De filantropía a compromiso real: la comunidad como base de la industria del salmón

"Somos trabajadores, técnicos, ingenieros, profesionales que hemos aprendido, mejorado y que hoy estamos orgullosos de lo que hacemos", afirma Felipe Díaz, director de Comunidades de SalmonChile.
En el tercer capítulo de la tercera temporada del podcast “Sin escamas”, Felipe Díaz, director de Comunidades de SalmonChile, plantea una visión actualizada del vínculo entre la salmonicultura y el entorno social donde opera.
Con un tono franco y reflexivo, el episodio —que se estrena el próximo viernes 27 de junio— profundiza en cómo la industria ha transitado desde una lógica filantrópica hacia un modelo integrado de desarrollo territorial, con énfasis en la gestión del impacto, la articulación público-privada y la creación de valor social duradero. Este diálogo marca uno de los puntos más altos de una temporada que apuesta por contenidos de mayor profundidad y conexión territorial.
Desde las oficinas del gremio, el profesional reflexiona sobre la evolución de la relación entre las empresas salmonicultoras y las comunidades. A su juicio, este vínculo ha dejado de ser accesorio o reactivo, para transformarse en un componente estructural de la operación. “Vivimos en contacto directo con vecinos, pescadores, juntas de vecinos. Son ellos quienes nos permiten seguir existiendo como industria”.
Para el ejecutivo, cada compañía ha desarrollado planes específicos, con estrategias, políticas y canales de comunicación abiertos, orientados a convivir de forma respetuosa en los diversos territorios donde operan, desde Biobío hasta Magallanes.
Díaz reconoce que la salmonicultura ha atravesado momentos complejos que dejaron enseñanzas profundas. “Tuvimos crisis que nos obligaron a hacer las cosas mejor. No estaríamos donde estamos si no hubiéramos pasado por eso”.
Según explica, el valor social que hoy genera la industria no es solo económico, sino que incluye una presencia activa en temas comunitarios, educativos, sociales y de infraestructura. “En las comunidades están nuestros trabajadores, proveedores, familias, liceos técnicos. Es un tejido que se ha ido fortaleciendo con confianza, con presencia permanente y con capacidad de respuesta ante emergencias”, sostiene, ejemplificando con casos en Melinka y Cisnes.
Uno de los ejes centrales de la conversación fue el proceso “Diálogos para la Salmonicultura del Futuro”, desarrollado por SalmonChile en ocho regiones del país y con la participación de más de 800 personas de distintos sectores. Esta experiencia —que derivó en un libro entregado a ministros, alcaldes y gobernadores— permitió construir una hoja de ruta con miras al año 2050.
“No quisimos hacer esto solos. Invitamos a comunidades indígenas, sindicatos, empresas, universidades, y levantamos prioridades desde cada territorio. Hoy, ese insumo se está usando como base para planes de acción concretos, no sólo del gremio, sino también de autoridades locales”, destacó Díaz.
Asimismo, el director de Comunidades detalló el rol que ha tenido la industria frente a situaciones de emergencia, como el incendio en Castro en 2021 y el tornado en Puerto Varas recientemente. En ambos casos, apunta, se activaron redes de apoyo inmediatas junto a Desafío Levantemos Chile, gobiernos locales y otras organizaciones.
“No desaparecemos cuando termina la crisis. La comunidad sabe que puede contar con nosotros. La articulación es clave. Son 50 empresas trabajando coordinadamente, sumando a otros gremios, en causas que realmente importan”, indica, destacando que la articulación no se limita a emergencias, sino que también permite sostener alianzas en educación, salud y conectividad.
En ese contexto, Díaz valora los proyectos de más largo plazo que la industria ha impulsado junto a gobiernos regionales, municipios y fundaciones. Entre ellos, mencionó la mejora del sistema de agua potable rural en Melinka, la modernización de plantas eléctricas y la participación en iniciativas como Red Regional por el Aprendizaje. “Falta avanzar en proyectos más estructurales, como conectividad digital o acceso a servicios básicos, y en eso creemos que la industria puede seguir aportando. Hay un espacio para tomar decisiones más ambiciosas”.
“No somos 80 mil personas queriendo destruir el medio ambiente. Somos trabajadores, técnicos, ingenieros, profesionales que hemos aprendido, mejorado y que hoy estamos orgullosos de lo que hacemos. La industria ha alcanzado una madurez que le permite enfrentar los desafíos con una mirada propositiva, sin negar los errores del pasado. Hoy el desafío es seguir avanzando en mitigación, en escucha activa, en colaboración con la ciencia, y en ser una industria que convive y aporta de forma respetuosa en los lugares donde habita”, concluyó el director de Comunidades de SalmonChile.
La entrevista en extenso podrá ser escuchada y vista a través de nuestras plataformas de Spotify y Apple Podcasts y en nuestro canal de YouTube.