A pesar de que es difícil una nueva crisis sanitaria, se deben mejorar la interacción entre las distintas entidades y los consensos diagnósticos. Foto: Rubén Avendaño-Herrera.

¿Qué se puede mejorar para el control de enfermedades infecciosas?

Chile: Dos expertos nacionales dieron a conocer sus apreciaciones en cuanto a IPNv, ISAv, P. salmonis y R. Salmoninarum, cuatro de los principales patógenos que afectan a la salmonicultura chilena.

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“Addressing viral and bacterial threats to salmon farming in Chile: historical contexts and perspectives for management and control” es el título del review publicado recientemente por investigadores chilenos en el que se analiza el estado actual del conocimiento sobre cuatro de los principales patógenos que afectan a la salmonicultura chilena: IPNv, ISAv, P. salmonis y R. Salmoninarum.

Al respecto, Salmonexpert contactó al Dr. Rubén Avendaño-Herrera (RA) y al Dr. Jaime Figueroa (JF), ambos autores del trabajo, con el objetivo de indagar en las conclusiones y problemáticas que se plantean.

En el paper se menciona el concepto de "convergencia ciencia-tecnología-sociedad", ¿cómo se podría describir esta idea, su importancia, y qué le falta a la industria para internalizarlo y aplicarlo?

JF: El concepto hace referencia a la necesidad de que se logre mayor convergencia entre los diferentes actores en temas acuícolas, es decir, entre universidades, centros de investigación, empresas del área y entidades gubernamentales, además de las respectivas ONGs, entidades sociales locales. Hasta ahora, son actores que han realizado caminos paralelos, pero sin convergencia o sin aunar esfuerzos. Por un lado, las universidades han realizado investigación, pero fundamentalmente de ciencia básica -de buen nivel-, y creo que estamos en un buen pie para avanzar hacia ciencia con aplicación más directa (tecnológica con mirada interdisciplinaria), que permita ir resolviendo las brechas del sector productivo en armonía con el medio ambiente y el entorno social en que se desarrolla. Los proyectos FIE desarrollados en conjunto entre universidades, industria (Intesal) y entidades gubernamentales (Sernapesca), son un ejemplo claro de esta convergencia.

Hoy en día, ¿alguno de estos cuatro patógenos podría causar una gran crisis sanitaria? ¿O a su juicio las medidas de control y prevención han logrado su objetivo?

JF: Sin duda hay que estar alerta ante cambios concretos en la evolución de estos cuatro patógenos, especialmente en lo que dice relación a factores que puedan alterar este delicado equilibrio como el cambio climático, que puede generar cambios en variables como pH del océano, temperatura del agua y salinidad, entre otras variables. Por la naturaleza de los ciclos de vida de estos patógenos, se esperan cambios evolutivos más rápidos en relación a la adaptabilidad de los peces, por su naturaleza que involucra cambios mucho más lentos en el tiempo.

Por tanto, las medidas establecidas de alerta temprana y sistemas de control rápido, parecen adecuadas, a lo que hay que sumar las medidas de la propia industria en cuanto al trabajo adecuado con los peces, calidad de smolt, densidades.

En cuanto al diagnóstico de estas enfermedades, ¿el estándar nacional permite detectarlas a tiempo? ¿Es el adecuado? ¿Qué se podría mejorar o implementar?

Dr. Jaime Figueroa, investigador y académico de la UACh y del Incar. Foto: Archivo Salmonexpert.

RA: Evidentemente se podría hacer mucho más. Los servicios que ofrecen diagnósticos no sólo deben ser rápidos y prematuros, sino también específicos y precisos, pero allí estamos teniendo un grave problema. Para todos es conocido que si los diagnósticos cumplen con estos requerimientos se puede evitar más tempranamente los problemas sanitarios, sin embargo, en la mayoría de los casos no es así.

Para SRS un reciente artículo señala que un factor que disminuye el riesgo de la enfermedad es el diagnóstico temprano.

En caso de IPNv es muy distinto debido a que la incorporación de peces con QTL resistentes al virus, la propia vacunación y las mejoras en los métodos de diagnósticos, incluso no sólo detectando presencia-ausencia sino también diferenciar entre el tipo virulento (Sp) y menos virulento (Wb), ha sido un aporte y hoy la casuística de IPN ha disminuido.

En el caso de ISAv, cuando surge la crisis en 2007, el primer trabajo que se realizó fue implementar una única técnica de diagnóstico estándar como la más apropiada. Hoy, todos los protocolos diagnósticos han sido validados, incluyendo las validaciones inter-laboratorios.

Sin embargo, la situación que ocurre con BKD es muy distinta y se requiere que se realicen ensayos de validación inter-laboratorios para establecer las mismas técnicas o diferentes, pero validadas en su precisión, robustez y sensibilidad. Cabe señalar que mientras el BKD se encontraba en la OIE en la Lista 1, esta situación debía ser así, pero al modificar su estatus en la Lista 1, todo cambió.

Quisiera profundizar en cómo se realiza el diagnóstico los patógenos que se encuentran en la Lista 3 del Sernapesca, los cuales están influenciados por el laboratorio de diagnóstico al que se envían las muestras. De hecho, cada laboratorio tiene sus protocolos validados por el INN y la mayoría de ellos han sido desarrollados “in house” privilegiando el diagnosticar presencia o ausencia mediante análisis de biología molecular, en reemplazo de técnicas clásicas de diagnósticos. Sin embargo, el no tener técnicas similares ni tampoco contrastadas por un tercer laboratorio independiente, provoca que los resultados pueden ser variables para una misma muestra.

¿Existe algún punto importante en la legislación o en los Programas Específicos de Vigilancia y Control que deba ser abordado o modificado para el control de estas enfermedades?

Dr. Rubén Avendaño-Herrera, investigador y académico de la UNAB y del Incar. Foto: Archivo Salmonexpert.

RA: La legislación debiera considerar que los diagnósticos realizados por laboratorios privados sean un componente relevante del estatus sanitario final de la salmonicultura chilena. Por tanto, la autoridad se debería preocupar de establecer una validación de las técnicas diagnósticas, especialmente la especificidad de cada una de las alternativas diagnósticas que se encuentran disponibles en el mercado. Así, esta triada que en mucho de los casos se presenta como relevante para la toma de decisión y que son el Sernapesca, las empresas salmonicultoras y los laboratorios de diagnósticos, podrían velar de mejor forma por la prevención y control de las enfermedades en Chile.

No obstante, no puedo dejar de señalar que falta un componente importante en esta triada y son las universidades o centros de investigación, ya que es allí en donde cada vez que se aparecen los llamados patógenos emergentes o se requieren de mayor conocimiento, incluso de aislados se suman como un compromiso en su propio quehacer.

En este sentido, se recomienda que anualmente se realizaran ensayos de “ring test” para cada uno de los patógenos descritos en la Lista 2 y 3 de enfermedades identificadas por el Sernapesca, ya que cada una de ellas debiera ser observada como un potencial riesgo y estar alerta con un diagnóstico preciso, sensible y específico.