Felipe Sandoval, presidente de Salmonchile.

Salmonchile: “A largo plazo, es una industria rentable y sustentable”

Chile: El líder del gremio, Felipe Sandoval, aseguró que la crisis de Chiloé provocó importantes pérdidas a las empresas del sector , que se resumen en US$ 100 millones, en menores ventas y un gran volumen de peces muertos.

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Como un verdadero terremoto cataloga el presidente de la Asociación de la Industria del Salmón de Chile (Salmonchile), Felipe Sandoval, la emergencia que enfrentó la industria salmonicultora en marzo pasado tras el bloom de algas, según informó El Mercurio. Esta situación, que luego generó críticas hacia el sector por el vertimiento de 4.655 toneladas de ejemplares muertos al mar, terminó con despidos en varias empresas. Esto, porque el resultado que dejó este episodio fue la pérdida de cerca del 15% de la producción nacional de salmónidos. Como consecuencia de lo sucedido y de la crisis financiera que afectó a las firmas de la industria en 2015, Sandoval afirmó que ya se han producido alrededor de cuatro mil desvinculaciones en la industria.

Frente a las críticas por los vertimientos, el líder del gremio asegura que "fue una emergencia, y si no se hubieran tomado estas medidas, ahí sí que el daño ambiental habría sido fuerte". Agregó que se utilizaron todos los caminos posibles: de las casi 40 mil toneladas de peces muertos, el 57,1% se destinó a plantas de procesamiento de harina de pescado; el 30,3% tuvo como destino vertederos en tierra, y el resto se arrojó al mar, de acuerdo con el Protocolo de Londres. Sandoval aseguró que se hicieron todos los esfuerzos para arrojar solo la mitad de las 9 mil toneladas que estaban autorizadas para ser vertidas en alta mar. Pese a esto, reconoce que como sector deben reforzar los trabajos de comunicación y relación con las comunidades.

"A largo plazo, ésta es una industria rentable, sustentable, y que el país debiese potenciar, porque tiene muchas fortalezas", manifestó Sandoval al ser consultado sobre si la actividad es sustentable. ÉSasto, porque desde el año pasado el sector ha enfrentado una seguidilla de traspiés: bajos precios y altos costos en 2015, el Florecimiento de Algas Nocivas (FAN) en marzo y el enjuiciamiento en contra de las empresas del rubro durante la crisis de la marea roja en Chiloé. "Esta es la industria más regulada del país (...) Cumplimos normas ambientales muy exigentes, y si no cumpliéramos los estándares, no nos comprarían salmón países que son altamente exigentes", remarcó.

Además de ser atacados, a su juicio injustamente, en el marco de las movilizaciones en Chiloé, el sector también vio impactada su actividad. Sandoval detalla que ese episodio les significó menores ventas por unos US$ 100 millones, 25 mil peces muertos en centros de acopio, una mortandad de 40 mil smolts y de 700 mil alevines. Pese a estos efectos, no se produjo un impacto en términos de empleo por esta crisis en particular.