Las indicaciones del Gobierno para abrir el cabotaje marítimo a extranjeros

El ministro de Economía, Nicolás Grau, ha encabezado la formulación de las indicaciones al proyecto de ley para abrir el cabotaje marítimo a naves extranjeras, buscando disminuir los precios al consumidor final.

Chile: Desde la Alianza Marítima afirman que jamás en la historia del país se había permitido reputar como chilenos barcos extranjeros, sin restricción: “habrá una baja en las dotaciones chilenas”.

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Una serie de indicaciones presentó el Gobierno al proyecto de ley que busca la apertura del cabotaje marítimo en Chile a naves extranjeras, iniciativa que originalmente fue presentada en el mandato de Sebastián Piñera, y que tiene atenta a toda la industria naviera y relacionada a ella.

En ese sentido, entre las indicaciones, está que el cabotaje queda reservado a las naves chilenas, con las excepciones que señala esta ley. Se entenderá por tal el transporte marítimo, fluvial o lacustre de carga nacional o nacionalizada entre puntos del territorio local, y entre éstos y artefactos navales instalados en el mar territorial o en la zona económica exclusiva.

Las naves mercantes extranjeras, asimismo, podrán participar en el cabotaje definido cuando no existan servicios regulares de cabotaje prestados por naves chilenas. En estos casos la autoridad marítima autorizará a las naves mercantes extranjeras a participar de cabotaje por un periodo de un año, renovable sucesivamente. Para dicho efecto, el reglamento determinará las circunstancias en las que se entenderá que no existen servicios regulares.

También, cada vez que las naves mercantes extranjeras provengan desde el exterior y descarguen carga en un puerto nacional, podrán realizar cabotaje, a continuación de dicha descarga y sólo en su ruta de salida de acuerdo al itinerario previamente informado a la Autoridad Marítima. Lo anterior, deberá ser notificado al Ministerio De Transportes y Telecomunicaciones en la forma y condiciones que determine el reglamento.

Adicionalmente, las naves mercantes extranjeras podrán participar en el cabotaje, cuando se trate de volúmenes de carga superiores a 3.000 toneladas, previa licitación pública efectuada por el usuario y convocada con la debida anticipación.

Los navieros que participen en la licitación de embarques de cargas, podrán reclamar la adjudicación dentro del plazo de tres días hábiles, contados desde la fecha de su adjudicación, ante el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, organismo que deberá resolver dentro del plazo de diez días hábiles contados desde la fecha del respectivo reclamo. El plazo para resolver podrá ser prorrogado por una única vez y hasta por cinco días hábiles, mediante resolución fundada de dicho Ministerio.

Para los efectos de la reserva de carga, se reputarán como chilenas las naves arrendadas o fletadas por empresas navieras chilenas que tengan al menos una nave inscrita en el Registro de Matrícula de Naves Mayores, siempre que el arrendamiento o fletamento sea por un plazo no superior a doce meses, el que será renovable total o parcialmente, con autorización del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones hasta por otro período igual.

Estas empresas deberán remitir tales contratos de arrendamiento o fletamento al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, dentro del plazo de siete días hábiles contados desde la fecha de la suscripción del respectivo contrato, para los efectos de la resolución respectiva.

Se reputarán como chilenas para los efectos de la reserva de carga, las naves cuya antigüedad de construcción no sea mayor de cinco años que sean arrendadas a casco desnudo con promesa u opción de compra, por empresas navieras chilenas que se hayan constituido legalmente dentro de los últimos doce meses anteriores a la fecha de los respectivos contratos.

Frente a esto, Alejandro Pérez, director ejecutivo de Alianza Marítima de Chile, dijo a Salmonexpert que lo más preocupante de las indicaciones es que se pueden reputar como chilenas las naves extranjeras con dotación extranjera sin restricción y a su juicio, “esto va a producir la baja de naves con bandera chilena y dotaciones chilenas. Ningún Gobierno en la historia de Chile había tocado este tema, ya que es un resguardo a la industria naviera nacional, frente a las extranjeras”.

En su exposición en el Congreso, el ministro de Economía, Nicolás Grau, argumentó que “el cálculo general de lo que hace este proyecto en términos de sus ganancias en eficiencia va del rango de US$ 90 millones a US$ 186 millones, dependiendo de los supuestos que se hagan”, mientras que el titular de Transporte y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, sostuvo que la iniciativa se concentra de Puerto Montt al norte, ya que hacia el sur se vislumbra competencia.