Salmonicultura aclara a ONG y autoridad su visión para crecimiento productivo sostenible
La industria ha dicho que quiere duplicar su operación, pero señaló a Oceana y a la SMA que no será en el corto plazo, sino que en 15 años más de manera responsable.
Ayer se realizó en Santiago, el seminario denominado "Salmonicultura en tensión: equilibrando ciencia, regulación y naturaleza", que de manera inédita reunió en un panel de conversación a los representantes de la industria del salmón, de ONG, y a la autoridad, cuyo foco estuvo en el crecimiento sostenible del sector local.
Es así como la superintendenta del Medio Ambiente, Marie Claude Plummer, expuso que han aumentado los procesos sancionatorios en la salmonicultura, en un trabajo continuo de fiscalización, donde a partir de 2014 se empieza a mejorar la estrategia, combinando el uso de tecnología con la eficiencia y la efectividad.
Hoy se llega casi al 100% de los centros con RCA, destacó, con foco en prevención, corrección y la respuesta sancionatoria, son más de 2.000 instalaciones bajo la lupa, que es un número considerable ubicado en lugares de difícil acceso, exigiendo estrategia técnica, fiscalización y optimizar recursos. “La SMA es una institución pequeña para la envergadura del sector, aun así la cobertura es amplia, y se concretaron bajas en la brecha de incumplimiento”.
En la industria, dijo Plummer, hay menos de 10 casos sancionados, otra cosa son los procesos, que llegan a 140 en estos años, donde la mayoría presenta Programas de Cumplimiento.
Por su parte, el presidente de SalmonChile, Arturo Clément, comentó que del 2022 a la fecha, 50% de las fiscalizaciones han sido a la acuicultura, con sólo un 2% de incumplimiento, en comparación al 11% de lo nacional, pese a que algunos casos ligado a sobreproducción han sido muy bullados.
También agregó que la SMA está conectada en línea con todos los centros, no existe otro sector así, “no hay problemas en que nos fiscalicen. Cometimos errores del pasado y aprendimos de ellos”. La meta es reducir 50% el uso de antibióticos en un trabajo con el Monterey Bay Aquarium, además, se bajó de 50% a 12% dependencia de la harina de pescado, encontrando alternativas en la agricultura chilena.
“Aprendimos que la cautela es importante, hablamos de duplicar nuestra producción en 15 años más, no en el corto plazo, creciendo de 3% a 6% por ejercicio, con responsabilidad, ya que en los últimos 10 años la expansión ha sido de apenas 1% anual. No queremos que la competencia de Noruega nos gane los mercados”, manifestó Clément.
Igualmente, el presidente de SalmonChile expresó que es condenable que una empresa use las sanciones como modelo de negocio, es decir, que la multa sea menor a su beneficio económico. “Por eso debemos apuntar a una regulación moderna, con reglas claras, pero los esfuerzos realizados son infructíferos, entregamos 12 puntos a mejorar a la ministra del Medio Ambiente y no se avanzó ninguno, y de los 6 puntos planteados a Subpesca, se avanzó sólo en uno lamentablemente”.
“Trabajamos en la Ley de Escapes con Oceana, y como puede costar hasta 20 millones de dólares a la empresa cometer infracciones, no han ocurrido más escapes, los empresarios no somos tontos y también queremos mejorar”, recalcó, indicando eso sí que Sernapesca “tiene una pobreza paupérrima para fiscalizar”.
La representante de Intesal, Marcela Bravo, aclaró que “nos guiamos por la ciencia en la producción, con un plan específico, que apunta a floraciones algales nocivas, escapes, uso de antibióticos, indicadores ambientales en fondos marinos, asilvestramiento del salmón, entre otros temas. Gracias a la ciencia, la industria ha avanzado en dar seguridad a la sociedad, de que puede crecer en armonía con el medio ambiente”, subrayando que hoy 20% de los centros no utilizan antibióticos.
La directora ejecutiva de Oceana Chile, Liesbeth van der Meer, recordó por su parte que hace un tiempo “empujamos el proyecto de escapes de salmones, en un Congreso dividido; ahora observamos que ha bajado el uso de antibióticos por año, pero a la vez, se ve más producción. Recordemos el caso Nova Austral, donde se mintió en las cifras de mortalidad, para crecer más, y solamente se registró una sanción, es un problema”.
Esta expansión esperada por la industria del salmón, alertó, significa una máquina estatal más grande, “en un país donde ni siquiera, se quitan las licencias para operar. No queremos que se paralice todo, pero miramos el largo plazo y el diálogo para acuerdos es relevante con la industria, autoridades y ONGs”.
“Es distinto a que una ONG exponga datos a que lo realice la industria: para transparentar el uso de antibióticos y la producción, donamos un software matemático a Sernapesca para dar a conocer empresas con más uso de antibióticos, pero nos llevaron a Contraloría y no se pudo. Tampoco se ha avanzado en temas como dónde producir y dónde no, estas son claves, si se quiere avanzar”, exhibió van der Meer.