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Alianza tecnológica eleva la capacidad de producción de smolts en la Región de Los Ríos

Foto: Salmonexpert.

El proyecto conjunto de Ecosalmon y Pharmaq incorporó dos máquinas vacunadoras modulares y entrenamiento especializado, permitiendo rendimientos diarios de hasta 120 mil peces.

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En la piscicultura Río Bueno, en la Región de Los Ríos, Ecosalmon y Pharmaq Chile realizaron la inauguración del nuevo Centro de Vacunación Automático, una infraestructura que marca un avance relevante para la fase de agua dulce al integrar tecnología semiautomática NFT de Pharmaq Fishteq, utilizada en más de 100 equipos operativos en países líderes como Noruega, Canadá, Reino Unido, Japón y Chile. La iniciativa refuerza el compromiso de Ecosalmon con un modelo productivo sustentable, respaldado por la certificación internacional de Bienestar Animal HFAC, y consolida la incorporación de soluciones que elevan los estándares de eficiencia, bioseguridad y cuidado de los peces en uno de los centros de cultivo en tierra más destacados del país.

A juicio de Julio Mendoza, gerente general de Pharmaq Chile, la puesta en marcha del nuevo centro de vacunación automático en Ecosalmon representa un salto tecnológico que alinea a la salmonicultura chilena con los estándares de países líderes como Noruega y Canadá. Según explicó, esta tecnología —desarrollada por Pharmaq Fishteq— permite profesionalizar un proceso que en Chile sigue siendo mayoritariamente manual, elevando las condiciones de bienestar animal y reduciendo la variabilidad operativa. “La máquina puede aplicar dos vacunas con un solo pinchazo, algo que optimiza el procedimiento y disminuye el estrés de los peces”, señaló, enfatizando que un proceso más estandarizado repercute directamente en mejores indicadores sanitarios, productivos y, en definitiva, en la sostenibilidad del sector.

En relación con la capacidad operativa, Mendoza detalló que el sistema ya ha superado las expectativas iniciales. Indicó que el equipo puede vacunar entre 100 mil y 140 mil peces por día, y que incluso en estos primeros meses de funcionamiento en Ecosalmon se ha alcanzado un rendimiento de 120 mil peces diarios. A su juicio, este desempeño confirma el valor del entrenamiento y la especialización del personal. “Pensamos que el inicio sería más lento, pero la gente ha respondido extraordinariamente bien”, afirmó, destacando que el soporte técnico local y la capacitación continua permitirán seguir elevando la eficiencia del proceso.

Julio Mendoza.
Jorge Goles.
Gerardo Balbontín.
Inauguración de la sala de vacunación.

Asimismo, subrayó que la incorporación de esta tecnología genera beneficios tanto productivos como sociales, considerando el vínculo con las comunidades donde operan las pisciculturas. Explicó que una vacunación más eficiente disminuye el daño físico en los peces, mejora la respuesta inmunológica y contribuye a reducir el uso de antibióticos, uno de los principales desafíos reputacionales de la salmonicultura chilena. A ello se suma el impacto en la empleabilidad local, pues Ecosalmon ha capacitado a trabajadores de la propia zona para operar equipos de alta complejidad. “La gente joven se entusiasma porque ya no ve solo una pistola de vacunación, sino una máquina que requiere conocimientos técnicos, repuestos, configuración y resolución de problemas”, comentó, enfatizando que la automatización no reemplaza empleos, sino que eleva las competencias y abre nuevas oportunidades para el talento del territorio.

Desde la perspectiva de Jorge Goles, gerente general de Ecosalmon, la incorporación del sistema de vacunación automático representa un avance decisivo en la búsqueda de mayores estándares de sostenibilidad y bienestar animal dentro de la fase de agua dulce. Recordó que la empresa lleva una década operando en la zona y que, desde hace años, mantenían el desafío de modernizar un proceso que en Chile sigue siendo mayoritariamente manual. Al visitar Noruega —país pionero en estas tecnologías— constataron cómo la automatización reduce de dos a un pinchazo por pez y acorta de forma significativa los periodos de sedación y recuperación, con efectos directos en menor estrés y mejores indicadores sanitarios. “El ayuno previo, la sedación y la recuperación son mucho más cortos, y eso tiene un impacto enorme en el bienestar animal”, explicó, subrayando que la mejora operativa se traduce también en una bioseguridad más robusta.

En cuanto a la implementación, Goles destacó que Ecosalmon se convirtió en la primera empresa en Chile en adoptar esta tecnología, gracias a un proyecto conjunto desarrollado con Pharmaq y con la colaboración técnica de Mowi, que facilitó el acceso y la experiencia previa desde Noruega. Gracias a este trabajo, la piscicultura ya ha logrado vacunar 4,5 millones de peces desde junio, utilizando dos máquinas modulares integradas en línea para atender un volumen anual superior al rango de 10 millones de ejemplares. A ello se suma un estricto protocolo de bioseguridad que exige separar completamente los ciclos productivos de Mowi y Blumar, empresas para las que trabajan en semanas alternadas, con procesos certificados de desinfección entre cada plantel. “Somos los primeros en Chile en incorporar este sistema, y hemos avanzado con resultados muy positivos”, afirmó, valorando que la curva de aprendizaje ha sido más rápida de lo previsto.

El ejecutivo también resaltó que el proyecto ha generado un impacto significativo en la formación y empleabilidad local, aspecto que para la compañía es tan relevante como el logro técnico. La mitad del equipo de vacunación provino de trabajadores de Ecosalmon que postularon internamente, mientras que la otra mitad fue reclutada desde universidades e institutos técnicos de la región, tras una convocatoria abierta que despertó gran interés. Posteriormente, Pharmaq desplegó especialistas noruegos para entrenar al equipo en terreno, permitiendo que operadores locales alcanzaran estándares similares a los observados en Europa. “Nos ha sorprendido gratamente la capacidad del equipo y cómo rápidamente han pasado la curva de experiencia; hoy estamos en niveles cercanos a los de Noruega”, señaló Goles, enfatizando que detrás de la automatización sigue siendo indispensable la supervisión humana, la atención al detalle y la vocación por el bienestar de los peces.

Durante su intervención telemática, Dagfinn Strømme, gerente de Ventas en Pharmaq Fishteq, destacó la relevancia del nuevo centro de vacunación y ultrasonido de Ecosalmon, subrayando que la incorporación de dos máquinas NFP marca un avance significativo para la industria nacional. Desde su experiencia como vacunadora y líder de equipos en Noruega, valoró la evolución tecnológica que hoy permite estandarizar procesos críticos y fortalecer el bienestar animal. “Queremos felicitar a Ecosalmon por este logro; su enfoque innovador ha sido inspirador para otros productores”, señaló, enfatizando que el proyecto no solo beneficiará la operación local, sino que también tendrá un impacto positivo en la salmonicultura chilena al demostrar cómo la automatización puede elevar los estándares técnicos y sanitarios del sector.

Visión desde los productores

Según Jorge Mancilla, gerente de Salud y Nutrición de Mowi Chile, la participación de la compañía en la implementación del nuevo sistema de vacunación automático fue clave para impulsar la iniciativa y acelerarla hacia su concreción. Explicó que la inquietud surgió desde los lineamientos de Smart Farming y del modelo Mowi 4.0, que busca automatizar procesos desde la operación de agua dulce hasta la llegada del producto al mercado final. “Pusimos el tema sobre la mesa porque era necesario incorporar mayor tecnología”, indicó, destacando que la experiencia global de Mowi permitió demostrar que este tipo de sistemas ya opera con éxito en Escocia y Noruega, donde cuentan con tres o cuatro máquinas similares. Gracias a ese respaldo, la empresa facilitó visitas técnicas, intercambio de información y vínculos con especialistas, lo que permitió que Ecosalmon y Pharmaq consolidaran un proyecto que había comenzado hace un año.

Respecto de los beneficios productivos y de bienestar animal, Mancilla sostuvo que la automatización reduce de manera significativa los tiempos que antes implicaba la vacunación manual. Según detalló, en estanques de 140 mil a 150 mil peces, la industria solía vacunar entre 50 mil y 60 mil peces diarios, extendiendo el proceso por tres días y generando un impacto relevante en el consumo de alimento y en la recuperación de los peces. Con la nueva tecnología, ese mismo estanque puede vacunarse en un día y medio, o dos días en rangos conservadores, lo que disminuye el periodo de ayuno, agiliza la vuelta a la alimentación y mejora el desempeño posterior de los peces. “Así, los peces recuperan más rápido su alimentación y se pierden menos días productivos, lo que es una ganancia directa en bienestar y performance".

Para Gerardo Balbontín, gerente general de Blumar, la incorporación del sistema de vacunación automático en Ecosalmon representa un hito relevante para la fase de agua dulce y para la propia compañía, que mantiene una parte importante de su producción en esta piscicultura. Recordó que Ecosalmon produce cerca de 12 millones de smolts al año, con resultados consistentes gracias a las condiciones favorables del Río Bueno, y que la automatización del proceso de vacunación se alinea plenamente con la necesidad de integrar innovación y tecnología en etapas críticas del ciclo productivo. “Lo que vimos es un aporte concreto de tecnología, parte de las innovaciones que esta industria está permanentemente realizando”, afirmó, destacando la modernización como un motor para fortalecer la sostenibilidad del modelo productivo.

Asimismo, Balbontín subrayó que la precisión del nuevo sistema contribuye directamente al bienestar animal y a la reducción del manejo intensivo asociado a la vacunación manual. En su opinión, la automatización permite aplicar las dosis de manera más uniforme, rápida y eficiente, disminuyendo el estrés de los peces y optimizando la operación en su conjunto. “Hacer el proceso en forma automática, con la precisión que logran estas máquinas, es un avance muy importante; los peces tienen mucho menos estrés y mucho menos manejo”, apuntó, valorando que esta transición tecnológica es coherente con la estrategia de la salmonicultura nacional de adoptar estándares más altos en materia sanitaria y productiva.