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Solución robótica orientada a continuidad operacional en cultivo de salmón

Imagen: Undersea Robotics.

La propuesta del Optimist reduce horas improductivas asociadas a detenciones y optimiza disponibilidad técnica, consolidando la limpieza como una variable estratégica dentro de la gestión productiva.

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El Optimist es un dron submarino desarrollado específicamente para limpieza de redes en centros de cultivo, con siete propulsores de cinco aspas, cámaras HD, iluminación integrada, presión de trabajo regulable y estructura pensada para operar con maniobrabilidad y estabilidad bajo condiciones variables del mar. Se trata de un equipo que funciona sobre la base de discos de alto rendimiento —triangulares y de 42 centímetros de diámetro— que, mediante presión de agua y cavitación controlada, permiten desprender materia orgánica de la malla sin trasladar contaminación asociada a pintura o antifouling, y sin necesidad de recurrir a recambio frecuente de redes, lo que reduce tiempos logísticos y acota riesgos operacionales.

Se trata de un sistema que opera con 400V AC, con control de fuerza ajustable, que puede trabajar desde 100 BAR en escenarios de fouling moderado hasta rangos más altos cuando las condiciones lo requieren. Para Arnt Stormyhr, gerente general de Undersea Robotics, y quien tiene 25 años de experiencia en robótica submarina, la clave está en la consistencia del desempeño en distintas corrientes, ya que, al poder manejar el equipo mediante joystick y lectura de pantalla, las maniobras se adaptan al flujo, optimizando la adherencia del equipo a la red y evitando desgaste innecesario de motores.

“Llevo 20 años en el mercado de limpieza de redes para lo cual es importante contar con un robot robusto, que no falle. Así, la limpieza puede realizarse sin problemas, y la producción de salmón no se detiene. Nuestro servicio es 24/7”, recalcó Stormyhr.

Eficiencia operativa y valor para el productor

Arnt Stormyhr.
Imagen: Undersea Robotics.

Desde su perspectiva, el diferencial más determinante para la industria es la velocidad de limpieza, porque de ella se desprenden casi todas las variables de costo. Stormyhr señala que —en promedio— el equipo permite avanzar del orden de un 15 a un 20% más de superficie a limpiar por jornada, lo que reduce consumo de combustible y libera capacidad de operación, generando más metros cuadrados de red gestionados con los mismos recursos. “Este rendimiento sostenido se traduce en menor permanencia del robot sobre la malla y, en consecuencia, en menor erosión por cavitación, especialmente en periodos de mayor carga orgánica estacional”.

A ello le suma una segunda ventaja; permitir soporte remoto, porque la plataforma puede ser monitoreada en línea, de modo que fallas de software pueden ser diagnosticadas antes de detener la faena. “Esto reduce tiempos muertos y evita desplazamientos innecesarios del técnico a bordo. Esta lectura remota permite también reportar al cliente anomalías detectadas en la malla, lo que agrega valor en el control preventivo durante la propia faena de limpieza”, detalló Stormyhr.

En esa línea, el ejecutivo subrayó que uno de los impactos más significativos es no depender de recambio de redes para enfrentar la acumulación de materia orgánica estacional —que en algunos centros puede significar tener grandes volúmenes de malla en stock—, lo que reduce costos estructurales y evita riesgos asociados a manipulación, escapes y contaminación de antifouling residual. “Es mejor limpiar que reemplazar”, sostuvo, afirmando que las empresas que logran continuidad de limpieza obtienen redes más permeables, con mejor flujo de oxígeno y, en consecuencia, mejor crecimiento de los peces.

Adaptabilidad y futuro de la robótica de limpieza

Consultado sobre la adaptabilidad del Optimist en Chile —geográficamente diverso desde fiordos patagónicos a zonas interiores más cerradas—, Stormyhr explicó que el diseño modular del equipo permite operar en cualquier escenario, ajustando presión y potencia según marea. “Es recomendable sincronizar la limpieza con marea favorable porque así se reduce resistencia y se evita exigir fuerza máxima a los motores eléctricos. No es una condición estricta, sino una optimización operativa”.

En cuanto a estacionalidad, afirmó que la frecuencia de limpieza se ajusta actualmente a la realidad térmica cambiante: en verano hay escenarios donde algunos centros necesitan limpieza cada dos semanas, mientras que en invierno la periodicidad baja a ciclos mensuales. Y añade que esta realidad varía incluso dentro de la misma macrozona, porque la hidrodinámica local incide en la velocidad de colonización del biofouling.

“Para mantener productividad biológica la red debe estar permanentemente permeable, porque el crecimiento de los peces depende directamente del flujo de agua y oxígeno disponible. Además, la limpieza con peces dentro de las jaulas no representa un impacto negativo en alimentación o comportamiento, siempre que se realice dentro de condición operativa diurna y de acuerdo con los protocolos del centro. Veinticinco años limpiando redes me dicen que limpiar bien es siempre mejor que postergar”, indicó Stormyhr.

Desde la perspectiva de adquisición, el gerente general de Undersea Robotics destacó que la estructura de repuestos del Optimist es más accesible que otras soluciones del mercado, lo que disminuye barreras de entrada para productores medianos y pequeños. A ello agrega que el sistema de control de calidad se ejecuta directamente desde la compañía antes de cada entrega, y que la logística permite envío en formato compacto para ensamblar en cualquier parte del mundo sin sacrificar performance certificada.

Mirando hacia adelante, Stormyhr confirmó que Undersea Robotics ya trabaja en variantes de menor escala —con dos o tres discos— para limpieza dentro de peceras que requieren intervenir espacios más reducidos sin ingresar un robot mayor. Y, adicionalmente, desarrollan soluciones destinadas a limpieza de cascos de embarcaciones, aunque enfatiza que cualquier innovación debe ser probada bajo métricas de control propias antes de su liberación comercial.

“El futuro inmediato de la robótica submarina en la acuicultura se está segmentando en nichos específicos: limpieza de redes, inspección, control, profundidad estructural y servicios auxiliares. Sin embargo, el foco de Undersea Robotics es mantener el liderazgo en limpieza, porque es el punto crítico para la eficiencia económica de un centro de cultivo”, recalcó el profesional.