
Salmón Atlántico representó 68% de los envíos
Christian Pérez La composición del mix de productos de la industria salmonicultora chilena se había mantenido casi sin cambios en las últimas dos décadas, con alrededor de 55-60% de salmón Atlántico y el restante 40-45% dividido en porciones similares entre trucha arcoíris y salmón Coho. El mayor registro anterior para esta especie fue documentado en el 2005, cuando las exportaciones locales de salmónidos estuvieron compuestas en un 62,8% por salmón Atlántico; en 16,7% por salmón Coho; con 20,0% de trucha arcoíris; y 0,5% de salmón Chinook. Al parecer, las ventajas comerciales del salmón Atlántico (mejor precio y mayor aceptación en los mercados) han convertido a esta especie en la preferida al momento de cultivar, excepto durante los años de la llamada "crisis del ISA", cuando estos peces casi desaparecieron de las aguas chilenas. Por ejemplo, en el 2010 esta especie sólo representó el 27,1% de las exportaciones locales, mientras que la trucha arcoíris representó el 47,6%. Sin embargo, las cosas han empezado a cambiar durante los últimos años, ya que la trucha arcoíris ha perdido algo de terreno debido a problemas sanitarios, especialmente a causa de la enfermedad bacteriana SRS, mientras el salmón Coho todavía depende mucho de la temporada estival y el mercado japonés. Esta situación se ha traducido en más salmón Atlántico, tanto en jaulas como en contenedores. Las empresas salmonicultoras nacionales exportaron 383.433 toneladas de salmón Atlántico por un valor de US$ 3.015 millones el 2014, según cifras publicadas por la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (SalmonChile). Dichos montos representan el 68% y 69% de las exportaciones locales de salmónidos, en volumen y valor, respectivamente. En tanto, el salmón Coho representó el 19% y la trucha arcoíris el 13% en términos de volumen, así como el 15% y el 16% en términos de retornos, respectivamente.