"Los dirigentes sindicales no debemos perder el sentido social"

Sandra Barros.

Chile: Con nueve años de dirigencia en el Sindicato Nº3 de la planta "Los Fiordos" de AquaChile en Quellón, Sandra Barros destaca el cariz dialogante de la organización y los hitos importantes que han logrado.

A fines de la década del 90, Sandra Barros salió de Angol con rumbo al sur mochileando. “Era primera vez que salía a mochilear y no volví más. Me gustó esta zona y rápidamente me puse a buscar un trabajo y mucha gente me comentó que se necesitaba gente en la industria salmonicultora. Así que me dirigí a la planta de proceso que en esos años era de Aguas Claras, en Chonchi. Allí, estuve más de cuatro años y por asuntos familiares me retiré por un tiempo”.

Un par de años después, viviendo en la comuna de Quinchao decidió trabajar por la temporada en Invertec, ya que había pertenecido a esa empresa anteriormente y quería volver a la industria. “Nos ponían locomoción a los trabajadores, lo que era muy positivo para mi, pero ese día que debía presentarme a la empresa, decidí no ir porque el clima estaba muy mal, y lamentablemente ese bus de traslado se volcó en el camino entre Dalcahue y Castro. Esa fue una señal que me dijo que aun no debía volver”, recuerda la dirigenta sindical.

Después de aquello, Sandra trabajó en supermercado, adquirió una embarcación para prestarle servicios a Marine Harvest (hoy Mowi), por lo que obtuvo su licencia de patrón de nave menor, realizando también servicios de pesca y buceo.

“Luego, volví a la Región de La Araucanía. Estuve un año sin trabajo y me gasté todos mis ahorros. Hasta que fui a una feria laboral de la Municipalidad de Angol donde ofrecían puestos laborales de Los Fiordos, pero en Quillón. Me pareció raro, pero por lo menos estaba ‘cerca’ de donde vivía. Hice la entrevista, pero en ningún momento me mencionaron la ciudad a la que iríamos, así que preparé una mochila, pensando en la semana y vi que todos mis colegas llevaban hartas maletas. Cuando me percato que el bus dobla hacia el sur y yo pensando que pasarían a buscar a más gente, me confirmaron que nos dirigíamos a Quellón. Es así como terminé volviendo a la Isla de Chiloé”, expresa Sandra.

A su juicio, era el destino, por lo que tomó la decisión de comprarse un sitio, construirse una casa y establecerse. “Así, hace nueve años que trabajo en la compañía y de esos años, aproximadamente siete me he dedicado al trabajo sindical”.

Motivaciones

“Al principio no quería involucrarme en esos temas de sindicato. Pero cuando reformaron la Ley que explicitaba que para una negociación colectiva debías estar sindicalizada, nos dimos cuenta que el 80% de quienes trabajaban en la empresa no estaban sindicalizadas y la mayoría éramos nuevos, por lo que quedábamos fuera de cualquier negociación”, detalla Sandra.

Recuerda que en una reunión de los sindicatos ya existentes consultó que pasaría con los trabajadores que no estaban sindicalizados, y la respuesta que tuvo fue que “formaran un nuevo sindicato”. “Entre conversaciones y conversaciones, se formó el Sindicato Nº3 de la planta Los Fiordos de Quellón, que en sus inicios llegó a tener 800 socios y actualmente más del 50% de los trabajadores están asociados. La relevancia de la creación de este nuevo sindicato no fue desarrollar una negociación anticipada, sino que fue la incorporación de todos los administrativos, porque queríamos que todos los colaboradores de la planta tuvieran los mismos derechos y beneficios, independiente del área en la que se desempeñaran”.

Barros comenzó en la directiva del Sindicato como tesorera y vocera. “Desde que asumimos la directiva del sindicato, la comunicación ha sido lo más importante. Somos un sindicato dialogante, lo que nos ha ayudado a que funcione bien y los socios se sientan representados. Hemos logrado importantes beneficios para nuestros socios, en términos de bonos de producción, renta, capacitación, cursos, becas de estudios, entre otros. Otro de los hitos que logramos fue establecer una mejora en la renta de puestos específicos, acorde a ciertos factores como seguridad, complejidad y esfuerzo físico”.

Sentido social

Para la dirigenta sindical, sus asociados son lo más importante y en cada negociación colectiva se preocupan por informarse bien y pensar en el bien común de los socios. “Queremos que tengan una buena calidad de vida, que puedan surgir como personas y trabajadores, pero que también estén cómodos y a gusto en su trabajo. Por eso nos ocupamos que todas las temáticas que debemos abordar las consensuemos con anterioridad y que todos queden satisfechos”.

Según Sandra, lo fundamental en un sindicato es que los dirigentes sean cómplices. “En el sindicato la dirigencia conversa todos los temas, nos comunicamos todo lo que pasa. Nos juntamos, analizamos el escenario, acordamos nuestra postura y tenemos una sola vocería. Además, no nos olvidamos nunca de nuestro sentido social, porque estamos trabajando por un bien común”.

Para la presidenta del sindicato Nº3 de la planta de proceso "Los Fiordos" perteneciente a AquaChile en Quellón, la industria salmonicultora ha avanzado muchísimo. “Su evolución ha sido positiva y no sólo porque hay leyes que le exigen ciertas cosas, sino porque la industria ha cambiado su mentalidad y han entendido que deben ser un sector productivo sustentable. Y nosotros estamos muy de acuerdo en trabajar de la mano con ella para que así sea”.