
Estrés afecta inmunidad del salmón Atlántico al IPN
Los diversos efectos del estrés en el sistema inmune defensivo innato de los salmones y la susceptibilidad frente a las enfermedades que esto les causa, fue el tema principal de la investigación de Koestan Gadan. La profesional defendió su tesis doctoral en la Norwegian School of Veterinary Science el 17 de diciembre, con la tesis titulada: “Studies on stress and innate immunity in relation to infectious pancreatic necrosis virus in Atlantic salmon (Salmo salar L.)”.
La investigación se basó en el análisis del virus de la Necrosis Pancreática Infecciosa (IPN), que fue utilizada como modelo de medición y obtención de resultados. El IPN es un virus causante de considerables pérdidas en la salmonicultura noruega.
La forma en que el sistema inmune defensivo del salmón es afectado por los diversos factores de su entorno no había sido lo suficientemente documentado hasta el momento. Cambios en la temperatura y la salinidad, poco o mucho oxígeno en el agua, la contaminación y la manipulación física son fuentes de estrés para estos peces. Lo mismo se aplica para algunos cambios fisiológicos normales como es el caso de la esmoltificación.
Los factores de estrés, según la investigadora, conducen a un incremento en la producción de la hormona cortisol en los peces, situación que afecta su sistema inmunológico, causando que se vuelvan más susceptibles a contraer infecciones. El hecho de que el estrés pueda disparar un brote de IPN es corroborado por las experiencias de campos. La investigación de Gadan mostró que varios factores ambientales son estresantes para los peces, lo que dispara un incremento en el nivel de cortisol en la sangre y causa daño a su sistema de defensa inmune congenital, la cual es esencial para su capacidad de evitar las infecciones.
Gadan demostró que el estrés crónico en el salmón Atlántico conduce a un alto nivel de cortisol, lo que da como resultado un incremento de la mortalidad, una alta propagación de virus e infecciones crónicas. Además, se comprobó por primera vez, que cuando los alevines de salmón infectados son expuestos al estrés, otras variantes benignas del virus IPN cambian a patogénicas.
En resumen, la investigación de Gadan demuestra que el estrés reduce la resistencia, incrementa la posibilidad de propagación del virus IPN en los órganos internos de los peces y puede generar que los virus benignos cambien a las variantes perniciosas.