Hallazgo: a estos piojos de salmón les gusta el agua profunda
Los resultados de una investigación muestran que si los peces sumergidos contraen piojos, y éstos tienen descendencia, una mayor proporción de la descendencia permanecerá en las profundidades.
En los últimos años, se ha vuelto más común en Noruega tener centros donde las jaulas se bajan a una profundidad de entre 20 y 60 metros.
“El objetivo es mantener a los salmones y truchas arcoíris de cultivo alejados de las larvas del piojo del salmón”, afirma Frode Oppedal, científico del Instituto de Investigación Marina de Noruega (IMR).
Básicamente, explica, los piojos más viejos permanecen en los peces, mientras que las larvas infecciosas flotan con la corriente en las capas superiores del agua antes de encontrar un huésped.
“A medida que se desciende a mayor profundidad, la presión también aumenta. Experimentos anteriores han demostrado que la mayoría de las larvas de piojos ascienden en la columna de agua cuando aumenta la presión".
Al mismo tiempo, los investigadores han documentado que algunas familias de piojos tienden a hundirse más. En algunas instalaciones, también se han observado piojos en salmones de cultivo en jaulas sumergidas.
Algunos piojos prefieren lo profundo
Esto llevó a los investigadores a preguntarse por qué algunas larvas de piojos habitan en entornos más profundos de lo que se creía. Ahora que la primera parte de la investigación ha concluido, los resultados son claros.
“Los resultados muestran que si los peces sumergidos contraen piojos y éstos tienen descendencia, una mayor proporción de la descendencia permanecerá en las profundidades en comparación con las larvas de piojos que eclosionan en peces en instalaciones de superficie”, dice Oppedal.
Además de que algunos piojos se asienten en las profundidades, las condiciones locales del lugar donde se ubica la granja también pueden influir.
“En algunas zonas observamos que pueden producirse corrientes descendentes o inversión de masas de agua. Esto puede transportar las larvas infecciosas del piojo del salmón hasta los peces, que básicamente nadan a mayor profundidad de la que prefieren los piojos".
“Por ejemplo, una tormenta puede provocar condiciones turbulentas en la superficie, y los períodos de mal tiempo y agitación en las masas de agua pueden empujar las larvas de piojos a mayor profundidad de la habitual".
Cuando logran encontrar peces de cultivo en jaulas sumergidas a profundidad, también encuentran huéspedes en los que pueden vivir el resto de sus vidas.
Piojos analizados procedentes de centros profundos
La iniciativa se llevó a cabo en la Estación de Investigación de Matre como parte de un proyecto de doctorado de Lowri O'Neill de la Universidad Deakin en Melbourne. Oppedal fue uno de los supervisores del trabajo.
“Recogimos piojos adultos de dos instalaciones comerciales sumergidas diferentes y los comparamos con piojos de instalaciones de superficie convencionales”, da a conocer O'Neill.
Los piojos son infecciosos para el salmón en una etapa específica de su vida: cuando son larvas copepoditas. En esa etapa, miden aproximadamente 0,4 mm y se desplazan con la corriente, aunque pueden nadar activamente hacia la superficie o hundirse pasivamente.
Los investigadores criaron piojos hasta esta etapa y luego realizaron pruebas para observar en qué parte de la columna de agua preferían ubicarse.
“Utilizamos tubos largos y transparentes colocados verticalmente, donde las larvas de piojos estaban expuestas a la misma presión que a una profundidad de 10 metros”, explica la investigadora.