Sistema de recuperación de fondos con nanoburbujas. Foto: José Pablo Puga.

"Un centro puede demorar entre 30 a 120 días en llegar a condiciones aeróbicas"

Chile: Desde Chucaotec celebran la nueva iniciativa para la recuperación de fondos salmonicultores, que además permitirá la innovación tecnológica en este ámbito, donde la empresa utiliza nanoburbujas.

Recientemente, se publicó la esperada la Ley N°21.410, que exige a titulares de concesiones acuícolas implementar medidas para evitar o reducir el depósito de desechos inorgánicos y orgánicos en los fondos marinos.

Entre las nuevas exigencias, el titular de la concesión deberá presentar un plan de recuperación y un plan de investigación del fondo marino en el área de la concesión acreditado por un certificador.

Justamente, una de las empresas que participó la discusión en el Senado de la iniciativa fue Chucaotec. José Pablo Puga, gerente general de la compañía, evalúa la nueva ley como algo muy positivo y señala que permitirá la innovación tecnológica para resolver este problema medioambiental.

“Nosotros venimos trabajando junto a varias empresas desde hace tres años para llegar a una tecnología y un método que permitiera la recuperación del fondo marino evitando cualquier afecto adverso. Esta nueva ley, en parte, es una validación del trabajo serio y responsable que hemos llevado a cabo en este tiempo”, menciona el ejecutivo.

Puga además expresa que existe una preocupación creciente por el tema dentro de la industria salmonicultora, quienes están más preocupados de la sustentabilidad de sus operaciones, siendo un problema prioritario desde el punto de vista ecológico.

José Pablo Puga, gerente general de Chucaotec. Foto: Cedida.

Hasta 120 días

La tecnología de Chucaotec implica la utilización de nanoburbujas para la recuperación y preservación de los fondos. De acuerdo con Puga, hoy se cumplen dos años desde el primer centro de salmones que lograron recuperar, llevando hasta la fecha más de 17.

“También, hemos avanzado continuamente para poder sortear las dificultades técnicas y logísticas del servicio que ofrecemos. Asimismi, hemos ido adaptando y mejorando nuestra tecnología de inyección y de dispersión en el fondo (ambas con patente en trámite) a las nuevas condiciones operativas, climáticas y geográficas con las que permanentemente nos vemos enfrentados”, aclara el ejecutivo.

En base a la experiencia de la empresa, un centro de cultivo puede demorar entre 30 a 120 días en llegar a condiciones aeróbicas, según lo establece la actual normativa, y el tiempo de recuperación está relacionado tanto con las características del fondo y su nivel de afectación, como con las características de la operación y las dificultades para trabajar, “considerando que trabajamos desde el seno de Reloncaví hasta el sur del Estrecho de Magallanes”.