Distribución geográfica de las pisciculturas de reproductores que produjeron ovas de las especies salmón Atlántico, salmón Coho y/o trucha arcoíris en los años 2018 y 2019. Imagen: Incar.

Informe técnico describe principales falencias del cultivo de salmón en agua dulce

Chile: Un nuevo Policy Brief elaborado por el Dr. Ruben Avendaño afirma que durante la fase de cría de peces en piscicultura “la regulación es mínima, lo que tiene un marcado contraste con lo que ocurre en la etapa de engorda en mar”. 

El Centro Interdisciplinario para la Investigación Acuícola (Incar), publicó un nuevo Policy Brief denominado “Pisciculturas: el gran pendiente de la industria salmonera chilena”.

El documento elaborado por el Investigador Principal de la línea “Salud animal en estadios de vida de agua dulce de salmónidos”, Dr. Ruben Avendaño, revisa y plantea algunos problemas en diversos aspectos de esta etapa de cultivo como la normativa vigente, enfermedades, antibióticos y vacunas.

Normativa

“No es un despropósito indicar que durante la etapa de cría de salmón en piscicultura la regulación es mínima, lo que tiene un marcado contraste con lo que ocurre en la etapa de engorda en mar”, señala el experto en el documento y hace un llamado a mejorar la regulación en este aspecto.

Además de explicar que esta etapa es crucial para lograr una buena calidad de smolt, el escrito técnico informa que es justamente aquí donde las ovas y alevines sufren todo tipo de enfermedades, ya que su sistema inmune se encuentra inmaduro.

Por lo mismo, el Policy Brief hace un llamado a las Autoridades a regular la densidad de cultivo como ocurre en mar, ya que “la densidad de cultivo en agua dulce está exclusivamente determinada por la decisión de cada empresa salmonicultora”, exhibe el reporte.

Como ejemplo de la importancia de la densidad de cultivo, se menciona un estudio que estableció que el estrés por densidades de 30 kg/m3 promueve la degradación muscular y afecta el bienestar animal de las truchas, mientras que no se evidenciaron alteraciones a 10 kg/m3, lo que podría ser un “primer paso para dilucidar la densidad óptima de cultivos en laetapa de agua dulce y mejorar los estándares de la acuicultura chilena”.

Enfermedades

Respecto de las enfermedades de agua dulce, el reporte indica que el monitoreo activo contra los patógenos primarios de ovas, alevines y/o juveniles no existe, contrariamente a lo que ocurre con patógenos que afectan la engorda en mar que incluso se encuentran bajo un Programa Sanitario Específico de Vigilancia y Control de Sernapesca.

El informe sanitario y los Programas Sanitarios Generales de Sernapesca “identifica a Flavobacterium psychrophilum y Renibacterium salmoninarum como los principales patógenos de la etapa de agua dulce. Sin embargo, los datos se toman de los casos que llegan a los laboratorios y que no representan la mortalidad ni prevalencia de enfermedad en el país”, subraya el texto.

Así, para el caso de F. Psychrophilum, el escrito sostiene que el movimiento de peces, en particular alevines, entre pisciculturas ubicadas en diferentes áreas geográficas, ha jugado un papel importante en la propagación de la enfermedad en Chile.

Mortalidad (nº de peces) anual clasificada como flavobacteriosis en las pisciculturas de las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes entre 2015 a 2018. Imagen: Incar.

“Chile presenta entre su población de F. psychrophilum linajes genéticos exclusivos de nuestro país, lo que es la consecuencia directa de las prácticas de cultivo de peces que dependen todavía del mantenimiento común en las pisciculturas de más de una especie de cultivo y el transporte de peces desde la región Metropolitana a la de Magallanes”, indica el documento.

Vacunas

Para reducir brotes de la enfermedad antes señalada, entre las opciones existentes el Policy Brief informa que existe una vacuna de inmersión registrada desde el año 2013 (Flavomune), no obstante plantea que transcurrido siete años desde la primera aplicación de esta vacuna, “las solicitudes para vacunar los peces en las pisciculturas han disminuido, ya que se ha observado una disminución de la eficacia en condiciones de campo”.

Lo anterior, se explicaría porque hoy existe una heterogeneidad antigénica mucho mayor que la encontrada en 2009, con 14 grupos antigénicos. Como solución, se plantea recolectar aislados de la bacteria y generar productos biológicos que sean capaces de prevenir los cuadros infecciosos asociados al grupo de F. psychrophilum del tipo 4.

Recomendaciones

Luego, la propuesta formulada por el Dr. Avendaño entrega una serie de recomendaciones para políticas públicas y privadas como por ejemplo, priorizar la investigación sobre los cambios que ocurren durante la etapa de agua dulce de la salmonicultura, o establecer un Programa de Monitoreo Activo para F. Psychrophilum.

También se recomienda que el transporte de peces durante la etapa de agua dulce debe ser revisado y considerado como premisa el estatus sanitario de la piscicultura que solicita el movimiento, así como del centro que recibe, “ya que puede convertirse en factor de riesgo sanitario”.

Por último, el documento plantea que el diagnóstico de F. psychrophilum y otros microorganismos no pueden basarse solo en técnicas moleculares como la PCR, sino que se debe incorporar el aislamiento del agente causal como un paso obligatorio antes de administrar el tratamiento.

Revise el Policy Brief completo aquí.