Salmonicultores y productores de alimentos frustrados por el retraso en cuotas de pesca

Reino Unido: La incapacidad de los gobiernos para llegar a un acuerdo "está poniendo en peligro las poblaciones de peces del Atlántico norte", afirman en la industria salmonicultora. 

Un grupo que representa a salmonicultores, productores de alimentos acuícolas, empresas pesqueras y grandes minoristas que utilizan o venden pescado capturado en el Atlántico nororiental ha criticado a los países con derechos de pesca en la región por retrasar las conversaciones sobre cuotas de captura.

Las delegaciones de los Estados costeros del Atlántico nororiental (la Unión Europea, Islandia, las Islas Feroe, Groenlandia, Noruega y el Reino Unido) han acordado cuánta caballa, arenque atlántico-escandinavo y bacaladilla se podrán pescar en 2024.

En los últimos años, los estados no lograron ponerse de acuerdo sobre la captura total permitida (TAC) e ignoraron el consejo del Consejo Internacional para la Exploración del Mar (ICES), lo que llevó a la suspensión de la certificación del Marine Stewardship Council (MSC) para las pesquerías.

Los estados (excluyendo a Rusia) han acordado ahora que el TAC para las tres poblaciones en 2024 se establecerá de acuerdo con el asesoramiento más reciente del CIEM.

Pero los estados aún no han decidido cómo se repartirán estas cuotas finales entre ellos, y eso ha consternado al Grupo de Defensa de los Pelágicos del Atlántico Norte (NAPA), entre cuyos más de 70 miembros se incluyen los productores de salmón Mowi, los minoristas Asda, Marks & Spencer, Tesco, Waitrose, Morrisons, Aldi y Co-op, y los productores de alimentos acuícolas Cargill, BioMar, Skretting y Northeast Nutrition, propiedad del productor de salmón Cooke Aquaculture.

Las conversaciones se llevarán a cabo en el nuevo año, pero NAPA dice que es demasiado tarde porque las temporadas de pesca de las poblaciones ya habrán comenzado, dejando en riesgo el destino de las frágiles especies.

“El enigma del reparto de cuotas es una espina constante”, indica el líder del proyecto NAPA, Neil Auchterlonie.