Anuncio

Un largo viaje sin retorno

A pesar que la generación de residuos peligrosos es baja, las empresas productoras de salmón tienen la necesidad de incorporar a sus procesos productivos la gestión de éstos. Mientras que, a diferencia de lo que se realiza con otros desechos generados por la industria, éstos deben trasladarse cientos de kilómetros para su disposición final. 

Publicado Última actualización

Un residuo peligroso (Respel) está definido en el Reglamento Sanitario sobre Manejo de Residuos Peligrosos (DS 148/03 del Ministerio de Salud) como todo residuo o mezcla de residuos que presenta riesgo para la salud pública y/o efectos adversos al medio ambiente, ya sea directamente o debido a su manejo actual o previsto, como consecuencia de presentar algunas de las características señaladas en el artículo 11 de dicho Decreto: a) toxicidad aguda, b) toxicidad crónica, c) toxicidad extrínseca, d) inflamabilidad, e) reactividad y f) corrosividad. Bastará la presencia de una de estas características en un residuo para que sea calificado como residuo peligroso.

Gestión de los residuos peligrosos

Según el Reglamento, las empresas salmonicultoras, por su volumen (< 12 toneladas/año), no califican como un generador de residuos peligrosos. Sin embargo, muchas de ellas se han acogido a este reglamento según lo establece la autoridad. Su manejo se realiza través de un estricto protocolo, basado en el seguimiento desde el origen hasta su disposición final.

En este contexto, todos los Respel deben ser declarados por medio del “Sistema de Seguimiento de Residuos Peligrosos” (Sidrep), que permite la trazabilidad desde el generador hasta la disposición final. Además, y de acuerdo con el DS N°1 “Reglamento de Registros de Emisiones y Transferencia de Contaminantes” (RETC), del Ministerio del Medio Ambiente, la eliminación de todos los materiales peligrosos deben ser gestionados por el generador, a través de empresas autorizadas por la Secretaría Regional Ministerial de Salud. De esta forma, los desechos peligrosos son declarados en el portal RETC en un reporte que incluye, entre otras, información del generador, transportista y receptor que realiza la disposición final.

Además, el reglamento RETC exige tener personal designado notarialmente por cada establecimiento, el cual, dentro de sus funciones, está obligado a declararlos a través del sistema de Ventanilla Única del Ministerio del Medio Ambiente. En tanto, los procedimientos para la disposición de estos desechos se deben ajustar a la normativa del DS N° 148, la cual detalla y norma cómo se deben gestionar los Respel. Los principales pasos son:

a) Estos desechos deben ser retirados en contenedores sellados utilizando camiones que cuenten con los permisos necesarios.

b) Pueden ser enviados a un centro de transferencia, en el cual se pueden almacenar por un período máximo de seis meses.

c) Luego, deben ser transportados a un sitio de disposición final, que cuente con los permisos necesarios.

d) Todo el proceso debe contar con un sistema que garantice la trazabilidad de los residuos.

Residuos peligrosos generados en la industria salmonicultora

Actualmente, en la industria no existen cifras oficiales acerca de la cantidad de residuos que se generan, sin embargo, el Instituto Tecnológico del Salmon (Intesal), se encuentra en una primera etapa de diagnóstico de cuánto y dónde se generan estos desechos. Con esta información se pretende poder hacer gestión para su reducción y/o gestión más eficiente. Además, según informó el gremio, desde el año pasado vienen trabajando en el desarrollo de una herramienta Web que se pondrá a disposición de sus asociados, con el objeto de sistematizar y estandarizar la forma de colectar la información, pero no sólo de elementos peligrosos, sino que de todo tipo de desechos. “Esta herramienta pretende ser un apoyo a la gestión ambiental de las empresas y de la industria en su conjunto. Esencialmente, permitirá tener un diagnóstico de los desechos generados, lo que es fundamental para avanzar en la gestión de ellos”, aclararon desde la entidad.

En cuanto al tipo de Respel generado por la actividad de cultivo y procesamiento de peces salmónidos, los desperdicios considerados peligrosos se pueden observar en la tabla 1. Si bien, no existe una cuantificación de aquellos generados por esta industria, las empresas que los manejan concuerdan en que la generación de hidrocarburos (aceites y solventes) es el residuo que se produce en mayor cantidad. A modo de ejemplo, la empresa Aquachile, en su reporte de sustentabilidad del año 2014, cuantificó la cantidad de residuos peligrosos y éstos alcanzaron el 0,08% del total de basura generada en la operación anual (Tabla 2).

En tanto, a modo de ejemplo, según la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de un centro de engorda de salmón Atlántico con una producción de 5.508 toneladas, éste generaría sólo 0,01% de residuos peligrosos del total de desechos producidos en la operación de este sistema productivo (Tabla 3).

Tabla 3. Generación de residuos proyectado de un centro cultivo de engorda de salmónidos con una capacidad productiva de 5.508 toneladas (Fuente: proyecto técnico N° 213111052, DIA Salmones Friosur).

Asimismo, según la DIA de una piscicultura de recirculación, con una producción de 3.884 toneladas de peces, se genera un total de 7.812 kg/año de materiales peligrosos, siendo los aceites usados el elemento que representa el mayor porcentaje (Tabla 4).

Tabla 4. Clase de residuos y estimación anual de una piscicultura de recirculación con una producción de 3.884 toneladas de smolts al año. Fuente: DIA Piscicultura de Recirculación Astilleros Sector Pargua, Región de Los Lagos.

Tabla 3 Generación de residuos proyectado de un centro cultivo de engorda de salmónidos con una capacidad productiva de 5.508 toneladas (Fuente: proyecto técnico N° 213111052, DIA Salmones Friosur).

Residuos farmacológicos

Los residuos agrupados en esta sección corresponden a insumos que se utilizan en los programa de bioseguridad y para la prevención y control de enfermedades. En general, el manejo de estos desechos considera la disposición en bodegas autorizadas para su almacenamiento, debido a que las cantidades que se utilizan no representan grandes volúmenes. Por lo general, éstos son almacenados, transitoriamente, en bodegas construidas para tales efectos, y son retirados entre dos a cuatro veces al año, para posteriormente realizar su disposición final en empresas habilitadas. En algunos casos, los envases de medicamentos son sometidos a procesos de neutralización y usados como materia prima (reciclados), o bien son usados en hornos cementeros.

Residuos derivados de hidrocarburos

Producto de la utilización de aceites lubricantes en los motores de lanchas, generadores de energía, etc. en las actividades de cultivo, transporte y procesamiento de salmón, se forman residuos que son almacenados en recipientes cerrados, debidamente etiquetados e identificados.

Tabla 4 Clase de residuos y estimación anual de una piscicultura de recirculación con una producción de 3.884 toneladas de smolts al año. Fuente: DIA Piscicultura de Recirculación Astilleros Sector Pargua, Región de Los Lagos.

Por ejemplo, dentro de las estructuras flotantes (pontones) o en las pisciculturas, se cuenta con áreas determinadas para el acopio y disposición de combustibles y lubricantes, los cuales son mantenidos en recipientes herméticamente cerrados y debidamente rotulados, según lo indica la Nch 2.190 of 93.

Según fuentes de la industria, gracias al uso de gas licuado de petróleo como combustible, los cambios de aceite se están realizando con menor frecuencia en los centros emplazados en el mar, lo cual ha significado una reducción significativa en la generación de este residuo. Actualmente, las empresas que tienen autorización para disposición final de los residuos, a través de distintos procesos de tratamiento, tienen la capacidad técnica para realizar la estabilización química, tratamientos físicos-químicos y tratamiento de blending para el caso de los aceites de motor y lubricantes usados, solventes de laboratorios, aguas de sentinas, pinturas, entre otras. Terminando con la disposición final de esta basura en celdas de seguridad.

Residuos eléctricos y

electrónicos

Chile está en proceso de contar con una normativa específica para residuos electrónicos y, actualmente, el mercado de la gestión de estos desechos es limitada y se orienta, básicamente, a la recuperación de equipos para extender su uso, reciclaje basado fundamentalmente en desensamblaje y recuperación de algunos tipos de metales, además de la exportación de ciertos componentes para valorización en industrias fuera del país, mientras que la gestión de la fracción peligrosa, se elimina en rellenos de seguridad existentes en el país.

Este grupo de desechos, los cuales son considerados tóxicos, deben ser sometidos a procesos de estabilización química antes de confinarlos en un depósito de seguridad. Para el caso de los tubos fluorescentes, éstos deben ser gestionados como materiales peligrosos debido a su contenido en mercurio y otros metales pesados. Si bien los materiales que componen los tubos fluorescentes varían entre los distintos fabricantes, una lámpara fluorescente de 200 g contendría 0,035 g de mercurio; 0,0104 g de plomo; 0,03 g de antimonio; y 0,06 g de bario, entre otros elementos.

En tanto, las baterías, debido a su contenido de plomo y de compuestos de plomo, presentan la característica de toxicidad extrínseca, esto, porque su eliminación puede dar origen a sustancias tóxicas crónicas que pongan en riesgo la salud de la población. Además, debido a su contenido de ácido sulfúrico, las baterías usadas presentan la característica de corrosividad, porque mediante procesos de carácter químico, el electrolito puede producir lesiones a los tejidos vivos o desgastar sólidos.

En cuanto a las pilas, el primer problema que se plantea es la diversidad de tipos y modelos que existen en el mercado, que básicamente son las siguientes: las de botón de mercurio que son las que contienen mayor cantidad de este elemento; las pilas de botón de litio no contienen mercurio ni cadmio; y las pilas alcalinas, que también contienen mercurio, aunque en menor cantidad que las de botón.

Empresas autorizadas para realizar el manejo de residuos peligrosos

A la fecha, las empresas que podrían gestionar elementos peligrosos generados por la industria salmonicultora, las cuales se diferencian en el servicio autorizado, se presentan en la tabla 5.

Desafíos para la gestión integral de residuos peligrosos

Hoy, todos los materiales peligrosos deben viajar cientos de kilómetros para su disposición final, ya que en ninguna de las regiones productoras de salmónidos (desde la región de la Araucanía a la de Magallanes), existen plantas de tratamiento y disposición final, generando externalidades negativas, como por ejemplo, un aumento de la huella de carbono producto del transporte a plantas de disposición final que se encuentran en las regiones del Biobío y Metropolitana.

Además, las zonas extremas tienen un problema mayor, debido a que la logística que considera el retiro de estos desechos, incrementa los costos operacionales. En este contexto, Salmonchile se encuentra en conversaciones con proveedores de servicio con el objeto de motivar las inversiones en este tipo de establecimientos en las regiones australes. “Se ha aportado con información técnica y productiva con el objeto que puedan evaluar futuros proyectos”, revelaron desde el gremio. Si bien la industria salmonicultora ha realizado un esfuerzo importante por mejorar la gestión de los residuos peligrosos y cumplir con la normativa vigente, gestores de estos elementos consideran que aún no se tiene una convicción de que se generan desechos peligrosos y que aún existe un alto grado de contaminación cruzada y precario manejo in situ, lo que genera que las actividades de recuperación y reciclado sean particularmente costosas y más bien escasas.