente agregan valor productivo.
En cuanto a la visión futura, el gerente general sostuvo que la genética es una herramienta esencial para avanzar hacia sistemas más sostenibles, eficientes y resilientes. Destacó que “no es casualidad que la misión de Hendrix Genetics sea ayudar a resolver el desafío alimentario mundial a través de la genética, logrando producir más con menos recursos; es decir, que cada kilo de carne comestible sea producido con menor uso de agua, alimento o energía”.
A su juicio, los avances en genómica y en el entendimiento del genoma del pez abrirán oportunidades para integrar nuevos rasgos de importancia económica que fortalezcan la sustentabilidad de la industria en el largo plazo.