Salmonicultores llaman a unidad nacional para desarrollo tras triunfo del Rechazo

Celebración del triunfo del Rechazo a la propuesta de nueva Constitución.

Chile: La industria y sus trabajadores afirmaron que se debe lograr un acuerdo transversal que contribuya a reducir la incertidumbre y avanzar “para reimpulsar la inversión, el crecimiento y el empleo”.

Publicado Actualizado

Con casi el 62% de las preferencias, finalmente, se impuso la opción Rechazo ante la propuesta de nueva Constitución para Chile, en una jornada pacífica de sobre 13 millones de votaciones -cifra histórica con más del 85% del padrón electoral-, donde se mostró una conciencia cívica importante en el país. ¿Cuál es la postura de la industria salmonicultura nacional?

Joanna Davidovich, directora ejecutiva del Consejo del Salmón, comentó a Salmonexpert que “el resultado del plebiscito fue contundente. Chile quiere que se inicie un período de unidad nacional que permita, a través del diálogo, generar las condiciones para construir en conjunto una senda de progreso económico y social sostenible para nuestro país”.

“El desafío ahora es lograr un acuerdo transversal amplio que contribuya a reducir la incertidumbre y avanzar en un marco moderno con mirada de futuro que permita reimpulsar la inversión, el crecimiento y el empleo”, manifestó Davidovich.

Por su parte, Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, indicó que “una abrumadora mayoría de chilenos rechazó la propuesta constitucional que entregó la Convención Constitucional. La clara señal es que el texto no contribuye a formar una visión común para el Chile del futuro. Ha sido un proceso que aparentemente profundizó las divisiones del país”.

Por ello, de acuerdo con Odebret, “espero que nuestra clase política pueda internalizar el mensaje y reconduzca el camino para alcanzar un país de mayor desarrollo, con más oportunidades y mejor calidad de vida. Esperamos que el proceso político que sigue nos lleve a la unidad y colaboración”.

Desde SalmonChile expresan que “creemos que ahora lo importante es buscar rápidamente un acuerdo amplio para definir los pasos a seguir y promover instancias que permitan avanzar en una nueva Constitución”.

Mientras que Marta Oyarzo, presidenta de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Industria del Salmón y ramas afines, señaló que “valoramos el resultado, con sentido común, ya que la propuesta de nueva Constitución no era buena. Acá no se termina el proceso, se deben hacer cambios profundos, y eso se tiene que avanzar, tanto en lo laboral y social, para marcar una diferencia con lo que existe hoy”.

“Nosotros como organizaciones sindicales seguiremos impulsando los cambio que la industria salmonicultora requiere para mejor y equiparar un mejor bienestar en los aspectos sociales y condiciones en general desde el colectivo sindical, así como también llamamos a la industria a seguir en esta línea junto a sus trabajadores”, apuntó Oyarzo.

En tanto, Marcelo Campos, Consultor Senior de Acuasesorías, Profesor de la cátedra de Acuicultura en la Universidad de Valparaíso en la carrera de Biología Marina, afirmó que independientemente de los resultados del plebiscito, “la salmonicultura nacional en particular y la acuicultura en general, tienen como principal desafío velar por la sustentabilidad en sus todos y variados aspectos (económicos, sociales, ambientales, sanitarios, comerciales, culturales). Para lograr esto, se necesita desarrollar una adecuada Responsabilidad Social Empresarial, basada en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible y Agenda 2030 de la ONU. Esto necesariamente debe ser transversal a todas las posiciones y tendencias políticas”.

Según Campos, cualquiera sea la ley superior que rija, “debe revisarse la gobernanza de nuestro sector, teniendo presente conceptos como Maritorio, Acuanomía y Economía Circular. El cultivo y la explotación de recursos hidrobiológicos, teniendo presente la trascendencia que tienen para el desarrollo del país y de nuestra sociedad, debe contar con una institucionalidad moderna y acorde a sus reales requerimientos. Esto es algo que debe ser fundamental en el quehacer de las autoridades sectoriales, independiente del sector político que militen, pues no se pueden desconocer los aportes de la actividad, como tampoco no buscar soluciones a los efectos adversos que, al igual que en la mayoría de las acciones antrópicas, se producen”.