Gitte Christensen, gerente de ventas de Aquamaof junto con el fundador de Aquamaof, Yoav Dagan, fuera de la planta en Polonia. Foto: Ole Andreas Drønen.

Con el corazón puesto en instalaciones RAS

Polonia: Utilizando elementos de gravedad, hidrociclón, sedimentación y flujo de agua laminar, la empresa Aquamaof ha encontrado su propia forma de operar los sistemas de recirculación acuícola.

Publicado Actualizado

Una completa visita realizó el medio de comunicación LandbasedAQ -relacionado a Salmonexpert- a las instalaciones de RAS de la empresa Aquamaof, ubicadas en las afueras de Varsovia.

En ese sentido, uno de los fundadores detrás de esta empresa es Yoav Dagan, quien creció en el kibutz religioso Tirat Lavi en Israel, una comunidad donde se practicaba la acuicultura en estanques. Ya a los 14 años, empezó a trabajar con piscicultura y genética en varias especies de agua cálida. Se desarrolló en esto hasta que se unió al ejército.

“Gran parte de la actividad acuícola en Israel se basa en obtener agua una vez al año de ríos subterráneos después de la lluvia, luego llenar los tanques una vez al año y reciclar el agua durante un año a la vez. En Noruega, el sistema RAS se basa en un gran intercambio de agua, pero esa no es nuestra filosofía. Hemos trabajado en diferentes continentes y estamos acostumbrados a producir peces en ambientes muy duros”, recalca Dagan.

Comenzó con Tilapia

La planta visitada en Polonia se construyó para producir 1.000 toneladas de Tilapia, que prospera en aguas cálidas. En ese momento había sido un gran éxito cultivar esta especie en Estados Unidos, y los propietarios detrás de la instalación en el país europeo querían repetir este éxito en Europa.

“No fue un viaje fácil, pero el proyecto Tilapia en Polonia funcionó mejor de lo que fue diseñado. Producían 1.180 toneladas al año, pero los precios simplemente no eran competitivos”, argumenta Dagan.

Mientras que la mayoría de las plantas RAS tradicionales utilizan dispositivos mecánicos para mover y procesar el agua, la tecnología Aquamaof utiliza fuerzas físicas naturales. Foto: Aquamaof.

Se pasó al salmón

Aquamaof entró temprano en el proyecto como un actor pequeño, antes de aumentar sus inversiones, de modo que poseía el 15%. Yoav dice que durante una reunión con los otros propietarios en 2015, propusieron convertir la planta a la producción de salmones grandes en RAS, debido al aumento de la demanda.

Así, siguió con la propuesta de que los propietarios vendieran sus acciones, pues recibirían un buen precio. Los propietarios aceptaron y la instalación pasó a manos de Aquamaof.

Al año siguiente, la empresa comenzó a adaptar las instalaciones para el cultivo de salmón, lo que llevó de 3 a 4 meses. Desde 2017, la compañía ya tenía salmón listo para faena. Desde ovas hasta 5 kilos. El proceso tomó 22 meses. Desde entonces, ha producido 26 lotes en total.

“Los precios son buenos. Vendemos mucho de nuestro producto a la Unión Europea y el Lejano Oriente a varias empresas que elaboran salmón ahumado de primera calidad. Una buena porción del salmón polaco de Aquamaof también llega al mercado japonés para sushi”, indica Yoav.

Utilizando elementos de gravedad, hidrociclón, sedimentación y flujo de agua laminar, la empresa Aquamaof ha encontrado su propia forma de operar los sistemas de recirculación acuícola.

Yoav Dagan mira más allá de la planta de tratamiento que está conectada a la planta RAS en Polonia. Foto: Ole Andreas Drønen

La tierra está subestimada

¿Se puede cobrar un precio más alto porque el salmón se produce en tierra?

“Podemos cobrar un precio un poco más alto, pero no mucho. Es un volumen demasiado pequeño y el foco está principalmente en I+D, y no en ventas”, afirma el gerente de Aquamaof.

Yoav recuerda que la planta fue diseñada para Tilapia, y la funcionalidad de los biofiltros es tres veces más rápida a 28 grados que a 12 grados. Por lo tanto, no pueden producir 1.000 toneladas de salmón al año, sino cerca de 350-400 toneladas.

En la planta no sólo se produce salmón para consumo comercial, sino que también se usa ampliamente para actividades de capacitación, prueba e investigación y desarrollo.

“Idealmente, solamente deberíamos realizar ventas comerciales para mostrar lo que la tecnología puede lograr, pero el trabajo de I+D naturalmente afecta las oportunidades de crecimiento del salmón”, aclara el ejecutivo.

Lea reportaje completo aquí.