
Nueva Ley de I+D triplica las inversiones de las empresas chilenas
2013 fue un año de consolidación para la nueva Ley de Investigación y Desarrollo (I+D): entre enero y diciembre, 75 proyectos fueron certificados bajo la normativa, sumando iniciativas por $ 19.237 millones.
Desde que entró en vigencia la nueva ley -en septiembre del 2012-, el monto asciende a $ 23.956 millones, superando en más de tres veces los beneficios acogidos bajo la norma antigua -que estuvo vigente entre 2008 y 2012- y que ascendió a $ 7.275 millones, informó El Mercurio.
“Lograr este hito se debe principalmente a una serie de modificaciones que se realizaron a la ley, flexibilizando su operación y permitiendo que ésta pueda ajustarse a la realidad de cada empresa que quiera llevar a cabo actividades de investigación y desarrollo, con mucho menos restricciones”, explica Hernán Cheyre, vicepresidente ejecutivo de Corfo.
Pese a que en el sector privado existe una muy buena valoración de esta ley, la investigación y desarrollo en el país representa sólo el 0,5% del PIB, mientras que en economías desarrolladas, la relación llega al 2,3%.
Positiva proyección Según las estimaciones de Corfo, actualmente se están evaluando un total de 50 solicitudes de certificación, lo que implica 171 proyectos, por más de $ 57 mil millones. Lo anterior, sumado a 255 manifestaciones de intención de acogerse a la Ley de I+D presentadas bajo esta modalidad, las cuales a partir de marzo del 2014 deberían comenzar a formalizarse en solicitudes de certificación de proyectos, por un monto estimado de $ 95 mil millones, precisa Cheyre. “Tenemos muy buenas expectativas de lo que podrá registrar la ley este 2014”, dice.
En cuanto a sectores, Pesca y Acuicultura y Silvicultura han presentado un mayor número de certificaciones. Entre 2008 y 2013, el primer rubro concentró 48 proyectos, mientras que el segundo certificó 28.
Respecto de los montos, el sector agropecuario es el que tiene la mayor concentración, con 19%. Si se considera sólo 2013, la industria medioambiental lideró, y se acogió a beneficios por $ 4.725 millones.
“Hay sectores que, por sus características, requieren estar permanentemente innovando e invirtiendo en I+D, porque éste es un elemento clave para mantenerse en mercados globales, que son cada vez más exigentes y competitivos (…) Respecto de los sectores más participativos-pesca y acuicultura y el silvícola-, es esperable esta tendencia, dada la estructura productiva del país y los mercados cada vez más exigentes a los que se enfrentan”, precisa Cheyre.
Las cifras revelan, eso sí, una alta concentración en torno a la capital del país. El 48% del número total de certificaciones pertenece a la Región Metropolitana, seguida por Los Lagos, con 21%, y Biobío, con 12%.