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Una enfermedad que carcome al sector

Publicado Última actualización

Por Christian Pérez Mallea                 

Los brotes del virus de la Anemia Infec- ciosa del Salmón (ISAv) son muy mediá- ticos. Encienden alarmas, aparecen en la prensa, sensibilizan a la población y movi- lizan esfuerzos públicos y privados en pos de mitigar sus efectos. En cambio, el impacto que ha tenido la Piscirickettsiosis (SRS) en los cultivos nacionales de salmónidos, muy especialmente en los de trucha arcoíris y salmón Atlántico, pareciera pasar bastante más desapercibido.

Es  la  enfermedad más diagnosticada en los peces chilenos durante los últimos años, por lejos.  Es  la  enfermedad más diagnosticada en los peces chilenos durante los últimos años, por lejos. Además, mientras la incidencia de otras patologías ha disminuido,ésta ha mantenido notoriamente una tendencia al alza.  Hace bastantes años, se calculó que las pérdidas por SRS rondaban los US$ 100 millones por año. No sería iluso pensar que las mayores tasas de mortalidad vistas en los últimos meses a consecuencia de esta enfermedad, sumadas a la menor calidad de carne observada en planta, y consiguiente degradación y descarte, supongan un valor mayor al ya expresado.

La enfermedad más frecuente

Al observar las cifras del Programa de Vigilancia Pasivo administrado por el Ser- vicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Sernapesca, se puede apreciar que en los últimos seis años, SRS ha sido sistemáti- camente la enfermedad con el mayor número de diagnósticos positivos en las tres principales especies de salmónidos cultivadas en Chile (ver figuras 1, 2 y 3). Asimismo, de acuerdo con esas cifras, entregadas por los laboratorios autorizados, SRS es la única patología que no vio reducido su número de diagnósticos posi- tivos entre los años 2011 y 2012. Más aún, al comparar el número de diagnósticos positivos por año para las cuatro enfermedades más frecuentes en la salmonicultura nacional, SRS es la única que el año pasado registró valores similares a los observados el año 2007, fecha que marcó el inicio de la peor crisis sanitaria que ha enfrentado el sector. Adicionalmente, SRS fue causante de más de la mitad de los diagnósticos positivos reportados al Sernapesca el año pasado.

La principal responsable del uso de antibióticos

Además de ser la patología más diagnosticada, la Piscirickettsiosis justifica el 82% de los antimicrobianos utilizados por la in- dustria, manteniendo la tendencia que ha exhibido en años anteriores (ver figura 4). Es decir, si el año pasado la industria chilena del salmón utilizó 337,99 toneladas de antibióticos en la producción de peces, según cifras del Sernapesca, más de 270 de esas toneladas de antibacterianos tuvo como propósito el control de SRS. En relación al fármaco de elección en el caso de SRS, la mayor participación corresponde a florfenicol y oxitetraciclina, y en bastante menor medida a la flumequina. Al respecto, es necesario considerar también que el sector destina cerca de US$800 mil por año en antimicrobianos por cada punto en el porcentaje de mortalida- des provocadas por este patógeno.

La mayor causante de mortalidades y pérdidas

Esta enfermedad fue responsable de entre 60% y 70% de aquellas pérdidas que tuvieron origen en agentes infecciosos en salmón Atlántico y salmón Coho el año pa- sado (ver figuras 5 y 6). En trucha arcoíris, la situación es más clara. Casi un 95% de las mortalidades secundarias en esta especie tuvo como causa a SRS, de acuerdo con estadísticas de la Au- toridad (ver figura 7). Complementariamente, hay que tomar en cuenta los pesos promedio que tienen los peces al ser afectados por esta patología, lo que impacta directamente en el valor económico que representan. Por ejemplo, el peso promedio de las truchas arcoíris en centros de cultivo de Alta Diseminación de SRS (CAD-SRS), se ubica mayoritariamente entre los 2 y 3 Kg; mientras en el caso de salmón Atlántico, el grueso de los peces afectados se encuentra entre los 3 y 5 Kg como promedio. Además, las pérdidas de la industria, atribuidas a enfermedades infecciosas, han pasado en el último tiempo de 20-25% a 40-45%. En tanto, en enero y febrero de este año, el porcentaje de mortalidad por SRS en la industria es, en términos históricos, sólo superado por los valores registrados en marzo y diciembre del 2008, al igual que por enero del 2009, momentos marcados por los peores resultados productivos del sector, en medio de la crisis sanitaria comúnmente asociada con el ISAv. Finalmente, en términos geográficos, la Región de Aysén es la que ha presentado los mayores aumentos en la tasa de mortalidad a causa de SRS, en una relación casi directamente proporcional con el incremento en la biomasa. A su vez, la trucha arcoíris es la especie que presenta las  mayores entre las tres especies de salmónidos más cultivadas en el país. 

Principales desafíos

Entre los mayores retos que plantearía el control de esta enfermedad, de acuerdo con las afirmaciones de diversos científicos nacionales, podrían mencionarse los siguientes: investigar la concomitancia existente entre este patógeno y la presencia de Renibacterium salmoninarum (agente causal de BKD), con la que tendrían un efecto sinérgico; disponer de vacunas más eficaces, que permitan activar apropiadamente la inmunidad celular de los peces y así poder enfrentar a esta bacteria intracelular facultativa; y, controlar de mejor forma al piojo de mar, dado que SRS ingresa al pez principalmente a través de piel y branquias, mientras que las secreciones excretadas por Caligus rogercresseyi contienen, entre otros, tripsina y prostaglandina E2, lo que contribuye a reducir la respuesta inflamatoria del hospedador en el sitio de adherencia, facilitando el ingreso de SRS. Todos los esfuerzos que demandarían estos desafíos parecieran justificarse en función de las pérdidas que genera esta enfermedad y el impacto que tiene el uso de antibióticos, tanto sobre el medio como en la opinión pública e imagen de la industria