Después de siete días, se puede ver que los macrófagos absorben las pequeñas partículas de plástico. Foto: Anita Solhaug, Instituto Veterinario.

Estudian posibles efectos del microplástico en peces

Noruega: El Instituto Veterinario de Noruega y Norce encontraron microplásticos en las branquias de salmones de cultivo, y han visto que pueden ser fagocitados por los macrófagos de los peces.

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Existe un creciente interés y preocupación por los microplásticos en los sedimentos acuáticos marinos de todo el mundo. A diferencia de los plásticos más grandes que se puede ver fácilmente en el estómago e intestinos de las aves, mamíferos marinos, mariscos y peces, sabemos poco sobre el alcance de la propagación, la captación y las consecuencias de los microplásticos para la salud animal, según lo publicado en el medio relacionado a Salmonexpert, Kyst.no.

Estudio piloto completado

El Instituto Veterinario de Noruega y Norce realizaron un estudio piloto en salmones con el propósito de investigar si el microplástico podía adherirse a las branquias y, por lo tanto, ser un indicador referente a qué tipo de microplástico se había expuesto el pez. Åse Garseth del Instituto Veterinario de Noruega, y Alessio Gomiero del Norce, recolectaron muestras de branquias y realizaron un análisis químico de los microplásticos.

En algunas de las muestras, se encontraron pequeñas cantidades de polietileno (PE) y cloruro de polivinilo (PVC), ambos microplásticos, pero no fue posible saber a partir de los análisis si estas partículas estaban en la superficie o fueron captadas por las células.

Sin embargo, es importante averiguar si estas partículas pueden ser absorbidas a través de las branquias y transferidas a la sangre de los peces, o si simplemente están “atrapadas” en el exterior. Su próximos estudios intentarán demostrarán si tales partículas pueden dañar las branquias.

Microplástico es absorbido por macrófagos 

Por otro lado, las investigadoras Maria Dahle y Anita Solhaug del Instituto Veterinario de Noruega realizaron una investigación para descubrir si los macrófagos, que son un tipo de células inmunitarias que limpian sustancias extrañas que han ingresado al cuerpo, pueden absorber los microplásticos.

Contaminación en Noruega

Según la Sociedad Noruega para la Protección de la Naturaleza/Amigos de la Tierra Noruega (Norges Naturvernforbundet), la industria salmonicultora noruega podría ser responsable de liberar más de 300 toneladas de microplásticos en el mar cada año a través del desgaste de las tuberías de alimentación de centros de cultivo de salmónidos.

Esa cifra se basó en una serie de suposiciones, incluyendo que Noruega tiene alrededor de 800 centros de cultivo de salmones activos con un promedio de 4.000 metros de tubería de alimentación. 

Para ello, expusieron macrófagos de salmón Atlántico a pequeñas esferas hechas de microplásticos (PE) de dos tamaños, 1-5 µm (tamaño de las bacterias) y 10-22 µm (aproximadamente el tamaño de una célula) de diámetro.

Sus resultados demostraron que las células recogieron rápidamente las bolas de plástico más pequeñas y sólo pasaron 24 horas antes de que pudieran observarse dentro de algunos macrófagos, y después de 1 semana, el 90% de las células estaban llenas de bolas de plástico.

Las más grandes, sin embargo, no fueron incorporadas tan eficazmente por los macrófagos, pero después de una semana, se observaron grupos celulares reunidos alrededor de las esferas. Luego, las bolas cambiaron de forma y se volvieron como varas. Esto sugiere que los macrófagos intentaron activamente romper las partículas de plástico, incluso cuando son demasiado grandes para ser fagocitadas.

Dahle y Solhaug tampoco saben cuál es el verdadero significado de estos hallazgos para la salud de los peces y para el consumidor final, pero esto es algo que quieren investigar más a fondo.

Otro proyecto dirigido por Alessio Gomiero en Norce, en colaboración con la industria acuícola, el Instituto de Investigación Marina y el Instituto Veterinario, investigará posibles fuentes de macro y microplástico en la industria acuícola. Además, la iniciativa tratará de identificar y estudiar la cantidad de este plástico que queda en el entorno alrededor de los centros.

Por último, la investigadora Mona Gjessing del Instituto Veterinario de Noruega investigará si se pueden detectar los cambios en el tejido branquial del salmón que se ha introducido en estos entornos.