Anuncio

Probióticos, una herramienta para el mejoramiento de la salud intestinal

Publicado Última actualización

PhD Alin Casado, Investigación y

Desarrollo en Biomar Chile

Los probióticos son bacterias que, administradas por vía oral, promueven el crecimiento selectivo de grupos de bacterias que componen la microbiota del intestino. Este efecto conduce al mejoramiento de la salud intestinal. La microbiota intestinal es de gran importancia debido a que constituye una barrera de protección que impide la colonización del epitelio por agentes patógenos. En el intestino, la microbiota está conformada por diversas especies de bacterias, siendo mayoritarias aquellas con metabolismo anaerobio estricto y anaerobio facultativo. La distribución de estos microorganismos en el ambiente intestinal presenta una clara estratificación, es decir, algunas especies bacterianas se localizan mayoritariamente en el lumen del intestino manteniéndose en contacto con el mucus que cubre las vellosidades, mientras que otras bacterias se encuentran principalmente inmersas en el mucus, sin estar en contacto directo con los enterocitos, que son células localizadas en el estrato apical o de revestimiento del intestino. También se ha descrito que algunas especies bacterianas de la microbiota establecen interacciones directas con los enterocitos (Figura 1). Los probióticos se caracterizan por presentar una estratificación amplia, encontrándose en el lumen, en el mucus y estableciendo interacciones directas con los enterocitos. Esta última condición da cuenta del mecanismo de acción de los probióticos. La interacción de los probióticos con los enterocitos conduce a la activación de diferentes mecanismos involucrados en la modulación de la microbiota y en el control de las infecciones mediante el fortalecimiento de barreras defensivas primarias locales.

Debido a que la microbiota es un componente dinámico dentro del ambiente intestinal, su modulación y estabilización son fundamentales. Al respecto, se ha demostrado que la administración de tratamientos antibióticos orales altera negativamente a las bacterias que componen la microbiota intestinal, afectando parte de la barrera defensiva natural (Figura 2). Diversos estudios muestran, además, que la ingesta de probióticos permite recuperar la microbiota en forma más rápida luego de un tratamiento con antibióticos. Los probióticos además son inductores de la producción de mucus, otro componente de la barrera defensiva intestinal. Junto con lo anterior, los probióticos inducen la producción de péptidos antimicrobianos, catelicidina y defensinas por los enterocitos. Los péptidos antimicrobianos actúan eliminando bacterias patógenas, mediante la alteración de la estructura de la pared bacteriana, siendo este mecanismo muy importante para el control de las infecciones intestinales. Adicionalmente, los probióticos producen ácido láctico, que impide el crecimiento de bacterias patógenas, por lo tanto, los probióticos no sólo son inductores de los mecanismos defensivos del hospedador, sino que presentan actividad antibacteriana per se. La estabilización de la microbiota intestinal se asocia directamente con un mejoramiento de la integridad del epitelio intestinal, observándose por ejemplo, un incremento de la longitud de las vellosidades, lo que aumenta la superficie disponible para la absorción de los nutrientes. Parte del mecanismo que explica esta condición se debe a la  modulación de la inflamación que ejercen los probióticos. Al respecto, existe evidencia que demuestra que los probióticos inhiben la expresión de citoquinas proinflamatorias como interleuquina 1β y (IL-1β) y factor de necrosis tumoral α (TNF- α) en los enterocitos. Esto impide que se presente una condición proinfalmatoria que perdure en el tiempo, siendo esto muy importante si se considera que los procesos inflamatorios crónicos son uno de los principales factores responsables del deterioro de tejidos y órganos. El efecto de los probióticos a nivel intestinal ha sido, sin duda, su función más reconocida y difundida, sin embargo, éstos también tienen un importante efecto sobre la respuesta inmune innata y adquirida. De acuerdo con esto, se ha demostrado que el tratamiento con probióticos produce un aumento de la población de leucocitos circulantes, como también una mejor respuesta a la vacunación. Si bien es cierto, en forma inicial la mayor parte de los estudios realizados en probióticos tomaron como modelo distintas especies de mamíferos, y la recomendación de su uso ha tenido un especial énfasis en el ser humano, en la actualidad existe vasta documentación respecto de los beneficios del uso de probióticos en distintas especies de interés productivo. Al respecto, se ha demostrado ampliamente que el uso de probióticos en animales de producción intensiva mejora significativamente su crecimiento, eficiencia de conversión del alimento y, al mismo tiempo, mejora el estatus sanitario. Más recientemente, se ha demostrado que la utilización de probióti- cos en peces como tilapia, carpa, dorada, trucha arcoíris y salmón del Atlántico, mejora significativamente el rendimiento pro- ductivo de todas las especies de peces antes mencionadas, como también su respuesta defensiva frente a la infección no sólo con agentes bacterianos, sino que también virales. Adicionalmente, la reducción significativa de deformidades de columna vertebral y de mandíbula ha sido un importante re- sultado reportado en peces, gracias al uso de probióticos.

De acuerdo con todo lo anterior,en sistemas de producción animal intensiva, parte de la estrategia de manejo debiera considerar la utilización de probióticos.