
Blumar pretende aumentar capacidad de producción en al menos 50%
Más aún, la salmonicultora de los grupos Sarquis y Yaconi-Santa Cruz, cerró el año con la adquisición de Acuícola Riverfish en una operación valorada en US$ 15 millones.
Las conversaciones con el grupo Algeciras -que pertenece a Eduardo Elberg- no tomaron más de sesenta días y todo resultó mucho menos complejo. Esto debido a que las concesiones de Riverfish no estaban operativas.
Tras esta nueva operación, el gerente general de Blumar, Gerardo Balbontín, explica que en los próximos cinco años la firma podría elevar en hasta 50% su producción salmonicultora. Tal es la confianza al interior de la compañía, que el ejecutivo destaca que por primera vez desde la crisis del virus ISA se convertirá en la primera salmonicultora en repartir dividendos en 2015, informó Pulso.
¿A qué apunta Blumar con esta nueva adquisición?
Apostamos por el crecimiento de la compañía. Esto nos da potencial de crecimiento y es un proyecto de mediano a largo plazo. Nos faltan aún una serie de concesiones que aún están pendientes. Una vez que logremos completar este proceso queremos aumentar nuestra capacidad de producción en al menos 50%. Todo esto debido a las ventajas productivas que ofrece Magallanes.
¿En total, cuál sería la capacidad productiva de Blumar en la Región de Magallanes?
A la compra se suman una serie de concesiones en las que estamos a la espera. En total tendremos, una vez finalizado el proceso, unas 20 concesiones acuícolas en Magallanes, lo que nos da grandes ventajas de crecimiento a futuro y nos pone también desafíos importantes.
¿Cuántas son las concesiones con que cuentan a la fecha?
Actualmente contamos con 37 concesiones acuícolas y la idea es sumar 20 concesiones en Magallanes. Subiremos bastante, pero hay que dejar en claro que algunas aún no han sido otorgadas por la autoridad.
¿Cuándo consolidarán esta operación?
Si bien no tenemos un plan definitivo, sí tenemos claridad en que una estrategia de esta envergadura requerirá al menos cinco años. Todo esto debido a una serie de etapas administrativas que se requieren cumplir, como la entrega de los permisos.
Hay que garantizar personal en la piscicultura y en las plantas de procesos. Además, a la Región de Magallanes le falta infraestructura, no es cosa de partir y cultivar. Además, en esta zona del país se requieren más contratistas, que son imprescindibles para la operación de una compañía en el extremo sur del país.
¿A raíz de qué surgen las conversaciones con Riverfish?
Creemos que Magallanes tiene un potencial de desarrollo importante para la industria salmonicultora. Desde un inicio será una zona que estará más ordenada en la entrega de concesiones y estamos seguros que se podrá cultivar con menores riesgos sanitarios que en las regiones de los Lagos y Aysén.
¿En definitiva, cuáles son las falencias que deben enfrentar las compañías que tienen operaciones en Magallanes?
Hoy falta mucho por mejorar en Magallanes. Actualmente existe una brecha logística, de infraestructura y de mano de obra. Estas son carencias que deben ser solucionadas para mejorar las condiciones de producción. Pero estos problemas en el corto plazo se van a ir solucionando tal como cuando comenzamos a operar en la Región de Aysén. En esa oportunidad también se habló mucho de las falencias que enfrentaba la industria, pero hoy esta región es parte de la línea de producción de la industria salmonera. Por lo tanto, creemos que en los próximos cinco años Magallanes estará consolidada en sus procesos productivos.
¿Quiénes están presentes a la fecha en Magallanes?
Ahora está Nova Austral, Cermaq, Australis SeaFood. En el caso nuestro: todavía falta mucho para decir en qué lugar queremos estar en Magallanes.
¿Cómo partieron las conversaciones con Riverfish?
Las conversaciones surgieron hace aproximadamente dos meses atrás. Desde el momento en que decidimos la compra, acordamos unos términos en los que nos podría generar un negocio y después hicimos todas las revisiones y el due diligence.
Todo fue avanzando rápido porque Riverfish es una compañía que no tenía operaciones, por lo tanto, fue una revisión que no fue simple, pero sin grandes complejidades. Estas conversaciones fueron con el grupo Algeciras que pertenece a Eduardo Elberg.