
Una mirada sobre la reingenería en salmonicultura
En lo que al gremio Atared respecta, la crisis implicó una reducción de personal del 36%, un merma en las utilidades operacionales de un 42%, pérdida de asociados por cierre de empresas, competencia desleal de informales e ilegales, etc. Una crisis de proporciones, que sin embargo, la empresa había proyectado, corrigiendo procesos y acciones e intentado advertir a la autoridad e industria, sin éxito.
En el encuentro se concluyó que no hubo, en general, relaciones comerciales sólidas, de largo plazo, entre productores y proveedores. “La industria puede reposicionarse si logramos crear las confianzas que antes faltaron”, expusieron los tesistas.
A juicio de los expositores, el Estado, ha de reformularse en cuanto a participar de un Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, regionalizar la gestión a través de los Consejos Zonales con presupuesto y personal técnico de un Instituto de Fomento Pesquero descentralizado, local, que recomiende las medidas de administración.
“Subpesca solo debiera preocuparse de la macro política normativa y de investigación, junto con supervisar la debida armonía entre las actividades dentro del país”, añadieron los estudiantes.
De acuerdo con lo informado por Atared, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura debiese enfocarse única y exclusivamente en el control y fiscalización de la normativa, dependiente de Subpesca. Al respecto, expuso que “es necesario hacerse cargo de todo lo relativo a las concesiones de acuicultura” .
“Es una inconsecuencia que el año 2010, de acuerdo a cifras del Banco Central de Chile, las exportaciones sectoriales bordearon los 3 billones de dólares con un presupuesto de 42 billones de pesos para la operación anual del sector público pesquero. El Ministerio de Agricultura, por el contrario, con exportaciones totales del orden de los 12 billones de dólares, tuvo un presupuesto de 400 billones de pesos. Una cifra 10 veces superior, que refleja una estrategia país clara y eficaz. Al contrario de la (in)existente para pesca y acuicultura” dijeron los exponentes del seminario.
Por último, establecieron que no menos importante, es la convicción de la necesidad de crear un Comité de Ética a nivel de investigación en el país, que vele por la debida rigurosidad de la información en que se basan las medidas de administración sectorial.
“Además de lo propio interno, el entorno directo debe ajustarse, esto es, los restantes actores privados y sin duda, el Estado” concluyeron los exponentes del seminario, entregando una mirada fresca y útil frente al panorama que vive la industria salmonicultora nacional.