Ciencia y tecnología se alían en el sur de Chile para enfrentar los retos del océano y la salmonicultura

El Nortek Bluetech Summit Chile 2025 presentó avances en monitoreo, modelación y alertas tempranas, orientados a optimizar procesos y reducir riesgos en la actividades productivas clave.
En un contexto donde el océano se proyecta como un eje estratégico para el desarrollo futuro de Chile y del mundo, Puerto Varas fue escenario del Nortek Bluetech Summit Chile 2025, la primera versión de un encuentro que busca consolidarse como un referente en la convergencia de ciencia, tecnología e industria marina. Convocado por la compañía internacional Nortek, reconocida globalmente por su liderazgo en sensores Doppler para oceanografía y sistemas de navegación submarina, el Summit reunió a representantes del sector privado, la investigación, la academia y organismos públicos, con el propósito de generar un espacio de diálogo y colaboración orientado a la economía azul.
Durante la jornada, que incluyó un programa intensivo de charlas técnicas y paneles de conversación, se abordaron los desafíos y oportunidades de la actividad marina y costera en Chile y Latinoamérica, con énfasis en el uso de tecnologías para comprender y gestionar el océano de manera más eficiente y sostenible. Entre los temas tratados destacaron la medición de corrientes, oleaje y marejadas, la interacción costa-mar y las operaciones submarinas, así como la integración de sistemas de monitoreo en plataformas móviles y el uso de vehículos autónomos no tripulados. Estas aplicaciones, que tienen un impacto directo en la industria salmonicultora, abren nuevas posibilidades para optimizar procesos productivos, anticipar riesgos y fortalecer la sostenibilidad del sector.
En este marco, Alex Lobos, Business Development Manager de Nortek Latam, subrayó que organizar esta primera versión del summit en Chile representó “un desafío muy importante, porque hasta hace pocos años no se había hecho nada parecido y, a nivel global, ha sido un evento que requirió mucha preparación. El objetivo principal fue crear un punto de encuentro más allá de la promoción de productos. Buscamos generar una instancia en la que podamos establecer sinergias entre investigadores, actores del mundo público y consultores, todos vinculados a la innovación y desarrollo en ciencias y tecnologías marinas, para dialogar sobre problemáticas y, sobre todo, sobre soluciones que se ajusten a los desafíos de la sostenibilidad de los océanos”.



Consultado sobre la relevancia del evento para la salmonicultura, señaló que la industria puede obtener un gran valor de estos espacios, ya que “los debates frente a problemáticas relevantes, como el monitoreo oceanográfico en distintos puntos, permiten reflexionar sobre qué hacer con esos datos, cómo interpretarlos y de qué forma implementar mejoras”.
El profesional añadió que Nortek mantiene una fuerte presencia en el sector. “Nuestra participación en la industria salmonicultora y en los puertos es significativa. No se trata solo de vender un producto, sino de estar vinculados al mundo académico, de la investigación y del sector privado-industrial, apoyando la búsqueda conjunta de soluciones tecnológicas para enfrentar los desafíos que esta industria tiene por delante”.
Por su parte, Adolfo Alvial, director ejecutivo del Club de Innovación Acuícola y secretario ejecutivo del Plan Innova Puerto Montt, valoró la convocatoria como “muy necesaria y urgente”, argumentando que el cambio climático ya está generando transformaciones significativas en la oceanografía costera.
“La obtención de datos, el monitoreo constante y la generación de modelos predictivos son hoy tareas ineludibles, porque nos permiten anticiparnos a eventos que afectan directamente la operación, como las variaciones en corrientes, mareas o alturas de olas, que pueden implicar cierres de puertos o alteraciones en la logística de la producción”, enfatizó el profesional.
Alvial fue claro en señalar que la información generada por las empresas y entregada al Estado debe tener un retorno más tangible. “Hay mucha entrega en valor y poco retorno en valor. Las empresas destinan tiempo, recursos y dinero para cumplir con normativas que buscan mejorar la toma de decisiones públicas, pero esa información no siempre regresa transformada en herramientas útiles para la gestión productiva”.
A su juicio, la clave está en un trabajo más estrecho entre sector público y privado. “Esta actividad genera empleo y un encadenamiento productivo muy relevante en la región. Si queremos que crezca de forma sostenible, necesitamos invertir en innovación, ciencia y tecnología, y asegurar que el valor de los datos retorne a quienes los generan”.
Monitoreo
En el ámbito de la investigación aplicada a la gestión territorial, Javiera San Martín, investigadora del Departamento de Medio Ambiente de la División de Investigación en Acuicultura del Instituto de Fomento Pesquero (Ifop), presentó la plataforma CHONOS, una herramienta que integra décadas de conocimiento científico con tecnologías de modelación y monitoreo de última generación. Creada por el Grupo de Oceanografía y Clima, CHONOS fue concebida con el propósito de reunir, procesar y poner a disposición de manera abierta datos oceanográficos de alta resolución sobre la Patagonia, una de las zonas más complejas y relevantes para la acuicultura chilena. La investigadora destacó que, aunque la iniciativa comenzó formalmente en 2018, se sustenta en más de diez años de trabajo continuo en monitoreo ambiental, lo que permitió que en 2024 fuera reconocida por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental (IOC) como parte del programa Ocean Decade de Naciones Unidas.
San Martín explicó que la plataforma reúne diversas herramientas complementarias, entre ellas MOSA, un modelo operacional capaz de ofrecer pronósticos a 72 horas con variables oceanográficas y atmosféricas específicas para la Patagonia; Partimosa, un módulo que permite simular dispersiones de partículas para evaluar la propagación de patógenos, contaminantes u otros elementos en el mar; Atlas, un modelo hindcast con información histórica desde 2016; y Flow, que estima caudales de más de 30 mil fuentes de agua dulce hacia el océano, fundamental para entender la dinámica de los fiordos y canales.
Todas estas herramientas, explicó, están diseñadas para trabajar de forma integrada. “La capacidad de caracterizar las condiciones oceanográficas en la Patagonia es lo básico para cualquier plan de gestión territorial, de comercio o de acuicultura. En la industria salmonera, esta información ha demostrado ser clave para anticipar contingencias, reducir impactos y optimizar procesos”.
Además, la investigadora compartió ejemplos concretos en los que CHONOS ha tenido un impacto directo en la acuicultura. Entre ellos, mencionó el análisis de corrientes y oxígeno disuelto en áreas de cultivo para identificar zonas más frágiles ambientalmente; la proyección de dispersiones en episodios sanitarios, como brotes de enfermedades en centros de cultivo; y la evaluación de condiciones oceanográficas para prevenir escapes de salmones. También se ha utilizado en la caracterización de escenarios previos a floraciones algales nocivas y para apoyar estudios de impacto ambiental en proyectos de infraestructura costera.
“Estas herramientas no están hechas al azar, sino que se complementan para ofrecer asesoría integral, tanto para emergencias como para la planificación de largo plazo. Y lo más relevante es que todos estos datos están disponibles en forma libre y gratuita, lo que permite que productores, autoridades, académicos y comunidades tengan acceso a la misma base de información para la toma de decisiones”, afirmó San Martín, resaltando que el acceso abierto a la información no solo democratiza el conocimiento, sino que también fomenta la transparencia y la colaboración entre sectores.
Borde costero
Para finalizar el panel, la Dra. Catalina Aguirre, académica e investigadora del Sistema de Alerta de Marejadas de la Universidad de Valparaíso, presentó los avances de un proyecto que combina modelación numérica, pronóstico operacional y comunicación pública para prevenir riesgos en el borde costero. Su trabajo se centra en el desarrollo de un sistema de alerta de marejadas de alta resolución, acompañado de una escala de intensidad que, de manera análoga a la escala de Mercalli para terremotos, clasifica los impactos que el oleaje puede generar en la costa, independientemente de la altura exacta de las olas.
“Nuestro objetivo es que esta información sea comprensible para todos, no solo para expertos, y que permita llamar a la acción cuando se detecta un evento potencialmente peligroso”, explicó Aguirre.
Este sistema, que actualmente cumple ocho años, se valida permanentemente mediante la comparación entre los datos pronosticados y los observados en terreno, utilizando instrumentos como el Signature 1000 de Nortek y un conjunto de cámaras instaladas en puntos estratégicos de la Bahía de Valparaíso, que transmiten imágenes en tiempo real a través de YouTube y redes sociales.
Aguirre detalló que la gran diferencia de su propuesta con los avisos oficiales de marejadas radica en la resolución espacial y temporal del pronóstico. Mientras el Servicio Meteorológico de la Armada emite avisos que abarcan tramos muy amplios del litoral, su equipo genera modelos que distinguen variaciones de oleaje incluso dentro de una misma bahía, considerando la batimetría, la topografía costera y el nivel del mar. Esto permite, por ejemplo, que se detecten zonas de sombra de oleaje donde el impacto real es menor, evitando falsas alarmas que podrían generar desconfianza en la población. Además, el sistema no solo funciona en modo de alerta para eventos extremos, sino como una herramienta diaria de monitoreo que entrega información útil para la planificación de actividades costeras.
Aunque actualmente su aplicación se concentra en bahías abiertas al Océano Pacífico, Aguirre anunció que el equipo ya trabaja en adaptar el modelo para la Patagonia, una región donde la compleja geografía y la presencia de la salmonicultura demandan pronósticos más precisos. “En zonas con topografía tan compleja como la austral, los vientos globales no tienen la calidad necesaria para alimentar un modelo de pronóstico confiable. Por eso, la Universidad de Valparaíso ha desarrollado un pronóstico de viento de alta resolución que ahora podremos integrar como insumo, lo que nos permitirá ofrecer un sistema de alerta de marejadas específico para esta región”.
Según expuso, esta adaptación tendrá un valor significativo para la industria salmonicultora, ya que posibilitará anticipar y mitigar riesgos en operaciones de transporte marítimo, fondeo y manejo de centros de cultivo, reduciendo la probabilidad de daños a infraestructura y pérdidas productivas. “Nuestra misión es que la ciencia no se quede en la academia, sino que sea un aporte real a la sociedad y a las industrias que dependen del mar”, concluyó, enfatizando la importancia de la colaboración con instituciones como la Armada, Senapred y Sernapesca para garantizar que la información llegue de manera oportuna y efectiva a quienes la necesitan.
El próximo lunes 11 de agosto, se publicará una segunda nota sobre Nortek Bluetech Summit 2025.