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"La rentabilidad ha sido mixta en los últimos dos años: 2026 pinta mejor para la salmonicultura"

Anne Hvistendahl, directora del segmento de productos del mar en DNB Bank.

DNB Bank sostiene que la consolidación podría acelerarse si las empresas acuícolas más pequeñas se enfrentan a los desafíos de los grandes avances tecnológicos y la variabilidad en sus finanzas.

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La industria seafood ha avanzado considerablemente desde una época de desafíos biológicos, precios más bajos y una creciente necesidad de capital. Al mismo tiempo, es un sector en rápida evolución, donde la tecnología, los mercados y las regulaciones están cambiando las reglas del juego. 

Según lo indicado al medio asociado a Salmonexpert, Kyst.no, por Anne Hvistendahl, directora global de productos del mar en DNB Bank, existen buenas razones para creer que la situación está cambiando.

Describe el desarrollo de los últimos dos años como mixto. La biología dominó en 2024, mientras que los precios han sido desafiantes en 2025. No obstante, Hvistendahl cree que varios factores apuntan en una dirección positiva.

“La rentabilidad ha sido mixta en los últimos dos años. 2026 pinta mejor”, afirma, señalando que la evolución de los precios se ha mantenido mejor de lo esperado dada la oferta.

Si bien varios acuicultores han reportado presión sobre los márgenes, la demanda no ha desaparecido. De acuerdo con la ejecutiva, este es un punto importante para evaluar el mercado en el futuro.

El capital está ahí para los jugadores sólidos

Las necesidades de capital han aumentado, tanto en proyectos marinos tradicionales como en tecnologías emergentes. Sin embargo, DNB Bank considera que el mercado financiero es muy activo para la industria seafood.

"El acceso al capital es bueno para los buenos clientes, por lo que los bancos hacen cola para conseguirlo".

Espera que las inversiones en nuevas tecnologías y la creciente consolidación sean impulsores importantes en los próximos años. 

Sostiene asimismo que la consolidación podría acelerarse si las empresas más pequeñas se enfrentan a los desafíos de los grandes avances tecnológicos y la variabilidad de la rentabilidad.

Hvistendahl también apunta que las nuevas soluciones tecnológicas suelen implicar un mayor riesgo para los actores más pequeños, ya que dichas inversiones, constituyen una parte mayor de su producción total.