"No estamos, a priori, en contra de la industria salmonicultora”

Subsecretario del Medio Ambiente, Maximiliano Proaño.

Chile: El subsecretario del Medio Ambiente afirmó que "como gobierno hemos decidido iniciar el proceso de salida de la industria de áreas protegidas, lo que no significa acabar con ella, sino relocalizarla”.

En sus dos días de actividades en Magallanes, el subsecretario de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, participó en cierres de proyectos, reuniones y firmas de convenios. Partió con la creación de la Oficina Verde en Zona Franca y otra en Asmar, un modelo de certificación para mejorar la gestión ambiental, continuó con una visita al jardín infantil Caperucita Roja, al que consideró un modelo en gestión ambiental, con certificación en su grado más alto.

También participó en el cierre del proyecto GEF Castor, “pero el objetivo es darle una continuidad a ese trabajo, con apoyo del gobierno regional”, según publicó el diario La Prensa Austral.

Pero sin dudas, un tema que está presente en Magallanes dice relación con la industria salmonicultora, especialmente en el caso como el de Nova Austral, que ha recibido fuertes sanciones, siendo incierto su futuro, atendidos los incumplimientos en que ha recaído, en materia medioambiental, lo que tiene inquieta a la empresa y a la comunidad de Porvenir, por los cientos de puestos de trabajo que podrían perderse.

“Sobre Nova Austral en particular, hay dos aspectos que son fundamentales para nosotros como gobierno: nuestra principal misión es mejorar la calidad de vida de las personas, porque tenemos la convicción de que mejorar y proteger el medio ambiente y las condiciones es mejorar la vida de las personas, entonces elevar los estándares ambientales es un compromiso de nuestro gobierno y en eso no vamos a claudicar. Hacer cumplir la ley, fiscalizar de mejor manera. Nuestro interés es que las empresas cumplan con la normativa vigente e incluso, ir elevando los estándares, en tiempos de la triple crisis: climática, de pérdida de biodiversidad, y de contaminación a nivel global, que se manifiestan en Chile".

"Por un lado, el compromiso es hacer cumplir la ley, mejorar la fiscalización y hacer un proceso de acompañamiento para que las empresas vayan mejorando sus estándares, no estamos cerrados al diálogo, queremos que las empresas mejoren y no estamos, a priori, en contra de la industria salmonicultora sino que los impactos que producen sean cada vez menores, sobre todo en áreas protegidas”.

“Y por otro lado, en estos procesos donde efectivamente empresas incumplen la ley y producen enormes daños en los ecosistemas, si eventualmente estas empresas tienen que cerrar, nuestro compromiso es acompañar estos procesos con transición socioecológica justa, que veamos la parte social y ambiental con justicia, para que los trabajadores tengan procesos adecuados, que no los vamos a dejar solos. Para eso hemos creado un comité interministerial de transición justa donde están los ministerios de Energía, Salud, Trabajo, Desarrollo Social, Economía, porque hay que pensar también en los futuros productivos de estos territorios, para que no se produzca este drama social. No son cambios que van a ocurrir de un día para otro, y por eso, que la ciudadanía esté tranquila”, desarrolló Proaño.

Sin embargo, los sectores productivos, en su defensa, argumentan que la crisis más urgente en el país es la económica y social, por lo que el desarrollo de la industria resulta fundamental. Una visión que para el subsecretario de Medio Ambiente no es correcta, pues “las empresas que producen gran daño ambiental, muchas veces terminan afectando su propio negocio. La industria salmonicultora, con las crisis que ha habido de marea roja, virus Isa hace años, por su sobreproducción, terminó afectando su propio negocio”.

En esa línea, destacó que hay empresas que sí cumplen con los protocolos, por lo que insiste en que “hay que ordenar y planificar mejor la industria, y para eso, como gobierno constituimos una mesa intersectorial en coordinación con Subpesca y la Subsecretaría de Fuerzas Armadas para coordinar acciones y compartir información, para ordenar las políticas y planes que cada ministerio está desarrollando y de esa manera, abrir un diálogo con la industria para hacerlo de la mejor manera".

"Es indesmentible, la industria no puede negarlo ni nosotros como gobierno tampoco, que la industria salmonicultora ha producido importante impacto ambiental en los últimos años, con eventos de máxima gravedad, que afecta a todos, a la industria, las comunidades y otras actividades como la pesca artesanal y el turismo, y por cierto, al patrimonio natural, sobre todo en Áreas Protegidas y como gobierno hemos decidido iniciar el proceso de salida de la salmonicultura de estas áreas, lo que no significa acabar con ella, sino relocalizarla”.