“Da la sensación de que a Nova Austral se le quiere utilizar políticamente”

Nicolás Larco, CFO de Nova Austral. Foto: Nova Austral.

Chile: El gerente general de la salmonicultora expresó su preocupación a que se siga castigando a la compañía hasta asfixiarla y que tampoco se materialice el proceso de relocalizaciones.

“A la luz de sus deudas y pérdidas, actualmente Nova Austral está en una situación extremadamente complicada. Desde 2019, cuando se conocieron los incumplimientos cometidos por la antigua administración, a la empresa se le han aplicado durísimas sanciones que han afectado su producción de forma importante. Como consecuencia, el número de empleados y los resultados de la empresa han disminuido considerablemente”, manifestó Nicolás Larco, gerente general de Nova Austral en una entrevista a La Prensa Austral, en la que confiesa es el período más complicado de la empresa.

Según lo expresado por el ejecutivo, en el 2021 las operaciones de la compañía se redujeron a un tercio de lo que eran, y desde 2019 han dejado de producir más de 25 mil toneladas de salmón, volumen muy considerable dado el tamaño de la empresa. ”, comienza sincerándose el gerente general de la empresa acuícola fueguina, Nicolás Larco, en la primera entrevista que concede a un medio nacional durante, el del delicado equilibrio que lucha por mantener en la actualidad, en una cuerda floja que pende y depende de numerosos factores, internos y externos, por causa de la gestión pasada.

“Sólo el impacto de las sanciones ya aplicadas, sin considerar las revocaciones de tres RCA que ha solicitado la SMA, han generado una pérdida de cerca de 300 empleos y nos han dejado con un déficit patrimonial de más de US$135 millones. Hemos tenido que hacer tremendos esfuerzos para seguir adelante en este proceso y mantener nuestro crucial aporte a Porvenir y al desarrollo de la zona”, detalla Larco.

Para el profesional, las sanciones que se se les ha han impuesto han reducido de forma importante la capacidad de siembras y cosechas, por lo que para mantener las fuentes laborales en la planta de procesos en Porvenir han ofrecido el servicio de maquila a otras empresas con presencia en la zona. “Sin embargo, en la actualidad la mayoría de las empresas cuentan con sus propias plantas y ya no requieren de este servicio. Es una situación que suma presión al mantenimiento de las fuentes laborales en la planta”.

Inversión en Porvenir

Larco destaca que hace muchos años la empresa tomó la decisión de instalar sus centros de cultivo en una zona extrema del país, principalmente por brindar las condiciones necesarias para la producción de salmones sustentables y libres de antibióticos. Esto demandó un gran trabajo y ha implicado una inversión de más de US$150 millones en Porvenir, y de más de US$60 millones sólo en los últimos cuatro años. “Contamos con una planta de procesos y una piscicultura que generan alrededor de 800 empleos directos y más de 2 mil indirectos, en una zona donde no había fuentes laborales como las que entrega Nova Austral”.

El ejecutivo es enfático en señalar que el futuro de la empresa es incierto. “Si se continúa aplicando sanciones desproporcionadas y si no se le permite completar su proceso de relocalizaciones, para retirar sus concesiones del Parque Nacional, no se podrá asegurar la viabilidad de la empresa a futuro”.

Inyección de capital

El 17 de octubre pasado se informó que uno de los dos accionistas de Nova Austral, Altor Fund III, había adquirido las acciones del otro accionista, Bain Capital, y adicionalmente, que había realizado un aumento de capital por US$8,5 millones. A su vez, los bonistas de Nova Austral capitalizaron los intereses que debían pagarse durante el mes de noviembre de 2022. Ambas acciones se realizaron para apoyar financieramente la operación y así evitar enfrentar una situación grave de iliquidez. Sin embargo, los inversionistas siguen muy de cerca el desenlace de los procesos legales y de relocalización, porque de ellos depende la viabilidad de la empresa.

La molestia de los porvenireños

Respecto al enojo que produjo en los porvenireños que en su momento se haya detectado fraudes en materias relativas a la contabilidad de materia prima en los centros de cultivo de Nova Austral, y luego las denuncias y sanciones pecuniarias de Sernapesca y del SMA y ante la justicia, Larco explica que las infracciones se deben a hechos ocurridos antes de 2019, año en que se renovó a toda la administración y que inició un proceso de transformación de la empresa. Desde entonces, Nova Austral no ha sido sancionada por hechos correspondientes a la actual administración o posteriores a 2019.

“Las sanciones que se han aplicado últimamente están relacionadas a los hechos de hace más de 3 años, y en algunos casos hasta de cinco años, y muchas veces han venido acompañadas de mensajes que no reconocen los esfuerzos que ha realizado la empresa desde entonces, que actualmente opera con altos estándares éticos y de cumplimento. Cada vez que aparece un nuevo castigo, no se clarifica que estas sanciones obedecen a prácticas antiguas que se produjeron durante la administración anterior. Incluso, se insiste en que Nova Austral es un infractor contumaz y que no ha cambiado, lo que es totalmente falso”.

“Chivo expiatorio”

A juicio del ejecutivo, no es la única amenaza la acción de Sernapesca (interna y ante la justicia), ya que se suma la de los organismos medio ambientales del fisco y otra, del Consejo de Defensa del Estado, todos con cifras voluminosas en contra de la compañía.

“Nuestro equipo legal está defendiendo los argumentos de la empresa en todas las instancias pertinentes. Esperamos que sanciones como la que impuso la SMA en julio pasado, que solicitó la revocación de 3 RCA de centros de cultivos, puedan revertirse. De lo contrario, esta sanción en particular reduciría casi el 20% de la capacidad productiva de la empresa, lo que sería un impacto de gran magnitud, considerando la merma que ya sufrimos producto de las sanciones anteriores”.

De acuerdo con lo argumentado por Larco, cree que a Nova Austral se le está castigando más severamente que en otros casos similares. “Da la sensación de que a Nova Austral se le quiere utilizar políticamente cuando se le aplican sanciones y tenemos temor que nos quieran convertir en un ‘chivo expiatorio’, lo que sería muy irresponsable pues no se está considerando el impacto económico y social en Porvenir que supondría un cierre de la empresa”.